Dos de cada 10 migrantes centroamericanos que pedirán asilo en Estados Unidos lo conseguirán; esto significa que hay altas posibilidades de que el resto de quienes viajan en las caravanas se queden en México.
Estadísticas del proyecto TRAC, de la universidad estadounidense de Siracusa, revelan que 8 de cada 10 ciudadanos de El Salvador, Honduras y Guatemala que buscan quedarse en el país del norte, son rechazados.
Mientras el promedio general es del 35 por ciento de las solicitudes de asilo aceptadas, los ciudadanos de estos tres países tienen una tasa de aceptación del 21.1 por ciento; los mexicanos solo representan el 14.5 por ciento del total de quienes obtienen asilo.
Durante el 2018, Estados Unidos resolvió casos de asilo como nunca en su historia, con un total de 42 mil 224. De ellos, fueron aprobados solo 14 mil 778, el 23.5 por ciento de estos fueron personas provenientes de El Salvador; 21.2 por ciento de Honduras; 18.8 por ciento de Guatemala; y el 14.5 por ciento de México.
El rechazo de quienes buscan refugio aumentó en la gestión del presidente Donald Trump.
Mientras en los dos últimos años de gobierno de Barack Obama (2015 y 2016) las tasas de rechazo fueron de 49.6 y 54.6 por ciento, en los dos primeros años de gobierno de Trump (2017 y 2018) el promedio fue de 60.2 y 65 por ciento, respectivamente.
Esto, debido al endurecimiento de los requisitos impuestos por la actual administración para dar asilo a quienes lo solicitan.
Las tasas de rechazo en Estados Unidos podrían aumentar en los próximos años, pues en 2018 se atendieron casos rezagados.
Por acuerdo de los gobiernos de México y Estados Unidos, quienes busquen asilo en el país del norte pueden esperar la respuesta a su solicitud de este lado de la frontera, cuando antes eran recibidos en el país gobernado por Trump y ahí aguardaban.
Crisis a la vista
México concluyó con la recepción de solicitudes de migrantes que viajan en la segunda gran caravana y habría registrado a 12 mil 600 personas en su entrada al país.
Tonatiuh Bravo, comisionado del Instituto Nacional de Migración, indicó que se entregaron dos tipos de tarjetas a los ciudadanos de Honduras, Guatemala y El Salvador: de visitante regional y de trabajador fronterizo.
Quienes posean estas tarjetas podrán permanecer en los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo; los mismos donde se construirán varios proyectos de infraestructura, como el Tren Maya.
Aunque la decisión de permitir que las personas que soliciten asilo en Estados Unidos esperen la respuesta a su caso en México fue uniliateral, el gobierno mexicano ha delineado algunos criterios para recibirlos “por razones de causa humanitaria”.
En primer lugar, se evaluará la vulnerabilidad de las personas centroamericanas de entre 18 y 60 años. Se tomará como único punto de internación el Puerto Fronterizo de El Chaparral, en Tijuana, Baja California.
“Será una recepción que puede tener como modalidad personas que tienen la tarjeta de visitante por razones humanitarias si es el caso, ingresarán a México con esa tarjeta. Si no la tienen o la extraviaron, nuestro país les proveerá de un nuevo recurso, que es la Forma Migratoria Múltiple (FMM), que permite el ingreso por razones humanitarias y tendrá horizonte de tiempo y de vigencia en función de la fecha en donde tengan que avanzar su caso de asilo en los tribunales de Estados Unidos”, expuso Tonatiuh Bravo
La vigencia de este documento será de 120 días, tiempo en el que el gobierno mexicano espera que los migrantes puedan tener una fecha definida para resolver su situación en Estados Unidos.
El regreso de los migrantes que buscan asilo en suelo estadounidense comenzó ayer, cuando el país del norte arrancó la aplicación del que ha llamado “Protocolo de Protección a Migrantes”.
“Mediante el MPP, los migrantes que entren a los Estados Unidos serán procesados por las autoridades migratorias, se les dará una notificación para presentarse a una audiencia en una corte migratoria, y regresarán a México durante el tiempo que dure el proceso”, expuso la Embajada de los Estados Unidos en un comunicado.
Y esto por el retraso que se tiene en juicios que han sido pospuestos, y cuya espera puede retrasarse hasta el año 2023.
“A lo largo de los últimos cinco años, autoridades estadounidenses han visto un incremento de 2 mil por ciento de solicitudes de asilo, ya que muchos potenciales migrantes saben que solicitarlo les da una oportunidad de permanecer en los Estados Unidos”, sostuvo la Embajada de esa nación.
La propia representación diplomática advirtió que 9 de cada 10 solicitudes de refugio son rechazadas.
Juan Manuel Gastelum (PAN), presidente municipal de Tijuana, ciudad a la que están arribando los migrantes, ha advertido que no destinará dinero de la localidad para atender a quienes viajan en la segunda gran caravana.
“No vamos a destinar un solo centavo para atender la caravana migrante (…) Ese es trabajo del Gobierno federal, ellos tienen que hacerlo, tienen que construir una estación migratoria aquí en Tijuana.
“Lo que no queremos es que el gobierno federal nos obligue con hechos concretos como no atender a un ser humano, nos obligue a nosotros a atenderlo. No vamos a dar un paso atrás. El dinero de tu impuesto predial no vamos a invertirlo en la caravana migrante”, aseguró el mandatario local.
Ya en la atención de la primera caravana migrante, el gobierno municipal pidió a la Federación que asumiera los gastos; sin embargo, al no hacerlo, fueron las organizaciones civiles y las iglesias quienes se dedicaron a la atención a los migrantes centroamericanos.