Este es el año en el que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se ha consolidado como el número uno en Chiapas.
A partir del 1 de octubre próximo, el PVEM gobernará –solo o con sus aliados- 59 de los 122 municipios de la entidad.
Además, ganó las 24 diputaciones de mayoría que se elegirían para conformar el Congreso de Chiapas.
Aún falta el reparto de las curules plurinominales, lo que garantizará el dominio del PVEM en el Ejecutivo y el Legislativo de Chiapas pues, de antemano, este partido ya tiene en la bolsa 24 de 41 diputaciones locales.
Un análisis de Integralia Consultores, dirigida por Luis Carlos Ugalde, reveló que en las Legislaturas más recientes ningún partido había conseguido la mayoría en el Congreso local y ahora el Gobierno estatal tendrá garantizada la aprobación de sus propuestas y presupuestos.
La joya de la corona de los triunfos del Verde fue Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, donde su candidato logró ganar por apenas 795 votos sobre el PAN, cuyo candidato, Francisco Rojas, fue expuesto en un video en el que recibía una caja repleta de dinero.
El PVEM encontró en Chiapas, la entidad más pobre del país, su mina de oro.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el 76.2 por ciento de la población de ese estado se encuentra en situación de pobreza. Esto representa más de 3 millones 961 mil personas.
Es ahí donde el PVEM ha logrado establecer su bastión político, en un estado que hasta hace unos años le fue arrebatado al PRI por el PRD.
Desde 1928, Chiapas fue gobernado por políticos del Partido Nacional Revolucionario –antecedente del PRI- y luego del partido tricolor, a partir de 1936.
Fue en el 2000 que Chiapas conoció la alternancia, cuando el expriista Pablo Salazar Mendiguchía ganó la gubernatura para el PRD.
Luego de terminar su mandato, Salazar Mendiguchía fue acusado de diversos delitos, desde homicidio hasta un desvío de recursos por 104 millones de pesos para un supuesto bono sexenal. Pasó en la cárcel casi un año y medio, entre 2011 y 2012.
Le siguió después otro expriista, Juan Sabines, quien también conquistó la gubernatura para los partidos de izquierda.
Al dejar su periodo como mandatario, Sabines fue acusado de desfalco al erario y de endeudar a la entidad.
Contrario a lo que pasó con su antecesor, Sabines no fue a la cárcel, al contrario, fue nombrado cónsul de México en Orlando, Florida.
Después de estos gobiernos de izquierda, que fueron cuestionados dentro y fuera de Chiapas, el PVEM fue construyendo poco a poco su imperio electoral.
Este partido dio el salto hacia la conquista de votos entre 2009 y 2012.
A nivel federal, el crecimiento fue meteórico. En el 2009, el PVEM obtuvo el 7.94 por ciento de los votos. En el 2015, la cifra ya alcanzaba el 44.7 por ciento del total de votos.
A nivel local, el crecimiento también fue exponencial. En el 2010, el Verde ganó 12 alcaldías. En 2012, el número subió a 49. Este año, el PVEM –por sí solo- gobernará en 19 ayuntamientos; en coalición con Nueva Alianza, tendrá el poder en otros 40.
“El resultado es que durante los próximos tres años, más del 83 por ciento de los ayuntamientos de Chiapas serán gobernados por un partido o coalición afín a Manuel Velasco”, señala Integralia.
En la elección del 19 de julio pasado, los ciudadanos de Chiapas eligieron a los nuevos titulares de 122 municipios.
La coalición PVEM-Nueva Alianza gobernará en 40 ayuntamientos; el PRI tendrá control sobre 25; el PVEM –sin alianza- gobernará en 19; el partido Chiapas Unido, en 11; el PRD, en 8; Mover a Chiapas, en 7; el PAN solo en 2; y otros partidos tendrán 7 municipios.
Para el Congreso local, la alianza PRI-PVEM conquistó 23 de los 24 distritos electorales; el Verde ganó además la elección del diputado migrante.
Esto hace que el PVEM, junto al PRI, haya asegurado la mayoría en el Congreso de Chiapas.
“Como se observa en recientes elecciones, la fuerza electoral del Partido Verde en Chiapas ha sido construida meteóricamente. Hace una década su presencia sin coaliciones era marginal en el estado.
“En 2004 controlaba aproximadamente el 4 por ciento los municipios y curules estatales (…). Hoy es la fuerza política más importante del estado”, expone el reporte de Integralia.
En Chiapas, el PVEM no solo gana, sino lo ha hecho con amplios márgenes de diferencia en los votos; esto ha sido calificado por la propia consultoría como un “hecho inusual”.
Los rangos de diferencia de votos van del 30 al 60 por ciento entre el primero y el segundo lugar. Ocurrió así en Ocosingo, donde la diferencia fue del 61.2 por ciento.
Bajo el control de Velasco
Junto al PVEM, los otros dos partidos que lograron un crecimiento exponencial están directamente relacionados al gobernador, Manuel Velasco Coello.
Se trata de Chiapas Unido y Mover a Chiapas. El primero conquistó 11 municipios, el segundo, ganó en siete alcaldías.
Su dirigente, Emanuel Córdova García, es hijo de Miguel Ángel Córdova, exsecretario de Desarrollo y Participación Social de Chiapas.
Aunque la página web del partido ha sido desactivada hace unos días, medios locales publicaron sobre la declaración política del dirigente.
“Desde muy niño conoce al licenciado Manuel Velasco Coello (…) comparte con él esas ganas, esos deseos de servir (…) lo admira porque desde más joven se propuso una meta y la alcanzó”, exponía un texto de Córdova que se leía en el portal de Chiapas Unido.
El otro partido, Mover a Chiapas, es de nueva creación. Su líder, Enoc Hernández Cruz, fue coordinador de la Fundación Manuel Velasco Suárez, creada en honor al abuelo del actual gobernador.
A través de dicha Fundación, Mover a Chiapas logró a afiliar a miles de ciudadanos a su proyecto político. Al aliarse con el PVEM, tuvo asegurado el triunfo en las pasadas elecciones.
Estos dos partidos han dado mayor poder al gobernador del estado, quien junto con el PRI y el PVEM, tienen control casi absoluto de la vida política de la entidad.
En Tuxtla, la polémica
En la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, los resultados de la elección fluyeron en un vaivén que no permitió saber el resultado hasta una semana después de los comicios.
Finalmente y solo por 795 votos fue declarado ganador Fernando Castellanos Cal y Mayor, candidato aliancista por el PVEM-PRI-Nueva Alianza-Chiapas Unido.
Castellanos ganó sobre Francisco Rojas Toledo, candidato del PAN, quien ganó el mote de “Pacomoches” una vez que se dio a conocer un video en el que se le ve recibiendo de un empresario una caja de zapatos llena de dinero para su campaña, a cambio de la asignación de contratos de obra.
En un primer momento, Rojas fue declarado ganador, por lo que Castellanos pidió el recuento voto por voto al estar separados el primer y el segundo lugar por menos del uno por ciento de los votos.
En el recuento, se determinó que Castellanos ganó la elección apenas por 795 votos, por lo que le fue entregada la constancia de mayoría.
Después de esa decisión, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, declaró que en Tuxtla había ocurrido “el robo del siglo”; esto, a pesar de que su candidato enfrenta un proceso de expulsión del partido por el video en el que fue exhibido. “Pacomoches” ha llamado a la “resistencia civil” en la ciudad, para defender su triunfo. Ha dicho que, si no le es devuelta la victoria, iniciará una huelga de hambre hasta su muerte.
Su contrincante y virtual alcalde tampoco ha pasado intocado en la contienda.
Durante la campaña, Castellanos Cal y Mayor fue acusado de haber sido detenido en el 2009 con un millón de pesos en efectivo en el aeropuerto de Chiapa de Corzo; iba acompañando a Arturo Escobar, entonces senador del PVEM.