Durante años, miles de personas se han rehusado a utilizar la bicicleta como medio de transporte bajo el argumento de ser una actividad sumamente peligrosa de realizar en las calles de la Ciudad de México. Las cada vez más frecuentes noticias sobre la muerte de algún ciclista ha reforzado esta creencia; pero, ¿realmente es más peligroso andar en bicicleta que en automóvil?
En México, las lesiones causadas por el tránsito se encuentran entre las diez principales causas de muerte, según el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (CONAPRA).
Sin embargo, por tipo de usuario, no son los ciclistas ni los automovilistas quienes concentran el mayor porcentaje de fallecimientos en accidentes de tránsito, en realidad, las verdaderas víctimas de esta disputa por el espacio público son los peatones.
Los peatones son quienes concentran el mayor porcentaje de fallecimientos; en el 2015 se registraron 16,039 defunciones causadas por accidente de tránsito: 7 mil 780 eran peatones; 5 mil 331 ocupantes de vehículos (automóvil, autobús, camionetas, etc.) 2 mil 622 motociclistas; y 298 ciclistas, de acuerdo con un documento publicado por el Observatorio Nacional de Lesiones.
Si consideramos sólo los usuarios vulnerables de la vía, es decir, peatones, ciclistas y motociclistas, el porcentaje de víctimas fatales asciende al 66.7%. Prácticamente, siete de cada diez muertos en México corresponde a estos usuarios.
¿Cómo es posible esto?
Javier Hidalgo, Director de gestión ambiental en la delegación Cuauhtémoc, asegura que este fenómeno se debe a que las ciudades del país no se hicieron pensando en los ciclistas y peatones; al contrario, el presupuesto público se ha utilizado priorizando el transporte motorizado.
“El problema es que no se invierte en infraestructura ciclista ni peatonal, tenemos que preguntarnos ¿la ciudad de quién es y a dónde tengo que mandar la inversión? Porque hasta el día de hoy las inversiones han favorecido a la movilidad motorizada. Los espacios e inversión en banquetas y ciclovías es ridícula y desestiba la movilidad activa”, afirma.
Otro de los factores que ha hecho que los ciclistas y peatones sean el grupo más vulnerable al desplazarse por las calles de las ciudades del país, es la falta de conocimiento del Reglamento de Tránsito y la no aplicación de sanciones a quienes no lo respeta.
“Nadie obliga a los automovilistas a leer el Reglamento de Tránsito, ¿quién le dice a las personas que los ciclistas tiene el derecho de ocupar todo el carril de extrema derecha?
Los conductores no son magos para adivinar por dónde tiene que circular una bicicleta si no hay un señalamiento que se lo diga. Lo que necesitamos es hacer una ciudad que sea como un gran pizarrón, que permita a todos los ciudadanos tener una fácil lectura de quién tiene prioridad de circulación”, dijo el funcionario delegacional en entrevista con Reporte Índigo.
¿Qué se debe hacer?
Para el activista y político capitalino la solución es construir e invertir en ciudades pensadas en humanos y no en máquinas.
“Los gobiernos de las ciudades deben invertir en los personas, en los seres humanos, no en máquinas. Las inversiones deben enfocarse en humanos caminando, humanos en bicicleta, humanos patinando. Un humano en un automóvil ya es una máquina y las maquinas deben circular en la ciudad como invitados, no como dueños.
“Una máquina debe circular de puntitas y meternos en la cabeza que los dueños del espacio público son los humanos. Eso nos va a llevar a cuidar a los peatones y ciclistas. Pensar en una ciudad humana.