Cine nacional en la incertidumbre
Ante los recortes de presupuesto en cultura realizados por la actual administración, el séptimo arte podría verse afectado. Cineastas y realizadores hablan sobre por qué es necesario mantener los incentivos y fondos existentes impulsados por el IMCINE y la importancia de revisarlos para poder mejorarlos
Hidalgo NeiraEl cine mexicano está volviendo a tener un auge desde la llamada Época de Oro, simplemente el año pasado, 186 películas fueron realizadas, siendo esta la mayor cantidad reportada por las autoridades fílmicas en la historia del país.
En la presentación del Anuario estadístico del cine mexicano a principios de junio, el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) resaltó que 30 millones de personas acudieron a las salas de cine únicamente a ver cine nacional en 2018, siete millones de espectadores más en comparación con el 2017.
Sin embargo, una semana después, con el anuncio de la entrega del primer Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Cinematográfica Nacional (EFICINE) de este año, la preocupación empezó a sembrarse entre la comunidad fílmica, ya que de los 325 millones de pesos (MDP) que se otorgaban en la primera partida anual normalmente, solo se concedieron 225 millones, según comparte Ramiro Ruiz, productor de cine.
“Este es el primer EFICINE que viene en esta administración. La ley dice que son 325 millones de pesos en la primera ventana, pero si no se aplican en su totalidad, el remanente pasa a la segunda ventana y se suma, porque finalmente son 650 MDP al año”.
“La ventana pasada, que todavía no era esta administración, porque dieron los resultados en octubre, dejaron de otorgar 30 millones de pesos, en esta ventana reciente, dejaron de dar 100 millones, que en teoría tendrían que sumarse a la segunda ventana del 2019, entonces en lugar de dar 325 millones, dieron poco más de 200”, explica Ruiz, quien ha producido cintas como Güeros (2014) y Museo (2018).
En los documentos liberados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el 13 de junio, se especifica que el monto otorgado es de 219 millones 760 mil 907 pesos, por lo que queda la incertidumbre de qué pasará con el dinero restante.
Además de Ruiz, Reporte Indigo conversó con cineastas preocupados por el quehacer nacional del arte fílmico mexicano, quienes exhortan a que no se toquen los fondos y estímulos que dependen del IMCINE.
“Cuando filmé mi ópera prima en 2008 se hacían alrededor de 10 películas o máximo 12 al año, y ahora se hacen 180.
El realizador Gabriel Retes, que ha recibido distintos incentivos federales en el pasado, comenta que el problema de EFICINE es acercarlo a nuevos creadores, sobre todo a aquellos que están lejos de la capital del país.
“En EFICINE dictaría nuevas reglas, que el dinero de los contribuyentes se ponga en una bolsa común, para que también tenga acceso el egresado de cinematografía del Tec, o en Oaxaca, o en Mérida y que ellos también puedan acceder al dinero”, argumenta el director de El bulto (1992).
Iván Trujillo Bolio, quien estuvo en la dirección del Festival Internacional de Cine de Guadalajara durante nueve años y ahora se encuentra en la dirección general de TVUNAM, insiste en que es primordial que los apoyos continúen, pero hay que prestar atención a cómo se otorgan.
“Creo que se debe de evaluar muy bien la pertinencia de los estímulos y, especialmente, el que ya va dedicado efectivamente. De repente al ver el resultado de una película podríamos decir ‘¿para qué esa empresa dio estos impuestos? Mejor los hubiera usado para un hospital’”, precisa el también cineasta de origen tapatío.
Las dudas en el público mexicano sobre cómo operan estos recursos son una constante. ¿Acaso se beneficia más al cine comercial que al de autor? ¿Qué pasa con el dinero faltante en una producción? ¿Hay mano negra al momento de otorgar estos financiamientos por parte del Estado?
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Los apoyos para el cine y los tiempos
Dos años antes de la salida de Ernesto Zedillo de la presidencia, se creó el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE), el cual se destinó para apoyar a filmes experimentales o de propuesta artística; directamente por mandato del Ejecutivo se le dieron 135 millones de pesos.
Cineastas como Arturo Ripstein, Luis Estrada, Carlos Carrera y Gabriel Retes, entre otros, fueron los primeros en recibir este fondo y sacar adelante sus largometrajes, los cuales al ser financiados por el Estado, se vuelven una coproducción vía capital de riesgo.
Con la llegada de Vicente Fox, se hizo el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE), el cual serviría para impulsar producciones de corte comercial, la comedia ‘Sin ton ni Sonia’ de Carlos “Hari” Sama Pérez y el drama ‘Nicotina’, protagonizado por Diego Luna, fueron de las primeras cintas en obtener el recurso federal.
“Básicamente sus reglas son iguales, la única diferencia es que FIDECINE está manejada por una especie de consejo técnico que es fijo todo el tiempo y ellos evalúan los proyectos y otorgan los recursos.
“El FOPROCINE no, es un fideicomiso donde el Gobierno Federal deposita el dinero, IMCINE es quien tiene la autorización de decir cuánto dar a cada quien, y lo que hace el IMCINE es hacer jurados por año”, explica Ruiz.
“Hay una serie de reglas, no puede ser más del 10 por ciento del ISR que declara el contribuyente, y no puede pasar de 20 MDP por proyecto (…) te están dando el 80 por ciento del costo de tu película a fondo perdido, entonces tú vas por la recuperación del dinero duro, que es ese otro 20 por ciento”, agrega.
El apoyo del FOPROCINE puede combinarse con el de EFICINE, no así con el de FIDECINE, además una vez otorgados los recursos, FIDECINE otorga un plazo de cinco años para cubrir el crédito dispuesto por el Estado, en el caso de producción y post producción de largometrajes con FOPROCINE, se concede el tiempo de 18 y 12 meses respectivamente.
Cine sin visibilidad
El tiempo en pantalla para el cine nacional, sigue siendo un tema que preocupa a los realizadores, ya que sin importar que actualmente haya más de siete mil lugares de exhibición en el país, se prima la producción estadounidense.
La consternación de los cineastas es clara, se está haciendo cine, pero no hay lugares suficientes para su proyección, situación que también está cambiando gracias a la competitividad que ofrece el streaming.
Las posibilidades de llevar a plataformas como Netflix lo hecho en el séptimo arte, son una nueva ventana a la que se debe prestar atención, ya que así se obtiene el margen de ganancia para la producción.
“El cine en taquilla sigue siendo un negocio solo para los distribuidores y para los exhibidores, no para el productor, las plataformas de streaming vinieron a ser el negocio para los productores (…) entonces a qué le estoy apostando yo productor: que mi película en taquilla logre la inversión para luego vendérsela a Amazon, a Netflix, así ya es negocio para mí”, enfatiza Ruiz.
Roma recibió EFICINE dos años consecutivos
La producción de Alfonso Cuarón fue beneficiada con el estímulo fiscal durante el ejercicio 2016 y 2017, recibiendo en total 20 millones de pesos, el máximo a lo que puede aspirar una producción mexicana al EFICINE.
El drama de época recibió en 2016 la suma de 10 millones 996 mil 552 pesos, cantidad repartida entre las compañías Almacenadora Afirme, Banca Afirme, Envasadoras de Aguas en México y Seguros Afirme, y nueve millones tres mil 448 pesos por parte de la cervecera Grupo Modelo en 2017.
Se estima que el largometraje tuvo un presupuesto total de 15 millones de dólares, que en pesos ascendió a los 250 millones, de acuerdo al cambio de divisa a la fecha de la realización del filme.
Revisar los recursos necesarios
Las tres aportaciones que hace el gobierno mexicano a la creación cinematográfica deben de seguir adelante, aunque someterlos a examinación, sería al menos una medida de transparencia que beneficiaría a todos, según expresa el ahora director de TV UNAM.
El actor y cineasta Retes, invita a que haya mayor pluralidad en acercar el EFICINE a talentos desconocidos que puedan necesitarlo, sobretodo reestructurando el estímulo en un fondo común donde se resguarde el ISR.
El realizador de Las hijas de Abril (2017), reitera su preocupación por ver que EFICINE pudo haber sufrido un recorte en la última ventana presentada, y exhorta a que éste y los demás fondos federales, no sean tocados por la administración federal.
“Me preocupa mucho que se esté queriendo ajustar algo que no necesita cambios además de los recortes a IMCINE y en esta ventana de EFICINE, ya que los recursos fueron mucho menores que los que normalmente se asignan”, conversa Franco.
Ruiz ve que al menos en los primeros seis meses de la nueva administración federal, el cine no es una prioridad, por lo que insta a prestar atención en los siguientes meses a que los recursos públicos estén presentes y, de faltar, ejercer presión desde la comunidad cinematográfica.
“No ha habido ningún golpe fuerte que todos nos cimbremos, lo estamos viendo venir, es lo que nos preocupa a todos, porque además, lo estamos viendo venir sin una comunicación (…) Veo una política donde la cultura pasa a una prioridad diferente y creo que no está fortalecida institucionalmente”, subraya Ruiz.