A seis años de ser anunciada como uno de los proyectos más ambiciosos de la administración del panista Emilio González Márquez, la Ciudad Creativa Digital (CCD) se ha convertido en un elefante blanco, con señalamientos de no presentar avances y de dispendio de recursos que serían invertidos para el proyecto.
Otra de las acusaciones es que va a ocasionar serios problemas en el desarrollo de la ciudad, pues la implementación de este tipo de proyectos alrededor del parque Morelos, en pleno corazón de la ciudad, ya ocasionó el desplazamiento de habitantes que ahí residían y la llegada de nuevas poblaciones con demandas de servicios por encima de las posibilidades de la población actual, lo que en el desarrollo urbano se denomina ‘gentrificación’.
La idea de generar una obra en esta zona y sus impactos en la ciudad pone en evidencia la falta de planeación municipal y estatal en la materia. A decir del arquitecto y académico de la Universidad de Guadalajara, Jorge Fernández Acosta, en entrevista con Reporte Indigo, el proyecto carece de sustento y que ha terminado siendo aplazado desde 2012 por el saqueo del que ha sido objeto.
El proyecto lleva un avance de alrededor del 60 por ciento y se han invertido cerca de 322 millones de pesos en las obras del primer complejo, que es lo que está en construcción
“Me parece que Ciudad Creativa no está sustentada, no tiene cimientos firmes, ya tiene mucho tiempo y no se ha consolidado. No se han construido las bases, ni siquiera de financiamiento para que pueda construirse un proyecto efectivamente bueno para Guadalajara. Esto todavía viene siendo una utopía”, expresó Fernández Acosta.
Surgida desde 2012 y presentada por el entonces presidente panista, Felipe Calderón, la Ciudad Creativa se proyectaba como un conjunto de empresas que permitirían el desarrollo a través de la tecnología digital.
Entonces se hablada de la generación de empleos locales, el aprovechamiento de Jalisco como un espacio atractivo para la inversión digital y la proyección de nuevos espacios habitacionales para el centro de la ciudad.
Junto al entonces gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, se presentó el proyecto como “una verdadera fortaleza para los creativos” y se dijo que esto no sólo crearía nuevas condiciones, sino una inversión de cerca de 10 mil millones de dólares.
Además de expresar que, por el entorno en el que se insertaría este proyecto de espacios digitales para empresas, el parque Morelos se convertiría en un “corazón verde digital”.
No obstante, a poco más de seis años de haberse anunciado el proyecto, la Ciudad Creativa Digital ha quedado reducida a notas sobre la malversación de sus fondos y una serie de obras en el corazón de la ciudad.
En ese sentido, Jorge Fernández Acosta apunta que la generación de este proyecto no sólo carece de sustento y rigor por su impacto en la metrópoli, sino porque no contempla una visión integral que integre la capacidad de proporcionar los servicios básicos requeridos.
“Ligado al tema de infraestructura, transporte, servicios públicos y la cohesión social, es un proyecto que no se sustenta. Además es un proyecto que no está conectado con un proyecto de conectividad intermunicipal para ser atractivo a la gente que quiera regresar a vivir al centro”, agregó el experto de la UdeG.
Falta de planeación, el problema
Una de las consecuencias más importantes del desarrollo urbano sin planeación en la ciudad es el despojo y desplazamiento de la propia población.
Según advierte el experto de la Universidad de Guadalajara, Jorge Fernández Acosta, una de las más importantes consecuencias de la Ciudad Creativa será la gentrificación de los espacios urbanos en el contexto del proyecto y el desplazamiento de la población por el encarecimiento de los servicios.
“Ese proyecto, de llegar a concretar porque ahorita va dando tumbos, pues va a gentrificar, va a traer un grupo de personas extranjeras. Las industrias digitales atraen a muchos orientales, hindúes, americanos, etc., pero va a gentrificar el centro de la ciudad. Va a haber un centro de actividad vital de día pero se va a morir en la noche, es una previsión”, señaló Jorge Fernández.
La expresión del experto en temas urbano no es menor, pues apunta que al no haber una planeación adecuada a la proporción de servicios sólo queda evidenciado el que estos proyectos sólo se enfocan en beneficiar a los grupos constructores e inmobiliarios, para especular con viviendas que corren el riesgo de quedar sin habitantes por su alto costo.
…y vecinos rechazan proyecto
A finales de 2017 un grupo de vecinos, comerciantes y arrendatarios del Centro Histórico de Guadalajara lanzaron un comunicado en el que se expresaron contra el discurso gubernamental que les habla de beneficios para la ciudad sin reparar en las consecuencias de esas implementaciones.
“No han hablado de los negocios y puestos que han cerrado en el Centro durante los últimos tres años. Mucho menos han hablado de que una de las razones por las que CCD se instala aquí es porque Jalisco es el estado líder en maquila electrónica del país, lo cual quiere decir que es el estado donde más se explota a las trabajadoras para la producción ‘digital’.
La obra se proyectaba como un conjunto de empresas que permitirían el desarrollo a través de la tecnología digital
“No hablan de quienes ya se han marchado del barrio y de quienes nos tendremos que marchar si este proceso de abandono e instauración de la violencia para su posterior gentrificación continúa”, expresaron los vecinos del Centro Histórico.
Además, alertaron que vía la Secretaría de Cultura de Jalisco, desde hace mucho tiempo se contrató a la organización española VIC Vivero de Iniciativas Ciudadanas, enfocada a insertarse en las discusiones vecinales y advirtieron a otras organizaciones de este tipo para que no fueran a ser disueltas por las prácticas de la asociación española.
“Alertamos a los grupos vecinales y organizaciones de la ciudad de la extracción de información, contactos y vínculos que VIC Vivero de Iniciativas Ciudadanas realiza para el proyecto de despojo urbano Ciudad Creativa Digital, mediante lo que ellos llaman ‘urbanismo afectivo’, y que en realidad es eso: sus operadores se infiltran en espacios culturales y vecinales ofreciendo colaboración, incluso amistad, promoviendo una red de “iniciativas ciudadanas” que ayudará a “visibilizar” el trabajo de las agrupaciones”, expresó la agrupación vecinal.
