Clasismo en la CDMX, arma política de doble filo

El clasismo es un arma de doble filo que, en la Ciudad de México, la alianza Va Por México usó como arma política para ganarle terreno a Morena, afirman especialistas.

Sin embargo, explican que la oposición capitalina solo hizo lo mismo que el Gobierno de México: apostar por una ideología de clases para polarizar.

Además, señalan, de seguirse fomentando el clasismo podría influir en las elecciones federales y locales de 2024.

Durante la semana pasada, tras los comicios del 6 de junio pasado, circularon en redes sociales expresiones que fueron reprobadas por las autoridades tanto locales como federales.

El pasado, 10 de junio, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, atribuyó los “memes” discriminatorios a que la derecha capitalina había mostrado su verdadera cara, tras una “Guerra Sucia” y ganar 9 de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, así como 14 de los 33 distritos electorales, el 42 por ciento.

“A partir del siguiente día de la elección se quitaron la máscara y están promoviendo un clasismo tremendo en la Ciudad de México, una ciudad de derechos”, reprochó la mandataria.

Cabe destacar que en Twitter y Facebook circularon imágenes en donde las alcaldías ganadas por la oposición como Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, Cuauhtémoc, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo y Tlalpan —las del poniente de la capital— estaban iluminadas de color azul.

Mientras las que están en el oriente, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Venustiano Carranza, aparecían de color guinda y se hacía una comparación de ambos lados con Alemania divida durante la Guerra Fría.

La mandataria local llamó a detener el clasismo y sentenció que en la ciudad no se iba a permitir ese tipo de manifestaciones discriminatorias.

Factores clave del clasismo

El clasismo y la polarización fueron usados por la oposición, que representa la coalición Va Por México, y se vio reflejado en el proceso electoral que concluyó el pasado 6 de junio, dice Juana Otilia Martínez, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en Ciencias Políticas.

“Sí, hubo un discurso en el que como oposición se unieron y afirmaron que era un riesgo votar por Morena, sobre todo en el tema económico. Acusaron que no había desarrollo económico y que la atención de la pandemia fue mala. Específicamente, la falta de apoyos a los sectores empresariales fue lo que reforzó su postura”, indica.

Un ejemplo de estos mensajes a los que se refiere la especialista fue el que dio Andrés Atayde, presidente el Partido Acción Nacional (PAN) en la ciudad, quien en abril pasado, a nombre de la coalición Va Por México, afirmó a través de un video en redes sociales que Morena era el único culpable de la crisis económica generada por la pandemia.

“En la Ciudad de México tenemos el peor gobierno, está claro que la crisis económica es culpa de la inacción de Morena”, mencionó el panista.

La especialista en temas políticos añade que la alianza y sus simpatizantes también incentivaron un pensamiento de clase de que quienes votaban a su favor eran quienes querían mejores oportunidades, mayor desarrollo económico, más apoyos económicos y una calidad de vida como en Benito Juárez, gobernada por el PAN.

Otro ejemplo de la división promovida por los actores de la coalición es que el 8 de junio, cuando Va Por México ya había ratificado su triunfo en las 9 alcaldías, durante una mesa de análisis en medios de comunicación, la virtual gobernante de Tlalpan, Alfa González Magallanes, mencionó que las alcaldías donde ganó Morena eran aquellas en donde los programas sociales asistencialistas estaban presentes.

“Ellos ganan en las zonas más vulnerables, donde regalan dinero, en donde están los ninis”, afirmó la próxima alcaldesa.

El origen en Palacio Nacional

El clasismo y la polarización comenzó desde 2018 con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien empezó a referirse a la oposición como fifís y a la prensa crítica como conservadora, dice Juana Otilia Martínez.

Añade que su eslogan de gobierno, “Primero los pobres”, también hace uso político de una clase social.

“Primero los pobres, está bien, pero usar esta frase para promover una ideología política también es clasismo y genera división”, considera.

Ante esto, opina que los emplazamientos de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, también deberían ir encaminados al presidente.

Por último, dice que el clasismo es un arma de doble filo que puede ser usada por todos y esta vez, la ocupó la oposición.

“La alianza se dio cuenta que funciona la división y la usó a su favor, ellos se unieron y lo utilizaron contra Morena”, opina.

PRD se revitalizó

El Partido de la Revolución Democrática (PRD), que hasta el año 2018 había sido mayoría en la Ciudad de México, se revitalizó en la Ciudad de México con la alianza Va Por México y, pese a que no recuperó totalmente su fuerza, otra vez ocupa posiciones de poder clave, dice Artemisa Montes Sylván, directora ejecutiva del Observatorio Mexicano de la Crisis.

Aunque los candidatos panistas ocupan la mayor parte de los gobiernos ganados por la alianza, el sol azteca obtuvo dos posiciones claves donde estaba Morena; Tlalpan, demarcación de donde es oriunda y que gobernó antes de llegar a ser jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum; y Cuauhtémoc, alcaldía central de la ciudad y donde los ejecutivos local y federal residen.

“Con los recursos financieros del PAN y con la experiencia de la movilización del PRI, el PRD pudo recuperar algo de lo que perdió en 2018 con el efecto López Obrador”, argumenta.

Además, añade, el regreso del PAN en alcaldías como Álvaro Obregón se debió a las redes clientelares del PRD y a que la exalcaldesa, Layda Sansores, abandonó la demarcación en los últimos meses previos a los comicios.

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