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Colima: todo vale

A 12 días de que en Colima se elija a un nuevo gobernador, la guerra sucia está que arde en esa entidad. Los ataques se han apoderado de la campaña del priista José Ignacio Peralta y el panista Jorge Luis Preciado, quienes protagonizan una pelea digna de llevarse a cabo en un ring.

Aunque en los spots oficiales se da una imagen más tradicional, de políticos que ofrecen una alternativa para el estado, en redes sociales y sistemas de mensajería la guerra ha sido descarnada.

“Estoy absolutamente convencido de que podrán nombrar un candidato; pero de ahí a que pueda ganar la gubernatura, hay una distancia muy grande”
Mario AnguianoExgobernador de Colima
Jorge Preciado ha sido criticado por ser afecto al consumo de bebidas alcohólicas y visitar bares
El primer político de importancia que falleció fue Antonio Barbosa Heldt, electo como gobernador en 1973
https://www.youtube.com/watch?v=cO0wxHC2oCI

A 12 días de que en Colima se elija a un nuevo gobernador, la guerra sucia está que arde en esa entidad. Los ataques se han apoderado de la campaña del priista José Ignacio Peralta y el panista Jorge Luis Preciado, quienes protagonizan una pelea digna de llevarse a cabo en un ring.

Aunque en los spots oficiales se da una imagen más tradicional, de políticos que ofrecen una alternativa para el estado, en redes sociales y sistemas de mensajería la guerra ha sido descarnada.

Se han acusado de haber participado en delitos y hasta han sacado a la luz los “vicios” de sus adversarios.

En la guerra de lodo no solo se han involucrado los candidatos punteros.

Por la gubernatura de Colima compiten también Leoncio Morán, candidato de Movimiento Ciudadano; Martha Zepeda del Toro, por el PRD; José Francisco Gallardo, por Morena; y Gerardo Galván, por Encuentro Social.

La elección de este 17 de enero repondrá el proceso del 7 de junio pasado, anulado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

La anulación ocurrió por lo que el Tribunal consideró una intervención directa del gobernador Mario Anguiano, a través de funcionarios de su Administración.

El hoy exgobernador priista acabo echando por la borda el triunfo de Ignacio Peralta; el dolor para el exmandatario fue menor, pues Peralta no era su candidato para sucederlo, sino un enviado del Gobierno Federal.

El propio Peralta ha dejado entrever que la anulación de la elección no fue sino una venganza de Anguiano por no haber elegido a algunos de sus favoritos.

Colima, tierra caliente

Aunque es una entidad pequeña –con apenas 650 mil habitantes, según el censo del 2010-, Colima se ha convertido en el estado más competido del 2015.

En esa entidad, los gobernadores se han convertido en blanco de ataques y asesinatos.

A pesar de ser el tercer estado más pequeño del país, es una entidad donde hay una gran actividad económica.

La encabeza Manzanillo, el puerto mexicano más importante del Pacífico, donde se opera el 90 por ciento de la carga que transita por ese océano en México.

También es una entidad donde el narcotráfico ha señoreado en algunas regiones.

En esa entidad operan el Cártel Jalisco Nueva Generación; el Cártel de Sinaloa; y los Caballeros Templarios que, aunque debilitados, continúan operando en algunas zonas de la entidad.

Colima es también una entidad donde la violencia ha llegado a los más altos niveles de la política. Baste recordar que varios gobernadores y exgobernadores han sufrido atentados.

El primer político de importancia que falleció fue Antonio Barbosa Heldt, electo como gobernador en 1973 y que se suicidó –según la versión oficial- un mes y medio antes de tomar protesta.

En una carta, Barbosa dejó escrito que se suicidaba por tener una grave enfermedad renal. Sin embargo, la versión nunca fue creída por la población, entre quien siempre hubo la sospecha de que a Barbosa “lo habían suicidado”.

En febrero del 2005, Gustavo Vázquez Montes, gobernador en funciones, falleció al caer el avión oficial en el que viajaba.

Vázquez Montes había sido electo en elecciones extraordinarias luego de que el Tribunal Electoral había anulado el proceso electoral de julio del 2003, por la intervención del entonces gobernador Fernando Moreno Peña.

En el 2010 fue asesinado Silverio Cavazos, quien había sido gobernador tras el asesinato de Vázquez Montes y hasta el 31 de octubre del 2009.

En noviembre del 2010, Cavazos fue atacado cuando salía de su casa para pasear a su perro. Herido de varios impactos de bala, falleció más tarde en un hospital.

Un año después del asesinato, la Procuraduría Estatal indicó que Samuel Rodríguez Moreno, sobrino del exgobernador Fernando Moreno Peña –en el cargo entre noviembre de 1997 y octubre del 2003- era uno de los autores intelectuales del asesinato de Cavazos.

Otros detenidos declararon que pertenecían al cártel de La Familia Michoacana.

Moreno Peña fue acusado por políticos de oposición, como el panista Javier Lozano, de tener vínculos con ese cártel.

En el 2011, Moreno Peña fue enviado del CEN del PRI a la elección de Michoacán, misma que ganó Fausto Vallejo.

En octubre del 2015, Fernando Moreno Peña sufrió un atentado en el que fue atacado a balazos; sobrevivió, luego de estar grave en el hospital por varios días.

Colima es un estado que no ha conocido la alternancia; siempre ha sido gobernado por el PRI.

La guerra de lodo

En las nuevas campañas políticas para el proceso electoral extraordinario, es la guerra sucia quien se ha enseñoreado entre los candidatos.

En un principio, los abanderados de los diferentes partidos políticos aseguraron que llevarían una campaña limpia, sin guerras de lodo para denostarse.

Lejos quedaron esas promesas. Hoy, los candidatos atacan hasta la vida personal de sus adversarios.

Aunque en los mensajes oficiales, esos que pasan en la televisión y la radio, se escuchan algunas propuestas de gobierno de los candidatos, en anuncios espectaculares, redes sociales y servicios de mensajería móvil es donde la guerra sucia ha encontrado su terreno fértil.

En las calles de Colima comenzó a aparecer hace unos días un anuncio espectacular donde se ve a Jorge Luis Preciado, con un gesto inconveniente, y donde se hace referencia a uno de los gustos del candidato.

“Que la vergüenza del PAN no sea la de Colima”, se lee en el anuncio.

Preciado ha sido criticado por ser afecto al consumo de bebidas alcohólicas y visitar bares.

El anuncio espectacular no tiene ninguna firma que se lo adjudique.

Del otro lado, en días pasados, Preciado acusó a Peralta de haber atropellado a un hombre en mayo del 2015 cuando supuestamente manejaba su camioneta en estado de ebriedad, y no haber atendido las heridas del lesionado.

Este hecho fue negado por Peralta, quien incluso denunció a Preciado por el delito de calumnia.

Preciado ha afirmado que en breve, justo para el cierre de campaña –el 13 de enero-, el PRI planea dar a conocer unos videos donde lo acusan de supuestamente estar relacionado con el delito de trata de personas y prostitución.

El PAN ha dirigido la guerra sucia no solo hacia el candidato del PRI, sino a Leoncio Morán, de Movimiento Ciudadano.

A finales de diciembre, Preciado dio a conocer un video en redes sociales –y a través de Whatsapp- donde se ve a un hombre relatar que Leoncio Morán atropelló a una persona a la que mató en el incidente.

El asunto ya había sido tratado en el 2011, cuando Leoncio Morán era diputado federal del PAN y fue acusado en la tribuna de San Lázaro por Gerardo Fernández Noroña de haber atropellado a un hombre y no pagar una pena por ello.

En esa ocasión, Morán afirmó que el atropellamiento ocurrió 15 años antes y siempre rindió cuentas de sus actos, sin dar mayores detalles del asunto.

Esta vez, Leoncio Morán solo atinó a afirmar que la guerra sucia es una muestra de la desesperación de los partidos porque él va subiendo en las encuestas. Nada mencionó del incidente.

Hasta el 29 de diciembre pasado, el Instituto Nacional Electoral (INE) había recibido 54 quejas de varios actores por supuestas violaciones a la ley electoral en el proceso extraordinario de Colima.

La mano de Anguiano

El triunfo que Ignacio Peralta (PRI) obtuvo en las elecciones del 7 de junio pasado se declaró por una pírrica diferencia de 503 votos sobre Jorge Luis Preciado (PAN), quien quedó en segundo lugar.

Después de realizar un conteo de votos por la mínima diferencia de sufragios y ser declarado perdedor, Preciado decidió impugnar la elección en el TEPJF.

Después de meses de estudio, los magistrados del TEPJF decidieron –en una sentencia que cambió de un día a otro- que sí se demostraba que Mario Anguiano intervino en la elección.

La intervención que pudo demostrarse se dio a través de Rigoberto Salazar Velasco, entonces secretario de Desarrollo Social del estado, quien llamó a empleados de la entidad a trabajar para favorecer el triunfo de Peralta.

El TEPJF no había tomado en cuenta la acusación, hasta que unas horas antes de que se diera a conocer la resolución –con la que el Tribunal pretendía validar el triunfo de Peralta-, el candidato del PAN presentó una grabación donde Salazar Velasco reconocía que sí es él quien llamó a los burócratas a trabajar en favor del priista.

Sin embargo, más que un triunfo del PAN en la demostración de la intervención, el asunto dejó al descubierto la fractura interna en el PRI estatal.

El propio Peralta insinuó que el audio pudo haber sido una maniobra política de Anguiano para evitar que llegara a la gubernatura.

Anguiano dejó solo a Peralta en la defensa de su triunfo. La ruptura no venía de la elección, sino de mucho antes.

Ignacio Peralta no era el candidato del entonces gobernador Mario Anguiano; más bien es un enviado del Gobierno federal, cercano al secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Los favoritos del gobernador para sucederlo eran Rafael Gutiérrez Villalobos, su entonces secretario de Fomento Económico; y Federico Rangel Lozano, entonces alcalde de la ciudad de Colima.

Peralta era subsecretario de Comunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Anguiano nunca ocultó su oposición a que el candidato fuera nombrado desde la dirigencia priista.

“Estoy absolutamente convencido de que podrán nombrar un candidato; pero de ahí a que pueda ganar la gubernatura, hay una distancia muy grande”, dijo Anguiano en noviembre del 2014, cuando se encontraba en pleno el proceso de elección del abanderado priista.

Un día después de la anulación, el 22 de octubre pasado, José Ignacio Peralta afirmó en una entrevista con Grupo Imagen que el gobernador Anguiano nunca lo apoyó e insinuó, incluso, que el asunto de la grabación pudo ser una maniobra para que se anulara el proceso.

“Desde el año pasado yo nunca fui el candidato del gobernador. Lo cual se ha traducido en una clara aceptación de los colimenses, pues de que realmente el gobernador no apoyó mi campaña política. Se prefabricó una prueba y se le dio validez 24 horas antes del fallo del tribunal.

“Imagina que tú eres la presidenta nacional de un partido y quieres definir a un candidato para un estado donde gobierna alguien de tu partido. Imagina que el gobernador te diga: ‘Oye, no me gusta tu candidato’. Y si se lo impones, entonces el gobernador tiene un inmenso poder para hacer un comentario al aire -+el o alguno de sus secretarios- y te invalidan la elección”, sugirió Peralta.

El propio Manlio Fabio Beltrones, líder nacional del PRI, afirmó que habría sanciones partidistas para los culpables de haber provocado la anulación de la elección en Colima.

 

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