La última vez que la ciudadana colombiana Nataly Alejandra Ángel Sáenz tuvo contacto con su familia, fue a las 21:00 horas del pasado 18 de junio. Después de eso nadie volvió a saber de la joven de 32 años, quien radicaba en la ciudad de Celaya, en Guanajuato. Ahí vendía boletos para rifas en el Mercado de Abastos Benito Juárez.
“Estamos tratando de investigar qué es lo que ha sucedido con mi hermana”, dijo a Reporte Índigo Edgar Hernando Ángel Sáenz, hermano de Nataly, y comparte que él recibió la llamada de una amiga cercana de la joven cuatro días después de su desaparición, pues estaban muy preocupados por ella.
Antes de eso, Nataly nunca dijo a su familia que algo malo le ocurriera. Únicamente les platicaba sobre lo complejo que resulta para una mujer vivir en México. “Sus amigas más cercanas de aquí, de Colombia, manifiestan que ella últimamente había dicho que quería contarles algo, pero nunca se dio la oportunidad”.
Tras la desaparición de Nataly, su familia investigó y se percató de que la joven vivía en un estado marcado por el crimen organizado y las constantes luchas entre cárteles del narcotráfico. “Hay una guerra entre cárteles y está complicada la seguridad allá”, reflexiona Edgar.
?¿HAS VISTO A MI HERMANA??
Nataly Alejandra Ángel Sáenz de nacionalidad colombiana desapareció el 18 de junio en Celaya, Guanajuato. Su familia está desesperada.
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— Mujeres Desaparecidas Guanajuato (@MujeresDesapMx) June 23, 2021
Nataly residía en Celaya desde enero del año pasado, cuando decidió migrar de Bogotá, su ciudad natal, por una oportunidad laboral que se le presentó en Guanajuato. Vendió todas sus pertenencias y dejó a su país atrás.
Por la desaparición, la familia solicitó ayuda al Consulado de Colombia y la Fiscalía General de Guanajuato abrió la carpeta de investigación 65522/2021 para esclarecer los hechos. Además, se activó el Protocolo Alba de localización donde visibilizan las señas particulares de la mujer: cabello negro, lacio y corto, ojos chicos y oscuros, 162 centímetros de altura, 60 kilogramos. “Se teme por su integridad y que sea víctima de un delito”, apunta la ficha de búsqueda.
Sin embargo, el hermano de Nataly solicitó a las autoridades en Guanajuato modificar esa tarjeta porque tiene datos erróneos. “Está mal la estatura y la edad, sabiendo que también en ningún protocolo está la fecha de nacimiento”.
El Ministerio Público en la entidad contactó a la familia para informarles sobre el avance en la investigación. Las explicaron que ya están haciendo averiguaciones y fueron a la casa donde Nataly vivía, además, entrevistaron a personas que tuvieron contacto con ella por última vez.
Es posible que la familia tome un avión a México para enfrentar aquí la búsqueda de Nataly. “Probablemente, pronto estaremos allá para localizar a mi hermana, a menos de que aparezca antes”, narra Edgar.
Según la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), en Guanajuato existen 2 mil 566 personas desaparecidas y no localizadas desde 1964 a la fecha. Irapuato, Celaya, León y Salamanca son los municipios que encabezan la incidencia de desapariciones en la entidad.
En enero del año pasado, la Secretaría de Gobernación (Segob) reveló que en ese estado se mantiene el hallazgo de fosas clandestinas y cuerpos recuperados debido al incremento de las confrontaciones entre grupos delictivos.
Después de Jalisco, Guanajuato ocupa el segundo lugar con el mayor número de cuerpos localizados en fosas y el tercero con más denuncias de personas desaparecidas: de diciembre de 2018 a diciembre de 2020, el estado registró 1,252 desaparecidos.
Además, Celaya es a la fecha la ciudad más peligrosa del mundo, según el ranking 2020 de las 50 ciudades más peligrosas elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
“En 2020 de las 10 ciudades más violentas del mundo, 7 son mexicanas: Celaya (área metropolitana), Tijuana (área metropolitana), Juárez, Ciudad Obregón, Irapuato (área metropolitana), Ensenada y Uruapan”, destaca el informe.
Ahora Nataly forma parte de esas cifras. Probablemente nunca se imaginó que dejar su tierra representaría ingresar a un sitio aterrorizado por la delincuencia, los asesinatos y la desaparición de personas todos los días.
@ItsMonseOrtiz