Un nuevo ciclo olímpico ha terminado para los deportistas mexicanos en Río de Janeiro, y nuevamente los resultados quedan muy por debajo de las expectativas, en cuanto a la cosecha de medallas y el desempeño.
Mientras se consuma este nuevo fracaso en la justa veraniega, los hombres de pantalón largo, los máximos representantes del deporte en nuestro país, se enfrascan en un cruce de acusaciones, tratando de expiar culpas y endosar el costo de los pobres resultados a su oponente.
Los malos manejos, la desorganización, la falta de planeación y la lucha de poder por el botín deportivo han relegado a segundo lugar a los verdaderos protagonistas: los atletas.
Los deportistas, como siempre, son los más afectados por la profunda corrupción persistente en las federaciones deportivas, protegidas bajo el manto del Comité Olímpico Mexicano (COM), que ha convertido el tema deportivo en un enfrentamiento político.
Aunque el desempeño de Alfredo Castillo de CONADE no ha estado exento de cuestionamientos, previo y durante los Juegos Olímpicos, y es más que probable su salida de este organismo, las responsabilidades de la crisis del deporte mexicano van mucho más allá.
Durante el llamado ciclo olímpico, de 2012 a 2016, el Gobierno federal ha etiquetado recursos por más de mil 700 millones de pesos al deporte, sin embargo, la opacidad del COM y de las federaciones deportivas que se niegan a justificar sus gastos, hacen estéril cualquier esfuerzo.
Desde la llegada de Castillo Cervantes a CONADE, se lanzó una cruzada en contra de las federaciones deportivas por la opacidad en sus manejos. El titular del organismo advirtió a las federaciones que transparentaran y comprobaran sus recursos, o de otra manera les cerraría las llaves del presupuesto.
Amparadas en la Carta Olímpica, que en uno de sus apartados habla de la no intervención del gobierno en la participación de las federaciones, dichos organismos se han negado históricamente a transparentar los recursos que reciben.
La Auditoria Superior de la Federación (ASF) ha documentado casos de corrupción en las federaciones deportivas por montos millonarios y que suponen un quebranto a las finanzas públicas.
En la revisión de la Cuenta Pública 2014, la ASF determinó un probable quebranto a la hacienda pública por parte de la Federación Mexicana de Tiro con Arco, al no poder comprobar el gasto legítimo por más de 4 millones 700 mil pesos.
En el mismo ejercicio, se detectaron irregularidades en las federaciones de Natación y de Taekwondo al revisar 21 procesos de adjudicación simplificados para la compra de materiales y uniformes.
Aunque la ASF ha pedido a CONADE fortalecer los mecanismos de control y supervisión de los recursos que se le otorgan a dichas federaciones, hasta el momento no se ha podido establecer un mayor control y fiscalización al dinero que reciben, ni se sabe su destino final.
El propio Comité Olímpico, ha sido históricamente manejado por una o dos familias, principalmente por Mario Vázquez Raña, quien, hasta su muerte, fue el verdadero mandamás del deporte en México.
El organismo, ahora dirigido por Carlos Padilla ha protegido a las federaciones, ha permitido líderes vitalicios, y lo ha hecho por salvar sus propios intereses, ha sido cómplice, por acción y omisión.
Mal ambiente, malos resultados
Raúl González, doble medallista olímpico mexicano en los Juegos de Los Ángeles en 1984, y quien también estuvo al frente de la CONADE de 1988 a 1994, asegura que las diferencias entre directivos es lo que ha generado un mal ambiente en la delegación mexicana en Río de Janeiro, lo que ha incidido en la falta de resultados.
“Los deportistas después no saben si se cargan de un solo lado o del otro porque tiene consecuencias en su desempeño, en sus apoyos, en su relación como deportistas ante la federación, ante las instituciones deportivas. Nunca un mal ambiente genera resultados buenos.
“Tenemos que regresar al respecto irrestricto de la función y el rol que cada entidad tiene que desempeñar. En la medida que haya respeto y armonía y se definan las funciones la situación podrá mejorar”, afirma González sobre el conflicto entre CONADE y el COM.
El exdirector de CONADE, está convencido de que el problema de la falta de resultados de deportistas mexicanos en el alto nivel es multifactorial, no solo de las federaciones o la falta de recursos, sino también la falta de planeación en el deporte.
“El problema es más de fondo, el problema es más de estructurar y de integrar un verdadero sistema que funcione. Existe una ausencia de planeación a mediano y largo plazo, con disciplina, con soportes firmes que garanticen una continuidad en el trabajo que pueden hacer los deportistas”.
Está convencido que un primer paso sería la voluntad política y el compromiso para impulsar una política de estado en materia de deporte.
“Tiene que ver con la educación física y lo que sucede dentro de los planteles educativos, para que desde la escuela se inicie todo ese proceso de cambio para desarrollar la cultura física y deporte a nivel nacional”.
Actualización necesaria
Daniel Bautista, medallista olímpico en Montreal 1976, ganando la presea de oro en la marcha de 20 kilómetros, ha seguido ligado al deporte, y afirma que no ha cambiado casi nada en estos 40 años.
“Estamos en una crisis. Somos un país de pocas medallas, seguiremos siéndolo.
Necesitamos trabajar de una forma planeada, organizada para poder tener las posibilidades de ser un país que tenga esa cultura y ese desarrollo deportivo”.
Para Bautista, el deportista mexicano tiene el mismo talento que cualquier otro del mundo, sin embargo, la capacitación y preparación del deporte de alto rendimiento está rezagada, por lo que es necesaria una actualización científica de acuerdo a los avances del deporte.
“Necesitamos que nuestros entrenadores, nuestros médicos, nuestros químicos, nuestros psicólogos, nutriólogos, este grupo multidisciplinario que el atleta necesita, pueda ser actualizado para que el atleta tenga un mejor rendimiento”.
El exatleta mexicano, reconoce no solo el talento, sino la disposición y el esfuerzo de los deportistas de alto rendimiento en el país, sin embargo, esto solo no puede bastar, pues sin la preparación adecuada en los tiempos actuales, se está en desventaja.
“Tenemos que avanzar más en la concepción de la metodología de entrenamiento, en la tecnología, en las ciencias, y eso es lo que va a dar, finalmente la medalla”.
De igual forma, asegura que en los tiempos actuales, no hay casos aislados de deportistas que hayan podido destacar en el alto nivel sin los apoyos federativos, pues la logística, la preparación, el fogueo adecuado no serían posibles sin la mediación de los organismos deportivos.
“Ningún atleta del mundo pudiera hacer todo eso de una forma aislada, un atleta no puede decir que no le debe a nadie, finalmente de manera directa o indirecta nos llegan los apoyos”.
Más excusas que medallas
Desde el viento, los jueces, las represalias federativas, la falta de contundencia o la pérdida de concentración, la delegación mexicana en Río de Janeiro (empezando por Alfredo Castillo), han intentado explicar o justificar la falta de medallas.
Castillo, director de CONADE, escribió un mensaje en su cuenta de twitter: “Las represalias por no regalar 15 millones de dólares ahí están”, tras la eliminación de Rommel Pacheco y Yahir Ocampo en clavados sincronizados.
El funcionario hizo referencia al pulso que mantiene el organismo con la Federación Internacional de Atletismo sobre la multa de 15 millones de dólares que se exigen a México como sanción por renunciar a organizar el mundial de natación en 2017.
Los jueces de la prueba rechazaron la solicitud de Pacheco-Ocampo para repetir su salto al indicar que perdieron la concentración por unas luces que se encendieron al momento de saltar del trampolín.
Uno de los fracasos más sonados fue el de la selección de futbol, que quedó eliminada en la primera ronda.
El director técnico, Raúl Gutierrez, atribuyó la eliminación a la falta de contundencia ante la portería rival.
Aida Román, arquera mexicana, y una de las principales esperanzas para obtener una medalla, fue eliminada en rondas preliminares en su disciplina, y también intentó justificarse.
“Me ha costado mucho trabajo el viento, en donde entreno no hay viento, pero así es el tiro con arco”.
El halterofilista Bredni Roque salió a competir con un uniforme con un parche al frente, pues aseguró que las licras que le dieron no lo hacían sentir cómodo. Finalizó en el quinto lugar de su disciplina.
El pugilista Raúl Curiel fue eliminado sin competir por no haber acudido a un control médico de rutina. La delegación mexicana intentó justificarlo al afirmar que había presentado un cuadro de gastroenteritis. Sin embargo ha trascendido que la verdadera razón es que no cumplía con el peso adecuado para su categoría.
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