Como de película

Una vez más Joaquín Guzmán, “El Chapo”, hizo de las suyas.

El capo mexicano escapó del penal del Altiplano, que hasta el sábado por la noche era considerado el más seguro de México.

La fuga que pone en duda otra vez la seguridad del sistema penitenciario mexicano: el mismo “Chapo” se había escapado en el año 2001 de Puente Grande, Jalisco, otro reclusorio que se suponía que era –como el Altiplano, ubicado en Almoloya- de máxima seguridad.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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Una vez más Joaquín Guzmán, “El Chapo”, hizo de las suyas.

El capo mexicano escapó del penal del Altiplano, que hasta el sábado por la noche era considerado el más seguro de México.

La fuga que pone en duda otra vez la seguridad del sistema penitenciario mexicano: el mismo “Chapo” se había escapado en el año 2001 de Puente Grande, Jalisco, otro reclusorio que se suponía que era –como el Altiplano, ubicado en Almoloya- de máxima seguridad.

El jefe del Cártel de Sinaloa había sido detenido el 22 de febrero de 2014, en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, en un operativo limpio donde los elementos de la Marina no realizaron ningún disparo para capturarlo.

El nuevo escape de Guzmán Loera –según la versión dada ayer por las autoridades federales– se llevó a cabo en condiciones tan increíbles que parece sacado de una película de Hollywood.

A las 8 con 52 minutos de la noche del sábado las cámaras de seguridad del reclusorio federal captan por última vez al narcotraficante en su celda. Se supone que “El Chapo” se encontraba en el área de la regadera de su celda número 20, asignada en el área de tratamientos especiales, en el pasillo número 2 de esta prisión donde estaba recluido desde su detención en febrero del año pasado.

Los custodios lo buscan en su celda, pero no lo encuentran.

Se activa el sistema de alarma de probable evasión de reo.

“El Chapo” no está por ningún lado. Lo que sí hallan los vigilantes es una pequeña abertura de aproximadamente 50 por 50 centímetros, según informó Monte Alejandro Rubido, Comisionado Nacional de Seguridad.

La cavidad se trata en realidad de la boca de un túnel.

El orificio encontrado en la celda de “El Chapo” se extiende por metro y medio de profundidad hasta conectarse con un conducto vertical de 10 metros de longitud, distancia que el narcotraficante habría bajado con la ayuda de una escalera hasta llegar al túnel.

Es aquí donde la historia de la fuga de “El Chapo” –contada ayer por las autoridades mexicanas– adquiere dosis de incredulidad y provoca escepticismo.

El narcotraficante –después de lograr escapar de su celda como un topo recorriendo cavidades– llega a un túnel construido en el subsuelo del penal de Altiplano con altos niveles de ingeniería.

El conducto subterráneo encontrado medía de alto 1.70 metros y entre 70 y 80 centímetros de ancho.

No sólo sorprende que el túnel se extendiera cerca de 1.5 kilómetros hasta llegar a una pequeña casa en obra negra ubicada al suroeste de la prisión. Lo que parece increíble es que la obra por donde habría escapado el narcotraficante más famoso del mundo contara con un sistema de ventilación con tubería PVC, que estuviera iluminado y existieran rieles para que rodara una motocicleta que se habría usado para sacar la tierra de la excavación y quizás hasta el mismo narcotraficante.

Es difícil que una escapatoria como la que protagonizó el jefe del Cártel de Sinaloa se haya logrado sin la complicidad de los funcionarios de la prisión.

La fuga provocó que 31 custodios que estaban asignados a la seguridad del reclusorio en el turno nocturno fueran detenidos para que rindieran su declaración ante la PGR.

Entre los funcionarios de la prisión federal que declararon ante el Ministerio Público se encontraba el director del penal del Altiplano, Valentín Cárdenas Lerma.

La Policía Federal montó retenes y filtros de seguridad por las carreteras que conectan con el Estado de México.

El Aeropuerto de Toluca fue cerrado.

Hasta ayer por la noche, todos los esfuerzos de las autoridades federales habían sido inútiles. No había rastro del narcotraficante más poderoso del mundo.

Era como si a “El Chapo” se lo hubiera tragado la tierra.

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