Con ‘B’ de venganza
Los bejaranistas han puesto precio a la cabeza del presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Manuel Granados, que podría rodar en los próximos días, si triunfa el albazo que cocinan contra él desde el lunes pasado con el apoyo de los grupos minoritarios.
Esta es la respuesta de corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) –de René Bejarano– al nuevo jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, al que ven como un enemigo potencial y en venganza por dejarles casi fuera de su gabinete y tratar de arrebatarles la dirección del PRD-DF.
Jonathan Villanueva
Los bejaranistas han puesto precio a la cabeza del presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Manuel Granados, que podría rodar en los próximos días, si triunfa el albazo que cocinan contra él desde el lunes pasado con el apoyo de los grupos minoritarios.
Esta es la respuesta de corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) –de René Bejarano– al nuevo jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, al que ven como un enemigo potencial y en venganza por dejarles casi fuera de su gabinete y tratar de arrebatarles la dirección del PRD-DF.
La moneda de cambio para los grupos minoritarios y el salvavidas del presidente de la Comisión de Gobierno tiene en este caso el mismo nombre y apellido: Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y sus siete consejeros.
Las cartas que sonaban más fuertes para formar el Consejo General del IEDF en el periodo 2013-2020 se tambalean y hay candidatos que ya han sido descartados de manera definitiva. A esto hay que sumar la guerra política y jurisdiccional entre los grupos de poder.
El mayor problema para Manuel Granados es que tiene innumerables detractores que le acusan de no respetar los acuerdos políticos.
Fuentes consultadas por Reporte Indigo detallaron que ya hay mayoría a favor de este tema, pero que se valora reunir a más perredistas inconformes, aunque pidieron no revelar sus nombres para no entorpecer las negociaciones.
Paso obligado
En la toma de protesta de Miguel Ángel Mancera como jefe de Gobierno del Distrito Federal, sucedió un hecho inédito: el nuevo mandatario dejó fuera de su administración a las tribus perredistas.
La decisión afectó, sobre todo, al hasta ahora poderoso René Bejarano, que, de tres secretarías en la administración de Marcelo Ebrard, pasó a una. El disgusto del líder de IDN fue notorio ya que recibió la misma cuota que tiene Nueva Izquierda (NI) y otras agrupaciones minoritarias en la Ciudad de México, y ahora no encuentra dónde colocar a sus simpatizantes.
No se había recuperado aún de la embestida, cuando llegó la fecha de elegir al próximo presidente y secretario general del PRD estatal.
Por si fuera poco, se encontró con otra sorpresa: la formación de un bloque capaz de arrebatarle la dirigencia a través de Raúl Flores, ex jefe delegacional de Coyoacán.
La única manera que encontró Bejarano para evitar otro descalabro fue posponer la elección interna para principios de 2013, con la ayuda de NI en territorio nacional.
Así que las circunstancias solo les dejan a los bejaranistas una opción: asumir de manera frontal el control de la Asamblea Legislativa, donde tienen una amplia mayoría y posee la mayoría de sus comisiones importantes, mediante la oferta de consensos a algunos grupos de NI y otros y ofrecen espacios de poder a quienes se sumen a su propuesta.
No es cosa menor ya que la ALDF es la aduana que abre el paso al desarrollo de las políticas públicas que pondrá en marcha el ex procurador general de Justicia capitalina.
Moneda de cambio
El premio para quienes se sumen al fortalecimiento de IDN es un sitio en el IEDF, donde la corriente bejaranista está dispuesta a quedarse con dos consejeros en vez de tres, a cambio de alcanzar su objetivo: sacar a Granados.
Por esa razón, las negociaciones en la Comisión de Gobierno, instancia encargada de definir los nombres de los siete consejeros electorales del IEDF, se complicaron hasta tal punto que la sesión del lunes pasado se suspendió y la de ayer iba por el mismo camino.
Hay dos propuestas en la mesa. La primera otorga a Izquierda Democrática Nacional dos consejeros; a Miguel Ángel Mancera, uno; a Marcelo Ebrard, uno; a Nueva Izquierda, uno, y el PAN y PRI, uno respectivamente.
La segunda: El bloque bejaranista, dos; los Chuchos, uno; Miguel Ángel Mancera, uno; la Chiquillada (PT, MC, PVEM y Panal) uno; el PAN y el PRI con uno, respectivamente.
Por sorpresa, el gran defensor de IDN es Manuel Granados, quien en las últimas reuniones se ha pronunciado porque a los bejaranistas les toquen tres consejeros y no dos.
De acuerdo con los mismos asambleístas, esta es una acción desesperada por tratar de recomponer la relación con Bejarano y sus más de 17 diputados locales.
Las cartas
A este factor se une un problema más. Los impedimentos legales que tienen los candidatos a ocupar una de las vacantes del IEDF para el puesto de consejero electoral.
Los nombres de Alejandro Delint y Juan Manuel Lucatero cayeron en la sesión de la Comisión de Gobierno del lunes pasado, en la que se acordó no impulsarles más por comprometerse con todos los partidos en vez de con uno solo.
Los legisladores afirman incluso que el magistrado Delint se reunió con Miguel Ángel Osorio Chong en una oficina alterna del gobierno de Hidalgo, ubicada en la colonia Polanco. El bloque panista ya vetó a su alfil Lucatero.
En el PRD, Diana Talavera está en el punto de mira por las acusaciones que obran en su contra, y Luigi Paolo Cerda está impedido porque su permanencia en el PRD no es superior a cinco años.
Por Nueva Izquierda, aparece Rolando de Lasse, quien tuvo una serie de conflictos con la Corte por prácticas irregulares en la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia. También dio instrucciones para negar el recuento de voto por voto en el IFE en la elección de 2006.
Jesús Valencia tiene abierto un procedimiento en el Tribunal Electoral por trabajar como secretario de Estudio y Cuenta y litigar al mismo tiempo, actividades prohibidas en el Código Electoral.
En el caso de la candidata favorita de Miguel Ángel Mancera, Martha Laura Almaraz, hay un impedimento señalado por la propia convocatoria: conocer la materia electoral, un asunto del que ella misma reconoció que le era ajeno.
Por todo esto, las negociaciones son muy complicadas y un proceso legal puede revertir el nombramiento de los siete consejeros electorales, pues hay quienes esperan impugnar los nombres de los posibles elegidos.
En cuanto a los dos juicios promovidos ante el TEPJF en contra de la convocatoria, el plazo venció y se ve difícil que prosperen.