Con el agua hasta el cuello
En medio de una crisis económica, el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) se encuentra ahogado en nómina, pago de deudas y restricciones tarifarias.
A casi tres años de que los priistas tomaran el control del organismo, se han tenido pocos avances con respecto a la administración anterior liderada por el panista Rodolfo Ocampo, que dejó un saldo desastroso.
Paloma Robles
En medio de una crisis económica, el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) se encuentra ahogado en nómina, pago de deudas y restricciones tarifarias.
A casi tres años de que los priistas tomaran el control del organismo, se han tenido pocos avances con respecto a la administración anterior liderada por el panista Rodolfo Ocampo, que dejó un saldo desastroso.
Los priistas supieron mitigar el conflicto derivado del desfalco a Banobras y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por mil 200 millones de pesos para el programa Todos con Agua, pero no dieron soluciones concretas ni para aumentar el servicio de agua, ni para mejorar el servicio.
El cambio de nombre del SIAPA por MetroAgua propuesto en diciembre de 2011 era apenas el inicio de la nueva era del organismo, pero a meses de que iniciara la intervención los avances no se ven.
En el dictamen aprobado por el consejo de administración se proyectó que el organismo haría más eficiente su estructura orgánica.
Se transformarían las ocho gerencias en cuatro direcciones con sueldos menores que implicarían un ahorro anual de 20 millones de pesos.
Pero a la fecha no hay ahorros, por el contrario, la nómina aumentó de un año a otro aún cuando se indicó que se redujeron el número de plazas.
En julio del año pasado el organismo tenía aproximadamente tres mil empleados y pagaba un nómina mensual de 34.8 millones de pesos.
En el mismo mes del 2012 la nómina se redujo en aproximadamente 59 plazas -según una comparativa de ambos años- no obstante el monto de pago aumentó a 35 millones 669 mil 764 pesos.
Por lo que no se explica el ahorro de 20 millones propuesto, pues en realidad el organismo está pagando casi un millón de pesos más en nómina de manera mensual.
De hecho en 2010 con un padrón de tres mil 64 empleados el SIAPA tenía un gasto mensual de 33.8 millones de pesos aproximadamente.
Reporte Indigo solicitó entrevista con el director general del SIAPA, José Luis Hernández Amaya para conocer la situación financiera del organismo, sin embargo se negó la información argumentando que no había novedades.
Por lo anterior, Hernández Amaya también se negó a contestar sobre el avance en la implementación de la reingeniería.
Aunque llevan 8 de los 10 meses que acordaron, el consejo conformado por los alcaldes de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá así como representantes del Gobierno de Jalisco, no han presentado avances significativos.
En el acta también se validó la integración de los otros municipios de la Zona Metropolitana como Tlajomulco, El Salto, Juanacatlán e Ixtlahuacán pero a la fecha ninguno de esos municipios se ha anexado al servicio.
Tan poco clara ha sido la posición del SIAPA frente a su reestructura, que la posibilidad que un actor de la ciudadanía esté al frente del organismo -como quedó manifiesto el día de su anuncio- figura como algo impensable.
Lo anterior, sumado a la serie de complicaciones financieras, hace creer que el organismo no tiene rumbo, ni un futuro sencillo.
Los números rojos
En el SIAPA nadie sabe qué fue primero, la deuda o la falta de recursos.
Y es que aún cuando el organismo tiene un presupuesto de más de 2 mil 400 millones de pesos las deudas ahorcan su finanzas.
La solución al problema financiero resulta cada vez más complicada porque el aumento en la tarifa del agua es impopular y nadie quiere asumir el costo político.
Pero es la única fuente de ingresos -además de las aportaciones de los municipios- con la que cuenta el organismo.
Según registros de la Secretaría de Finanzas la deuda total del SIAPA al mes de julio asciende a 2 mil 437 millones 485 mil pesos, monto similar a su presupuesto anual para las operaciones de todo el organismo.
La deuda con Banobras por mil 200 millones de pesos lleva una liquidación mínima, el saldo es de mil 161 millones de pesos.
Con la banca comercial el SIAPA tiene tres empréstitos en curso, uno con Santander-Serfín por 6 millones 379 mil pesos, otro con Bancomer por 22 millones 225 mil pesos y un último más con Interacciones por mil 247 millones 205 mil pesos.
Este último préstamo se encuentra entrampado en una negociación con Interacciones que desde el año pasado exige al organismo que adelante el pago total de la deuda, pues ha incumplido con el compromiso de bancarizar las cuentas de los usuarios.
Si la posición de Interacciones gana, entonces el organismo quedaría completamente rebasado en sus finanzas, según lo ha expresado a la prensa el propio director general del SIAPA, José Luis Hernández Amaya.
El titular del organismo apuesta al cambio de condiciones del crédito y con ello conseguir un tasa interbancaria manejable.
El SIAPA debería asumir el compromiso de bancarizar la mitad de las cuentas, obligación que debió cumplir desde el año 2008 cuando el crédito fue adquirido.
En cambio su titular se defiende y asegura que los usuarios del servicio prefieren pagar directamente en las cajas del organismo.
Hasta hoy la negociación sigue a la espera de ser resuelta, en tanto que el Consejo de Administración -a poco tiempo de que terminen las administraciones municipales- sigue sin sesionar.
El precio del agua
El precio del agua y una recaudación eficiente, son temas pendientes del SIAPA.
El Congreso de Jalisco aprobó apenas en agosto pasado la creación de un Consejo Tarifario ciudadano que permita la despolitización del precio del agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Y es que a pesar de que el costo real del tratamiento del agua es de 12 pesos por metro cúbico, se cobra a 5.6 por igual, tanto al pequeño como al gran consumidor.
Este subsidio de más del 100 por ciento ha propiciado que las finanzas del SIAPA sigan en números rojos.
El aumento es un tema que sigue entrampado, pero se espera que el nuevo consejo ciudadano establezca una nueva tarifa para el 2013.
Esta vez se estaría buscando que solo el consumidor moderado sí reciba el subsidio.
Pero las deudas de la paraestatal parecen estar enredadas en problemas administrativos adicionales.
Y es que estas reestructuras de la nómina, donde finalmente se gasta más, no tienen coherencia con esta necesidad de más recursos.
Porque en vez de permitir que –por ejemplo- se reduzca la nómina mediante el pago en los bancos y con ello llegar a una negociación sobre la deuda del SIAPA, sigue inflando la nómina con empleados de ventanilla.