Durante siglos, el círculo de los negocios estuvo cerrado a las mujeres. Hoy ellas tienen una importante participación al frente de grandes empresas en México y el mundo, aunque llegar a la cima no es tarea fácil.
La llave que ha abierto la puerta: crear espacios de trabajo sororos donde las mujeres que están en altos puestos directivos empoderan a otras mujeres para que juntas alcancen la meta.
Magdalena Carral, copresidenta del capítulo mexicano Women Corporate Directors (WCD), reconoce que en la actualidad muchas profesionistas se enfrentan a la barrera de la inseguridad personal, situación que se convierte en un freno para dar el salto.
En México, destacan muchos ejemplos de empresarias exitosas como María Asunción Aramburuzabala, directora general de Tresalia Capital; Mayra González, presidenta de Nissan México; Ana Victoria García, fundadora de Victoria147; Mónica Flores, directora general para ManpowerGroup Latinoamérica o Blanca Treviño, quien además de ser presidenta ejecutiva de Softtek, recién fue nombrada como la nueva vicepresidenta del Consejo Mexicano de Negocios (CMN).
Blanca Treviño, fue una de las principales impulsoras para que el nombre del CMN se modificara, pues originalmente era Consejo Mexicano de Hombres de Negocios
Pero no son las únicas, dentro del sistema financiero está María Ariza, quien es la capitana de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), e Irene Espinosa, la única subgobernadora que ha sido parte de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
Espinosa también marcó un hito al convertirse en la primera mujer en la historia de México en firmar el papel moneda que circula en el país para validar su autenticidad.
En el sector público se encuentra Margarita Ríos-Farjat, al frente del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Ríos-Farjat es la segunda mujer en ocupar la silla como jefa del órgano fiscalizador en su historia; la primera fue Alma Rosa Moreno, en 1999.
Para la doctora en Política Pública por la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey, el papel de las mujeres es vital en las labores del SAT, pues reconoce que su visión permite tener procesos más incluyentes para todas y todos los contribuyentes.
Aunque se define como una persona a la que le gusta apoyar a la gente con la que trabaja, confiesa que procura estar siempre del lado de ellas.
“Las mujeres se enfrentan a la obstaculización social, cultural y familiar que impide que muchas tengan acceso a las mismas oportunidades, por eso hay que apoyarlas”, comenta la también poeta.
Cerrar brechas, unir esfuerzos
Es evidente que las mujeres llevan la batuta en el mundo económico y financiero, pero la situación es un poco más compleja al interior de las compañías listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Un estudio de la organización Women Corporate Directors muestra que sólo 162 mujeres ocupan puestos como consejeras en las emisoras de la bolsa.
A pesar de que esta cifra equivale apenas a una representación de 7.4 por ciento, Magdalena Carral asegura que si no se les apoya y no existe empatía se les va a orillar a salirse de las empresas porque no se van a sentir respaldadas, pero es optimista al comentar que cada vez más mexicanas trabajan juntas para equilibrar la balanza.
“Todas las mujeres que están en el mundo de los negocios tienen un gran impacto y están muy bien preparadas, y lo mejor es que están abriendo camino a las que vienen detrás de ellas”.
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