PET: acuerdo en la basura
Suena la campana, han pasado 45 minutos de sesión legislativa y el presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado de Jalisco le da un trago largo a la botella de agua que está frente a él.
Es su último día en el puesto, muchas iniciativas se aprobaron durante su periodo como líder del recinto que guarda al Poder Legislativo, entre ellas un acuerdo para eliminar el uso de botellas de agua en los eventos dentro de los edificios de dicho poder.
Jonathan Ávila
Suena la campana, han pasado 45 minutos de sesión legislativa y el presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado de Jalisco le da un trago largo a la botella de agua que está frente a él.
Es su último día en el puesto, muchas iniciativas se aprobaron durante su periodo como líder del recinto que guarda al Poder Legislativo, entre ellas un acuerdo para eliminar el uso de botellas de agua en los eventos dentro de los edificios de dicho poder.
Han pasado poco más de seis meses desde que el Pleno del Congreso del Estado aprobó un dictamen de acuerdo legislativo para que los dos edificios del mismo sean sustentables y se elimine gradualmente el uso de productos derivados del polietileno tereftalato (PET), sin que se hayan hecho las gestiones para llevarlo a cabo.
El PET, conocido por ser usado principalmente en la elaboración de las coloquialmente llamadas botellas de plástico, se reparte todavía en los eventos internos y públicos del Legislativo para dotar de aguar a los 39 diputados, invitados y asesores.
De las cerca de 36 comisiones permanentes en el Congreso, salvo la de Participación Ciudadana, Transparencia y Acceso a la Información Pública, aún usan botellas de agua para sus miembros.
En la que no se reparten estas botellas preside el diputado local independiente Pedro Kumamoto Aguilar; a cada uno de sus integrantes se les coloca un vaso de cristal y se reparte el líquido con jarras. Él fue el promotor del acuerdo legislativo incumplido.
La iniciativa fue presentada desde marzo de 2016, aunque su aprobación no se dio sino hasta agosto de ese año por unanimidad.
En su momento, Kumamoto Aguilar argumentó que al ser México el tercer consumidor más grande del mundo en cuanto al PET, tras Estados Unidos y China, con un consumo anual de 225 botellas por persona, este tema se volvía crucial por el impacto de la degradación de este tipo de botellas, con un periodo entre los 100 y los 700 años.
“Si bien el uso de las botellas de plástico es popular debido a sus múltiples beneficios, para las empresas y su posible reúso a través de reciclaje, existe una grave problemática debido a la contaminación que se genera no sólo por la producción de este tipo de material sino también por el desecho del mismo”, se leía en la iniciativa.
Aunque previendo la falta de preocupación en cuanto al tema ambiental, la iniciativa de Kumamoto contemplaba un argumento presupuestario para sustentar la aprobación de su acuerdo legislativo.
Millones en ahorro
La iniciativa señalaba en sus motivos que el Congreso genera un gasto anual de cerca de 87 mil 750 pesos en botellas de agua de 330 mililitros, contemplando la compra de 32 mil 400 botellas para surtir durante un año los eventos del Legislativo.
En oposición al uso de este tipo de botellas para surtir de líquido a los legisladores y personas invitadas a los eventos legislativos, Kumamoto argumentaba que se podían utilizar jarras y vasos de cristal, con cálculos sobre el número necesario, contemplando dos vasos por diputado para las sesiones plenarias.
“Con una inversión inicial y un gasto constante en la compra de garrafones sería de aproximadamente 15 mil 496 pesos, contando con ello con un ahorro aproximado de 72 mil 254 pesos anuales”, sostenía.
Además, el mismo acuerdo señalaba la posibilidad de buscar la adquisición de filtros purificadores para el Legislativo, pero dejando en pausa la iniciativa para hacer una revisión por el estado que podrían guardar las tuberías de los edificios a su disposición.
“Sin embargo reconocemos la pertinencia de que éste sea un proceso de transición deseable mas no inmediato al no haber estudios recientes de la situación actual de las tuberías del Congreso”, expresaban los diputados en los motivos.
Sin sanción
Una revisión de Reporte Indigo da cuenta de la realidad omisa sobre un tema que habla de la capacidad de tomar decisiones a conciencia sin que tenga que haber una normativa estricta.
Ya que al tratarse de un acuerdo legislativo, los diputados locales pueden incumplir con lo acordado sin que exista una sanción, incluso no hay lineamientos que determinen acciones para que se cumplan, salvo la presión pública y de un grueso importante de los legisladores.
En tanto que, de acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Jalisco, el secretario general del mismo debe cuidar que se cumplimenten los acuerdos del Congreso, según el artículo 49.
Mientras que el Congreso sigue utilizando botellas que no sólo representan un impacto en el medio ambiente y la falta de voluntad para hacer valer los acuerdos, sino que representan un impacto al erario del que dispone este poder.
Ya que, tan sólo en el pasado mes de diciembre –tras una revisión de Reporte Indigo– los legisladores emitieron seis cheques a beneficio de la Distribuidora Garci Crespo por el pago de facturas de agua purificada, cheques que representaron un gasto de 105 mil 186 pesos en un solo mes, de acuerdo con su portal de transparencia.
Casi ignorado
El artículo segundo del acuerdo 645-LXI-16 también contemplaba un exhorto al Gobierno del Estado, los organismos públicos autónomos y a los 125 municipios para que llevaran a cabo las mismas gestiones.
Según el portal de Infolej, del Poder Legislativo, este exhorto sólo tuvo la respuesta de seis Ayuntamientos.
Entre los que se encuentra San Martín de Bolaños, Autlán, Zapopan, Valle de Juárez, Jocotepec y Chapala. Sólo uno de estos forma parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
El tema releva la poca relevancia del tema ambiental para la administración pública de Jalisco, así como por hacer cumplir los acuerdos legislativos, a pesar de que no exista sanción por incumplimiento.
El gasto en agua
Popularizada en años recientes, la tendencia de tomar agua de una botella hecha con PET genera una fuerte inversión en el Congreso local:
>> 225 botellas por persona es el consumo anual promedio en el país
>> 700 años puede llegar a tardar en degradarse una botella hecha con PET
>> 32,400 botellas de plástico con agua compran en el Congreso al año para distribuirlas en sus eventos
>> 87,750 pesos gasta anualmente el Congreso en agua en botellas de PET
>> 8,928 pesos se gastarían si en vez de botellas de plástico compraran garrafones