Conoce las tres herramientas de espionaje que usa la FGR
Las principales herramientas de espionaje utilizadas durante el sexenio pasado fueron un software para geolocalizar, dos para cubrir las necesidades de intercepción de llamadas y uno más para acotar el área de una geolocalización y dar de manera precisa con el aparato rastreado
Eduardo Buendía y Ernesto SantillánLa compra de software para geolocalización no es la única herramienta de espionaje que utiliza tanto la Fiscalía General de la República como las estatales de manera arbitraria.
De acuerdo con dos personas que laboran en la SEIDO y cuya identidad pidieron se mantenga en el anonimato, a lo largo del sexenio pasado se utilizaron otros programas y equipos de espionaje (sin contar el de geolocalización Geomatrix) que se complementan entre ellos para poder atender una amplia gama de investigaciones. Hoy en día, dos de estas plataformas siguen activas.
El primero se llamó Tayopa (este programa se puso en pausa el 31 de diciembre de 2018), y se desarrolló bajo el mando y con conocimiento explícito del exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam.
El programa consistió en el armado de una serie de camionetas equipadas con hardware y software de espionaje, cuya finalidad era acotar el área de una geolocalización para dar de manera precisa con el aparato rastreado.
“En el Centro de Control Técnico contábamos con 5 sets de 3 camionetas: una llamada pasiva, otra activa y otra inhibidora o jammer; eso componía un set.
“La pasiva funciona como un “sniffer”, sirve para interceptar y escuchar llamadas. La activa funge como una antena BTS y suplanta una antena de telecomunicación; ‘es un ataque hombre en el medio’: yo hablo y pienso que me conecto a una de las antenas de la compañía que me brinda el servicio de comunicación pero realmente me estoy conectando a la camioneta, pero parece ser todo normal.
“La Jammer funciona como un inhibidor de frecuencias de señal, las bandas en donde fluctúan las comunicaciones de las compañías que brindan servicio. Es para cuando llegas a una zona y no quieres que la persona investigada se pueda seguir comunicando, entonces bajas todas las comunicaciones con ese equipo, es decir, metes frecuencia dependiendo del equipo que sea, y ya no llegan llamadas”, explican.
El costo aproximado de las camionetas fue de 8 millones de dólares norteamericanos según las fuentes.
Escuchas, una práctica vigente
Aunado al armado de estas camionetas, la Dirección General de Cuerpo Técnico de Control, la cual se encuentra adscrita a la SEIDO, también cuenta con dos plataformas que les permiten tanto extraer información como interceptar llamadas de cualquier teléfono celular y las cuales funcionan en conjunto.
La primera de ellas, bautizada como JCI, se comenzó a utilizar desde principios del sexenio pasado y fue entregada a las autoridades mexicanas por la embajada de Estados Unidos gracias a la Iniciativa Mérida.
No obstante, en el 2015, fecha en la que José Sigifredo Valencia Rodríguez, actual Director General del Cuerpo Técnico de Control, ocupó el cargo, las actualizaciones para el correcto funcionamiento de este sistema se dejaron de pagar y buscó desarrollar su propia plataforma que les brindara el mismo servicio.
Un año más tarde, bajo la gestión de Arely Gómez González como Procuradora General de la República, comienzan a diseñar con un presupuesto de 10 millones de dólares norteamericanos un nuevo sistema denominado Trinity, y para 2017 ya se encontraba operando a prueba y error con el conocimiento de Alberto Elías Beltran, quien finalmente fue el que autorizó su uso.
Actualmente, JCI se utiliza para interceptar las llamadas que provienen de la compañía AT&T exclusivamente, mientras que Trinity lo ocupan para escuchar las conversaciones de la líneas telefónicas pertenecientes a Telcel y Movistar, aseguran las fuentes.
En conjunto, ambas personas que laboran al interior de la SEIDO, coinciden en que diariamente se realizan de manera exitosa cerca de 3 mil intercepciones telefónicas.
De acuerdo con el Informe Anual de Labores 2018 del Consejo de la Judicatura Federal, las autoridades investigadoras presentaron ante los Juzgados Federales penales especializados en cateos, arraigos e intervención de comunicaciones y Juzgados de Distrito especializados en medidas cautelares y control de técnicas de investigación 34 mil 80 solicitudes, de las cuales 8 mil 611 corresponden a intervención de comunicaciones y 949 a requerimientos a concesionarios.
Asimismo, en el Portal de Servicios en Línea del Poder Judicial de la Federación, las Procuradurías y Fiscalías Generales de los Estados de la República solicitaron 8 mil 439 intervenciones de comunicación y 7 mil 255 autorizaciones de requerimientos a concesionarios de telecomunicaciones.
Con esto se concluye que al igual que en la utilización del software para geolocalización Geomatrix, la FGR incumplió con su responsabilidad de publicar información estadística sobre el ejercicio de vigilancia correspondiente a los años que van del 2015 al 2018 al no publicar información en su sitio, solamente en la Plataforma Nacional de Transparencia y al no presentar la información siguiendo el formato establecido por los lineamientos de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información, lo que pone en evidencia la falta de controles institucionales para la realización de estas prácticas.