Consulta NAIM: entre el caos y la polémica
Hoy comienza la consulta que definirá el futuro del Nuevo Aeropuerto en medio de cuestionamientos por la falta de legalidad del mecanismo y las advertencias del sector financiero por la posible cancelación de la obra en Texcoco
Carlos SalazarLa controvertida consulta que definirá el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) comienza hoy con más dudas que certezas, en medio de una creciente tensión entre el gobierno electo y los empresarios involucrados, y con la incógnita sobre el nivel de participación ciudadana.
El procedimiento para preguntar sobre el futuro del aeropuerto organizado por el gobierno electo -que en la campaña se pronunció abiertamente por cancelar la construcción de la terminal aérea en Texcoco- carece completamente de sustento legal y de carácter vinculatorio, y ha sido señalada como un mero mecanismo para legitimar una decisión que ya está tomada de antemano.
Según los cálculos más optimistas un máximo del 2 por ciento de los ciudadanos mayores de edad participarían en la consulta, un porcentaje que ni siquiera podría considerarse como representativo para una decisión trascendental y que podría marcar el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Aunque hay quienes afirman que la participación no llegará ni al uno por ciento.
Por si no hubieran suficientes cuestionamientos, diversos análisis periodísticos arrojan resultados preocupantes: En más del 90 por ciento de los municipios donde se colocarán casillas, Andrés Manuel López Obrador resultó ganador en las elecciones del pasado 1 de julio.
Además, de los municipios elegidos hay algunos que no están entre los más poblados, y se dejaron fuera a otros con mayor población, una decisión que parecería no tener sustento.
Otro factor negativo es que tampoco hay certeza sobre las medidas de seguridad para evitar que una persona vote dos o más veces, ni sobre quién vigilará las urnas hasta el domingo cuando termine la consulta.
Falsa imparcialidad
Tanto el presidente electo López Obrador como sus colaboradores, principalmente el futuro titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, han afirmado en sus declaraciones públicas que habrá total imparcialidad en el ejercicio y que la información que han hecho llegar a la ciudadanía cumple el único objetivo de ayudarles a tomar una mejor decisión pero sin el afán de inclinar el sentido de su voto.
Incluso, el propio Jiménez Espriú ha señalado que no votará en la consulta, ya que está “obligado profesionalmente” a mantenerse imparcial. Estas afirmaciones ha pretendido reforzarlas argumentando que ambas opciones (Texcoco y Santa Lucía) son técnicamente factibles, aunque cada una de ellas cuenta con sus propias ventajas y desventajas.
Desde la campaña por la Presidencia, López Obrador prometió en más de una ocasión cancelar las obras del NAIM en Texcoco, y aunque con el paso de las semanas -y ya después de la elección- ha venido matizando su discurso, su preferencia ha sido clara.
En sus diversos mensajes videograbados o en sus actos públicos, tanto López Obrador como Jiménez Espriú, han defendido la viabilidad de construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, citando únicamente documentos que ratifican esa postura e incluso ofreciendo información solamente parcial de estudios más extensos.
En contraparte han tomado una posición en contra de continuar con las obras en Texcoco y le han dado publicidad a informes como el presentado por la organización civil Poder titulado “EL NAICM: Un mal negocio para México”. Pero, eso sí, en todo momento han defendido su imparcialidad.
En la boleta de la consulta, los usuarios deberán responder la siguiente pregunta: “Dada la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ¿cuál opción piensa usted que sea mejor para el país?”.
Hay dos opciones, la primera es reacondicionar el actual aeropuerto y el de Toluca y construir dos pistas en Santa Lucía; la segunda indica continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto en Texcoco y dejar de usar el actual AICM. La gama de colores de la boleta coincide con los colores institucionales de Morena.
Presumiblemente, el ejercicio fue financiado por legisladores de Morena, serán voluntarios del mismo partido político o afines al gobierno electo quienes recibirán las votaciones y quienes contabilizarán los sufragios.
Si eso no fuese suficiente para dudar de la verdadera imparcialidad del ejercicio, el politólogo Sebastián Garrido hizo un análisis acerca de los 538 municipios seleccionados para la consulta, y con base en criterios poblacionales, encontró que la lista no incluye 102 de los 502 municipios más poblados, aunque sí considera 138 que no están entre estos 502.
Ante esta evidencia, falta claridad sobre los criterios que se utilizaron para la selección de estos municipios. De estos 138 municipios que quedaron fuera destacan 13 ubicados en Jalisco y 10 en Guanajuato, éste último estado, el único que perdió López Obrador en las pasadas elecciones a la Presidencia.
Y aparece Riobóo
En el último informe presentado por Javier Jiménez Espriú donde se ratifica la viabilidad técnica de la operación simultánea entre el actual Aeropuerto de la Ciudad de México y la Base Militar de Santa Lucía volvió a salir el nombre del Grupo Riobóo.
Aunque el estudio fue elaborado por la empresa europea NavBlue, en el documento que puede consultarse en línea, la compañía detalla que las suposiciones del proyecto ‘se basan en documentación proporcionada por Grupo Riobóo, así como en fuentes adicionales’.
Esta compañía encabezada por el Ingeniero José María Riobóo, ha sido señalada por presuntamente ser favorecida con obras públicas en la Ciudad de México, cuando López Obrador fungía como Jefe de Gobierno. Actualmente el empresario es asesor del presidente electo y del futuro titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el tema del nuevo aeropuerto. Incluso se ha señalado que la decisión de construir dos pistas en Santa Lucía podría beneficiarlo.
Jiménez Espriú afirmó este mediodía durante la presentación del informe, que las conclusiones y recomendaciones que hizo la empresa NavBlue son totalmente imparciales y solo están basadas en los conocimientos técnicos de los especialistas que participaron en su elaboración, aunque omitió mencionar la participación de Grupo Riobóo en el estudio.
Además agregó que tanto él como los integrantes del gobierno electo mantienen y han mantenido la imparcialidad en cuanto a la decisión de la consulta.