El Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón se ha quedado corto en mitigar la mala calidad del aire en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM). Las acciones para reducir los altos índices de contaminación simplemente han sido nulas.
La Secretaría de Desarrollo Sustentable, a cargo Manuel Vital, no ha emprendido un programa masivo de arbolado en áreas públicas en esta entidad, pero además no ha fortalecido las políticas públicas destinadas a reducir las concentraciones de contaminantes.
Sin áreas verdes, las estaciones de monitoreo ambiental continuarán reportando la presencia de partículas contaminantes, PM 2.5 y PM10, que son consideradas tóxicas para la población.
Esto pone a Nuevo León en una situación crítica con la presencia del Covid-19. La única acción en el tema de contaminación que ha realizado Vital fue el pasado 14 de enero, cuando anunció el nuevo Programa de Respuesta a Contingencias Atmosféricas en la entidad, tras la entrada en vigor de la norma NOM-172 Semarnat 2019.
El Reporte de la Calidad del Aire presentó en esta semana dos días consecutivos con contaminación. Anteriormente no se reportaban correctamente los niveles en la entidad y la Secretaría de Desarrollo Sustentable no activaba las contingencias ambientales por tener parámetros de contaminación más bajos.
El presidente del Comité Ecológico Pro Bienestar, Guillermo Martínez Berlanga, advierte que actualmente Nuevo León no tiene bosques que sirvan como defensas naturales, por lo que considera que debe empezar una reforestación masiva de 10 a 20 mil árboles nativos.
Desde diciembre, los diputados aprobaron la creación de la Comisión Estatal de Calidad del Aire pero la segunda votación está pendiente
“La ciudad ya no tiene defensas naturales, ya no sabemos cómo decirles, la urbe metropolitana de Monterrey carece de pulmones urbanos, necesitamos 11 espacios similares al Parque Fundidora. Ninguna ciudad en el mundo puede combatir o reducir la contaminación si no tiene bosques urbanos”, asegura Martínez Berlanga.
A pesar del paro de actividades vehiculares por la contingencia del coronavirus aún se reporta alta contaminación en el ambiente.
“La actividad vehicular decreció en 80 por ciento y como quiera hay contaminación, ya no tenemos remedio”, señala el activista.
Congreso no atiende contaminación
Diputados del Congreso de Nuevo León suspendieron las mesas de trabajo y sesiones cuando estaba pendiente la aprobación de la reforma al artículo 3 de la Constitución local, que crea la Comisión Estatal de Calidad del Aire.
El pasado 18 de diciembre aprobaron en primera vuelta este dictamen, pero aún falta que se vote en segunda vuelta en este segundo periodo de sesiones del segundo año legislativo.
Aunque el dictamen está pendiente, la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local, la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Claudia Caballero, asegura que tuvo mucho éxito la mesa de trabajo el mes de febrero.
Así continuará al menos hasta el 20 de abril, pues los legisladores decidieron no laborar hasta ese día por la contingencia del coronavirus.
Este organismo estará dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, autonomía técnica y de gestión, con el objeto de ejecutar las políticas públicas de carácter estatal destinadas al cuidado y protección de la calidad del aire en el estado de Nuevo León.
“El organismo será altamente especializado técnicamente para lograr tales fines”, afirma la diputada panista.
En teoría, la Comisión Estatal de Calidad del Aire debe impulsar los acuerdos con gobiernos federales y municipales para la regulación de las emisiones federales y municipales.
Incluso, este órgano debe prestar atención en el transporte público y de carga, ya que ambos están identificados como fuentes contaminantes, según el centro Mario Molina, el cual definió que Nuevo León tiene que emigrar a modelos con bajas emisiones.
