Contradicción en la CNDH por despidos de trabajadores
La CNDH despidió presuntamente sin justificación en plena pandemia a cuatro trabajadores de su programa especializado en VIH; los afectados afirman que es una contradicción institucional y se violan sus derechos humanos en vez de procurarlos
David MartínezLa Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) despidió presuntamente sin justificación y en plena pandemia a cuatro trabajadores del Programa Especial de Sexualidad, Salud y Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Esta área de la CNDH es la encargada de dar atención precisamente a las personas con VIH y de la diversidad sexual.
Uno de los afectados, Manuel López, tiene 67 años de edad, es paciente con VIH y estaba a tres meses de retirarse con derecho a pensión.
López relata que el viernes 29 de mayo, Raúl Albores, director del Programa Especial de Sexualidad, Salud y VIH en la Comisión, lo despidió a él y a otras tres personas sin justificación.
Explica que el único argumento que dio el órgano procurador de los derechos humanos -a través de un comunicado de prensa y no directamente a ellos- es que se iba a iniciar un proceso de reestructuración interior.
“Tengo VIH y resulta muy paradójico que el programa que se supone que me tiene que proteger me esté lanzando de esa manera”, dice López, quien laboraba como operador de servicios.
Su preocupación es que podría perder su derecho al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y, con ello, dejar de recibir tratamiento tanto para el VIH y otras enfermedades a causa de su edad, como molestias en la ciática y artritis.
“Son cosas que se ven con mi médico tratante y si me corren tengo que iniciar otro proceso en la Clínica Condesa”, detalla e indica que se quedaría sin seguridad social para atender sus demás enfermedades.
Despidos de trabajadores contradictorios
Los ceses también se dan en el contexto de la pandemia por Covid-19, por lo que la CNDH hizo el llamado a las empresas a no despedir a su personal.
El 31 de marzo pasado, con la entrada de la fase 2 de la contingencia sanitaria, la Comisión emitió un comunicado en el que llamó a la iniciativa privada a no terminar relaciones laborales durante la emergencia por Covid-19.
“Evitar el cese de las relaciones laborales, omitir el pago de salarios, o incurrir en alguna violación de los derechos laborales de las y los trabajadores, exponiéndolos a concurrir a lugares cerrados o de mucha aglomeración”, fue el llamado que hizo la CNDH.
Ante esto, López considera que el órgano actúa de manera contradictoria sin respetar sus derechos.
“La CNDH violentó nuestros derechos, nunca nos notificó de ningún procedimiento, ni nos dio derecho de audiencia, o se nos señaló de cometer ninguna falta grave”, defiende.
El hombre cuenta que el viernes 29 de mayo fue citado el personal del programa a las instalaciones de la CNDH, y ahí Raúl Albores les notificó a los afectados de su cese.
Manuel López indica que cuando pidieron una explicación, Albores les dijo que la reunión no era una conversación y nada más era para notificarles del despido. Sin embargo, hasta el momento no los han hecho firmar ningún documento ni han hablado para tratar el tema de alguna posible compensación económica.
La justificación
Ante la presión de activistas en pro de los derechos de las personas con VIH y de la diversidad sexual tras conocer la situación de los despidos y del programa, la Comisión emitió un comunicado el día 2 de junio.
“Derivado de la preocupación externada por parte de algunas organizaciones de la sociedad civil y algunas personas activistas sobre el equipo de trabajo del Programa Especial de Sexualidad, Salud y VIH, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos informa que dicho programa especial no desaparecerá ni está siendo desmantelado, como lo externó con una genuina preocupación un grupo de personas”, detalló el órgano.
También señaló que, como se había declarado con anterioridad ante el Congreso de la Unión, la CNDH era un aparato obeso y, en la mayoría de los casos, ineficiente, y que el programa especial no estaba exento de esa situación.
Respecto a los despidos, argumentó que eran parte de un proceso de renovación que pretendía eliminar las anomalías del programa, como viajes al extranjero o altos montos gastados en viáticos.
Problema personal
Manuel López niega que haya generado gastos excesivos a la Comisión y afirma que su sueldo no se acerca al de los directivos ni tampoco ha gastado en viáticos como lo informó la CNDH.
“Me molesta mucho un desplegado donde nos dicen que había un dispendio de recursos, cuando lo único que tenemos es un automóvil Tiida totalmente austero que usan los directores y no manejábamos recursos públicos”, señala.
Por lo cual, considera que es una cuestión personal su despido por los roces que existían con Raúl Albores.
Otro de los afectados, José Matus, quien se desempeñaba como subdirector del programa, relata que Albores tuvo varias conductas que generaban molestia entre algunos trabajadores.
Fue una decisión arbitraria. Hubieron disgustos por cómo pedía las cosas, nunca saludaba, todo quería que lo notificáramos por correo, no en persona, ni por mensaje de WhatsApp”, detalla.
También, menciona, Albores supuestamente escribe correos laborales con insultos a sus subordinados.
Por ello, Matus y los otros tres afectados están analizando la ruta jurídica para actuar en contra de la CNDH por despido injustificado.
Sin embargo, esto tendrá que ser hasta el 15 de junio cuando el Poder Judicial regrese a las actividades tras la contingencia sanitaria por el Covid-19.