El control político será el principal reto que enfrentará el gobernador interino que supla la ausencia de 6 meses de Jaime Rodríguez en el Gobierno de Nuevo León.
Ya sea Manuel González o Humberto Torres quien tome el lugar de Rodríguez en el cargo, la estabilidad política en un año clave en el país deberá ser su prioridad.
El tema de seguridad será el primer desafío a corto plazo para el sustituto de “El Bronco”, el tiempo de maniobra será poco.
Desde un principio, el gobernador interino deberá tomar decisiones contundentes que enderecen el barco en la Secretaría de Seguridad Pública, que encabeza el general Arturo González.
Además, el problema del Sistema Penitenciario de Nuevo León es una bomba de tiempo, que podría estallar a la persona que se quede como sustituto de Jaime Rodríguez.
También está pendiente la investigación del uso de la fuerza letal en el Penal de Cadereyta, donde hace dos meses se registró un motín que provocó la muerte de 17 reos.
Hasta el momento, la investigación está estancada por la Procuraduría de Justicia, a cargo de Bernardo González, pues no se ha determinado quién dio la orden y cuántos reclusos fallecieron por arma de fuego.
El gobernador sustituto tendrá la tarea de recomponer la situación de inseguridad que vive Nuevo León, con una estrategia eficiente y mayor coordinación con las policías municipales.
Toma de decisiones
El mandatario interino también necesita mantener una estabilidad de gobernabilidad, y además intentar unir al gabinete independiente, pues todo apunta que resultó raspado por la disputa de quién quedaría como sustituto de “El Bronco”.
Así como un posible desorden entre funcionarios de primer nivel si algunos se separan del cargo para apoyar a Jaime Rodríguez en su aventura como candidato independiente a la presidencia de México.
O falta de coordinación, pues por ejemplo Jorge Longoria, director de la Agencia Estatal del Transporte (AET), aseguró que el Gobierno tendría un plan para aumentar la tarifa del servicio, declaración que la Administración independiente descartó ayer.
Se informó que no se tiene algún proyecto para esta alza, lo que da a entender que se toman decisiones en las dependencias, sin consultar con el Gobierno central.
La obra pública será un reto, aunque con poca esperanza de que el gobernador interino mejore está condición, pues no existen proyectos importantes para el próximo año, solo están contemplados los proyectos de la pasada administración con recursos federales.
El sustituto incómodo
Fuentes legislativas aseguran que para mejorar la relación con el poder Ejecutivo, debería designarse como interino a Humberto Torres Padilla, secretario de Infraestructura del estado, por el perfil bajo y operativo que maneja.
Torres Padilla se convirtió en el preferido de los diputados, pero no está en manos de ellos elegirlo como gobernador sustituto.
Pero con Manuel González, secretario de Gobierno como interino, la relación con el Congreso local sería aún más tensa.
Trasciende que González no es del agrado de los legisladores, pues en dos años de esta Administración no han tenido un trato de correspondencia de respeto, ha sido más bien de confrontación.
Todo apunta a que Manuel González se quedará como gobernador interino, por lo que se esperan seis meses de una álgida relación entre el poder Ejecutivo con el poder Legislativo.