Una de las empresas consentidas de Pemex y de los gobiernos de los últimos tres sexenios es Cotemar SA de CV, dirigida por Alejandro Villarreal Martínez y propiedad de Mario Dávila Dávila y María Cristina Lobo Morales.
La compañía se ha visto envuelta en la polémica por las decenas de convenios millonarios que les han sido otorgados de manera directa y por accidentes mortales ocurridos en instalaciones de las que es responsable.
A Cotemar, una empresa que construye y mantiene unidades habitacionales, ductos, plataformas, presta servicios de hospedaje, alimentos y renta lanchas y buques, se le han otorgado en el reciente sexenio contratos por un total de 44 mil 339 millones 331 mil 900 pesos, de acuerdo con datos obtenidos mediante el Portal de Obligaciones de Transparencia.
Este dinero es casi el triple (15 mil 374 millones 572 mil 274 pesos) que el gobierno federal entregó al Poder Legislativo en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018. Cotemar recibió en cinco años más dinero que el INE ( 25 mil 15 millones 327 mil 986 pesos) para que organizará las elecciones más numerosas , difíciles y caras de la historia del país, con ese monto, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) podría trabajar por más de 40 años.
Información de la Dirección Corporativa de Alianzas y Nuevos Negocios de Pemex, publicada en mayo por un medio nacional establece que Cotemar es la segunda empresa más beneficiada con contrataciones, sólo por debajo de ICA Fluor del sexenio.
La historia de Cotemar con el poder no es reciente, entre 2001 y 2011 firmó contratos con Pemex Exploración y Producción (PEP) por 36 mil 413 millones de pesos, por lo que durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón la compañía obtuvo el 55 por ciento de los contratos que han celebrado hasta la fecha con Pemex.
El cochinito se terminó de llenar en los últimos años, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Muchos de los contratos ya caducaron pero aún quedan vigentes 4 que le garantizarán a Dávila y a Lobo seguir recibiendo dinero por lo menos hasta 2020, año en el que vencen.
De los 25 contratos adquiridos durante este sexenio, 12 fueron otorgados mediante adjudicación directa, convenios en los que Cotemar no tuvo competencia alguna.
El 31 de diciembre del 2015 terminó el año y comenzó para Cotemar uno lleno de bonanza. Ese mismo día, de manera consecutiva y por adjudicación directa le fueron otorgados cuatro jugosos contratos que juntos sumarían más de 25 mil millones de pesos.
Los contratos 648235806, 648235807, 648235808 y 648235809 entraron en vigencia en enero del 2016 y terminarán el 31 de diciembre del 2020. Estos fueron otorgados por la Dirección de Desarrollo y Producción de Pemex para que la empresa diera mantenimiento a las instalaciones de costa fuera de la región marina y para la rehabilitación, interconexiones y montajes de equipos en instalaciones marinas en el Golfo de México.
La crisis
En 2016, terminó la etapa de Emilio Lozoya Austin al frente de Pemex, una época marcada por acusaciones de presuntos actos de corrupción. Con la llegada al timonel de José Antonio González Anaya comenzó la limpia de licitaciones a modo y también la crisis.
Dos meses después, Pemex terminó de manera anticipada dos viejos contratos con Cotemar debido al recorte presupuestal y despido de cientos de trabajadores, la mayoría empleados subcontratados.
La crisis duró poco ya que a mediados de ese mismo año la Dirección de Desarrollo y Producción de Pemex en manos de Juan Javier Hinojosa Puebla otorgó un contrato directo por 775 .5 millones de pesos para interconectar con un ducto marino de 18 kilómetros la plataforma E-KuA2 con el gasoducto CA-AJ-1, en la Sonda de Campeche, dando una nueva bocanada de oxígeno a la empresa.
Cotemar se benefició por dos gobiernos panistas y uno priista. Al gobierno entrante, encabezado por Andrés M. López Obrador, le tocará continuar con las investigaciones de las empresas consentidas que se encuentran bajo la lupa de las autoridades.
Las irregularidades y la tragedia
El 13 de mayo del 2015, en la comisión permanente del Senado, la legisladora Dolores Padierna, pidió al presidente del Consejo de Administración y al Director General de Petróleos Mexicanos comparecer en la cámara alta para explicar las razones de los accidentes que se han registrado en instalaciones petroleras, operadas por Cotemar.
El primero de abril del 2015, 7 trabajadores murieron y 16 resultaron lesionados debido a un incendio en la plataforma Abkatún A Permanente, en la Sonda de Campeche. Además de las pérdidas humanas, las materiales sobrepasaron los 780 millones de dólares.
Cotemar se manchó de sangre, pero esta no fue la primera vez que los malos manejos llevaron a un accidente y a pérdidas de millones de pesos.
“Cabe advertir que no es el primer accidente grave de la empresa Cotemar, toda vez que el 12 de abril de 2011 se hundió su plataforma habitacional semi-sumergible Flotel Júpiter I también ubicada en la sonda de Campeche”, dijo la senadora durante su intervención.
El 17 de febrero de 2016, otro senador, Jorge Luis Lavalle Maury, del PAN, propuso un punto de acuerdo en el que exhortó a la Comisión de Energía de dicho órgano legislativo, al director general de Pemex y al director de la Agencia de Seguridad Industrial y Protección al Ambiente del sector de hidrocarburos a que de manera ordenada realizaran una visita al complejo Abkatún-A, en la sonda de Campeche, operado por Cotemar, para evaluar las condiciones de las plataformas y la seguridad para prevenir accidentes.
“El domingo pasado (8 de febrero de 2016) amanecimos con la noticia de que se había generado otro incendio en esta misma plataforma (Abkatún-A), que causó la muerte de tres trabajadores, dos de los cuales eran trabajadores de Pemex y uno más que laboraba en la empresa Cotemar”, informó el senador Lavalle Maury.
Además de las tragedias, el nombre de Cotemar se encuentra relacionado con otras irregularidades, debido a que el Órgano Interno de Control de Pemex comenzó investigaciones contra funcionarios involucrados en favoritismos durante las licitaciones.
Varias de la denuncias, del órgano dependiente de la Secretaría de la Función Pública, llegaron al despacho de Juan Javier Hinojosa Puebla, Director de Desarrollo y Producción de Pemex Exploración y Producción (PEP), quien supuestamente ha favorecido a empresas amigas como Cotemar.
A Hinojosa Puebla lo sigue la palabra “corrupción”, en 2013 cuando era subdirector de Producción de la Región Marina Noroeste, fue acusado de presuntamente haber recibido 5 millones de dólares del empresario Francisco Colorado, a cambio de contratos.
El nombre central de las investigaciones y por el que Cotemar es una de las compañías favoritas de Pemex, es Hinojosa Puebla, un hombre que sigue otorgando licitaciones y quien se mantiene al frente del negocio millonario que es Petróleos Mexicanos.
Otras de las empresas consentidas de Hinojosa Puebla es Blue Marine Cargo SA de CV, de los hermanos Juan y Alfredo Reynoso Durand a quienes les entregaron en 2014 tres contratos millonarios en dólares.
Se trata de los contratos 428224801, 428224802, 428224803 que juntos suman un total de más de 800 millones de pesos destinados al transporte de materiales y equipo ligero en el Golfo de México cuya vigencia es hasta 2022.