Crimen apunta a participación de autoridades

El crimen de José Eduardo Moreira apunta a las propias autoridades que trabajaban con el hijo del exgobernador de Coahuila como responsables de su asesinato.

Existe a tal grado la posibilidad que los cuerpos policíacos del Municipio de Acuña estén involucrados, que desde el fin de semana al menos 39 policías fueron llevados a declarar a Saltillo.

Armando Estrop Armando Estrop Publicado el
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El crimen de José Eduardo Moreira apunta a las propias autoridades que trabajaban con el hijo del exgobernador de Coahuila como responsables de su asesinato.

Existe a tal grado la posibilidad que los cuerpos policíacos del Municipio de Acuña estén involucrados, que desde el fin de semana al menos 39 policías fueron llevados a declarar a Saltillo.

Existen sospechas de que elementos policíacos  alertaron  a participantes del crimen organizado sobre el paradero y las características del vehículo del hijo del ex líder nacional priista, para que así los sicarios pudieran asesinarlo.

En las investigaciones ha trascendido que la última persona que podría haberlo visto con vida es el subdirector de la policía municipal, Rodolfo Castillo Montes.

De acuerdo a la versión del diputado local Cuauhtémoc Arzola, su hijo le comentó que habló con José Eduardo poco antes de un evento de gobierno al que asistirían, y éste le dijo que antes vería a Castillo Montes.

Luego de eso ya no apareció y el mismo día por la noche lo encontraron con dos tiros en la cabeza.

La viuda de José Eduardo, Lucero Davis, causó conmoción y dio fuerza a la teoría de  la participación de las autoridades al acusar al gobernador Rubén Moreira de ser el responsable de la muerte de quien fuera su sobrino.

En su cuenta de Twitter el viernes por la mañana maldijo al Mandatario estatal poniendo en evidencia lo que ha sido un rumor político desde hace meses: la división entre Rubén y su hermano Humberto Moreira.

“¡No sabes gobernar! ¡Esto es tu culpa maldito! Renuncia.”, fue el mensaje que envió a través de la red social y que causó cientos de comentarios.

Igualmente llamó la atención de políticos y medios de comunicación que ni en la misa, el velorio y el entierro el gobernador estuviera presente, generando más suspicacia sobre la ruptura familiar y política.

El desaparecido Moreira Rodríguez era coordinador de programas sociales del gobierno estatal encabezado por su tío Rubén Moreira, quien llegó al cargo el primero de diciembre pasado.

De acuerdo a las autoridades estatales, otra de las líneas de investigación sobre la muerte del joven de 25 años es la posible venganza de un grupo del crimen organizado,  luego de que la semana pasada agentes estatales mataron a cinco sicarios.

Las fuentes anunciaron que entre los muertos se encontraba un sobrino de Miguel Treviño Morales  alias “Z40”, quien es segundo al mando del famoso cártel.

El muerto en ese enfrentamiento presuntamente fue Alejandro Treviño Chávez, hijo de Juan Francisco Treviño Morales, hermano mayor de Z40 y actualmente preso en Estados Unidos acusado de tráfico de drogas.

La muerte de José Eduardo conmocionó a la esfera política del PRI y al gobierno federal.  De inmediato conformaron un equipo de trabajo para dar con los responsables.

Esto desató una serie de críticas de parte de periodistas y usuarios de redes sociales.  Además la Asociación Civil Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec) exigió un trato igualitario a todos los familiares de víctimas del crimen organizado.

A través de un comunicado la asociación dio su pésame al ex Gobernador y agregó que se unía al sentimiento de dolor de cientos de personas en Coahuila que han tenido el mismo problema.

En el texto la asociación asegura que comprenden el dolor por el que pasa la familia Moreira, en especial los padres de José Eduardo, pues en la organización hay decenas de padres que exigen justicia por el asesinato de sus hijos.

“A los distintos niveles de gobierno, les recordamos que miles de familias, todas víctimas de la violencia, hemos solicitado la acción coordinada de las dependencias federales  y estatales para acercar la justicia, sin embargo, la respuesta ha sido limitada o nula en la mayoría de los casos.

“Lo sucedido a la familia Moreira Rodríguez no se lo deseamos a nadie, pero demandamos un trato igualitario del estado mexicano para todas las víctimas”, advirtieron.

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