La guerra intestina del CJNG
Los más recientes multihomicidios que se han presentado en Guadalajara y sus alrededores, con al menos 12 víctimas, han sido el resultado de una guerra intestina desatada dentro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según lo afirman las autoridades locales.
Aunque es la organización delictiva dominante en Jalisco, actualmente no tiene una estructura monolítica, sino que está compuesta por al menos seis distintas células.
Entre ellas se distribuyen el control territorial de la entidad.
Luis HerreraLos más recientes multihomicidios que se han presentado en Guadalajara y sus alrededores, con al menos 12 víctimas, han sido el resultado de una guerra intestina desatada dentro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según lo afirman las autoridades locales.
Aunque es la organización delictiva dominante en Jalisco, actualmente no tiene una estructura monolítica, sino que está compuesta por al menos seis distintas células.
Entre ellas se distribuyen el control territorial de la entidad.
A decir del titular de la Fiscalía General de Jalisco, Eduardo Almaguer Ramírez, los golpes que han venido dando las autoridades a la dirigencia del CJNG con la Operación Jalisco, causaron que estos subgrupos de la organización entren en conflicto entre sí para disputarse sus espacios, lo que apunta al surgimiento de fracturas internas.
El fiscal abordó la existencia de esta pugna en el seno del CJNG a raíz de la detención de un grupo de 10 individuos que transportaban seis cadáveres en bolsas de plástico, en la colonia El Zalate, en los límites de El Salto y Tlaquepaque, el pasado domingo 18.
Ese grupo detenido se trataba en realidad de un destacamento enviado desde el estado de Veracruz para apoyar a una de las células del CJNG que se había visto debilitada, y que estaba siendo atacada por otra para tomar su lugar, aun dentro del mismo cártel.
“La razón de su presencia y de su célula en nuestra entidad tenía como objetivo el reforzar a una de las células del grupo delictivo que opera en la entidad –el CJNG-”, detalló el fiscal, “particularmente en la pelea por comandar esta actividades ilícitas en los municipios de Tlaquepaque, El Salto e Ixtlahuacán de los Membrillos.
“Inclusive, entre las investigaciones se ha logrado acreditar que la instrucción que tenían estos sujetos era la de dejar los cuerpos a la vista exactamente en los límites de El Salto y San Pedro Tlaquepaque, para dejar un mensaje muy claro a la célula delictiva opositora”.
‘Big Mama’
Uno de los 10 detenidos por el Grupo de Reacción Inmediata Mixta compuesto por agentes federales, estatales y municipales, es un veracruzano que fue identificado como Johnny “N”, con el sobrenombre “Big Mama”, y quien sería el líder de dicha célula del CJNG con presencia tanto en Jalisco como en Veracruz.
Este individuo fungía, según el fiscal, como el “jefe de las actividades delictivas del grupo delictivo que opera en el estado de Jalisco y otras entidades; está identificado como jefe de estas actividades delictivas en el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, y donde está vinculado a los delitos de secuestro, extorsiones, trasiego de drogas y homicidio.
“(Era) uno de los objetivos más buscados de autoridades federales y estatales en el estado de Veracruz.
“Este sujeto y su célula realizaban actividades operativas en el estado de Veracruz, Quintana Roo y Jalisco”.
El grupo de “Big Mama” había arribado al estado de Jalisco hacía un mes y tenía casas de seguir dad desde las que operaba, en Paseos del Sol, en Zapopan, y en Las Pintitas, Tlaquepaque, donde ultimaron a sus seis víctimas.
“Hoy lo que observamos es esta rivalidad, este enfrentamiento”, detalló Almaguer Ramírez.
Sobre las seis víctimas, todas del sexo masculino y aún por acreditarse si hay menores de edad, hay cuatro que ya están identificadas; la autoridad tiene la presunción que se dedicaban a la venta de droga y al robo.
Cártel celular
Entre las células delictivas que actualmente están componiendo a la estructura del CJNG en el estado de Jalisco, de acuerdo con la descripción que hizo el fiscal general, están al menos las seis siguientes:
Una primera célula delictiva que está operando en la parte Suroriente de Guadalajara, municipio gobernado por el alcalde Enrique Alfaro Ramírez, del Partido Movimiento Ciudadano (PMC).
Otra célula delictiva más que controla las actividades ilícitas en el municipio de Tonalá, gobernado por el priista Sergio Chávez Dávalos.
Una tercera célula delictiva en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, al Sur del Área Metropolitana de Guadalajara, gobernado actualmente por Alberto Uribe Camacho, del PMC.
Una cuarta y quinta células delictivas asentadas ambas en el municipio de Zapopan, al poniente de la metrópoli, y gobernado por el alcalde Pablo Lemus Navarro, también del PMC.
Y finalmente, una sexta célula del CJNG que se encarga de las actividades ilícitas en los municipios de Tlaquepaque, El Salto e Ixtlahuacán de los Membrillos, gobernados respectivamente por María Elena Limón, del PMC; Marcos Godínez Montes y Eduardo Cervantes Aguilar, estos del PRI.
UECS en entredicho
El agente investigador de la Fiscalía General que fue detenido dentro del grupo de sujetos que transportaba los seis cadáveres, formaba parte hasta hace unos meses de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS), la cual, se supone, es uno de sus cuerpos con mayor escrutinio sobre sus integrantes.
Almaguer Ramírez calificó lo ocurrido como una “traición” a la institución.
“Había sido separado hace aproximadamente nueve meses de sus responsabilidades dentro del Área de Secuestros, toda vez que no había acreditado sus exámenes de control y confianza, y se había iniciado un proceso administrativo de separación, por lo tanto, estaba realizando labores administrativas”.
Dijo que a su llegada a la Fiscalía –julio de 2015- salieron de la dependencia 185 elementos por haber reprobado sus pruebas en dos ocasiones y ya no ser reevaluables; a la fecha suman 271 agentes separados por esa causa, y hay 90 consignados por su involucramiento en distintos delitos.