Cruzada por el agua
Ante el desinterés del gobierno, de los empresarios y de varios sectores de la sociedad civil de Nuevo León, desde la iglesia católica ha surgido un esfuerzo de un grupo de sacerdotes para tratar de cuidar el agua ante la inminente crisis que podría derivar en un mayor problema ambiental
Jesús PadillaLa iglesia católica de Nuevo León alzó la voz por la crisis de desabasto de agua en el estado y emprende desde su trinchera un movimiento en defensa del vital líquido.
Aunque ni el gobierno, ni los empresarios, ni parte de la sociedad civil han reaccionado ante la inminente crisis que ya se vive y que podría empeorar ante las nulas políticas públicas, en al menos 10 parroquias de la entidad se ha desplegado una campaña.
Se trata de acciones para promover la cultura del cuidado y protección del agua por la amenaza de que se utilice con un fin empresarial, ya que se está dejando a los pobladores, sobre todo en zonas rurales, a la deriva del acceso para consumo humano.
En parroquias de los municipios de Los Aldama, Los Ramones, General Bravo, China, General Terán, Montemorelos, Linares, Bustamante, Anáhuac y Cadereyta, los sacerdotes recuerdan a los pobladores que el agua es un derecho humano y que se debe proteger
El sacerdote José Manuel Guerrero Noyola, conocido como “Padre Chema”, en entrevista con Reporte Índigo, habla de la defensa del agua y las acciones que se están emprendiendo en estos municipios.
“Yo invito a la población a que reaccione y que exija cuentas más claras en torno a lo que se está haciendo con el agua. El agua debe priorizarse a la población, eso es lo primero y en segundo lugar a la industria”, agrega el “Padre Chema”.
Además de José Manuel Guerrero, participan en este movimiento los sacerdotes Luis Eduardo Villarreal, Cosme Carlos Ríos, Elías López, Rodolfo García, Jorge Guerra y el obispo de Linares, Hilario González García.
El “Padre Chema”, encargado del templo de Los Sagrados Corazones de Jesús y María, en la comunidad El Uro, al sur del estado, exigió al gobierno de Jaime Rodríguez que informe sobre la poca agua que se tiene además de cuánta se está utilizando en bebidas embotelladas.
“El agua cuando es mucha debemos cuidarnos y cuando es poca con mayor razón debemos cuidarla, siempre priorizándola para la comunidad, para las personas, las familias”, dice
La falta de agua en poblados al sur y el corte en el suministro en colonias del área metropolitana exhibe el mal manejo del vital líquido por parte de las autoridades estatales, ya que el desabasto se arrastra desde hace 14 años.
La trinchera del líquido
El sacerdote Luis Eduardo Villarreal Ríos, integrante de la Comisión de Medio Ambiente de la Arquidiócesis de Monterrey, indica que la defensa del agua tiene como objetivo salvaguardar el acceso al vital líquido para las personas.
En entrevista, quien también dirige el albergue Casanicolás para migrantes centroamericanos, considera que la autoridad ha tenido un accionar opaco en el manejo del agua en las presas
“Esta defensa del agua, también abarca una postura en la relación en el proyecto de privatizar el río Santa Catarina”, dice.
Asegura el padre que lo primero que tendría que hacer el Gobierno del Estado es asegurar el agua para consumo humano, más no para la industria.
“Lo primero que hay que asegurar es el consumo humano para salvaguardar el derecho al acceso a el agua potable, ya después para agricultura e industria, pero lo primero, como Gobierno, garantizar que los usuarios tengamos acceso a el agua”, hace énfasis Villarreal Ríos.
“La autoridad en general creo que ha sido omisa en el manejo de las presas, por ejemplo, nos queda claro, que para justificar un proyecto (Monterrey VI), se manejo que escaseaba el agua, entonces, desalojan el agua de la presa para crear una situación de alarma”, señala el padre.
“No hay una transparencia de los recursos, no hay una transparencia de los proyectos, estaría muy bien que se haga una presa, como la Libertad, pero que se nos informe qué uso se daría con el agua”, concluyó.
El difícil tema del fracking
Los sacerdotes José Manuel Guerrero Noyola y Luis Eduardo Villarreal Ríos, quienes integran la Comisión del Medio Ambiente de la Arquidiócesis de Monterrey, calificaron que utilizar agua para uso del fracking es un disparate, más cuando se tiene un desabasto crónico.
“El fracking ocupa miles de millones de agua en cada pozo, en Nuevo León en 26 municipios tienen proyectos para fractura hidráulica, eso indicaría muchísima agua”, señalan.
“Utilizar el agua para el fracking es una completa insensatez, porque se debe priorizar para la gente, entonces, también el fracking implica muchas enfermedades de cáncer y respiratorias, yo creo se debe seguir haciendo conciencia”, señala Guerrero Noyola.
Por su parte, el padre Luis Eduardo Villarreal Ríos, dice que estar en contra de que el agua se utilice con fines empresariales, porque primero están las personas.