Cuenta regresiva
Faltan menos de 20 días para que venza el plazo para conformar las leyes segundarias que acompañarán a la reforma de telecomunicaciones aprobada por el Congreso y los senadores ni sufren ni se acongojan.
Enfrascados en el cabildeo legislativo para ver si sale primero la reforma política o la energética, los legisladores no dan señales de cuándo comenzará la deliberación o el diálogo con la industria y la sociedad para sacar adelante esta legislación.
Una reforma como la aprobada, juzga Jorge Fernando Negrete, requiere de una amplia discusión.
Georgina HowardFaltan menos de 20 días para que venza el plazo para conformar las leyes segundarias que acompañarán a la reforma de telecomunicaciones aprobada por el Congreso y los senadores ni sufren ni se acongojan.
Enfrascados en el cabildeo legislativo para ver si sale primero la reforma política o la energética, los legisladores no dan señales de cuándo comenzará la deliberación o el diálogo con la industria y la sociedad para sacar adelante esta legislación.
Una reforma como la aprobada, juzga Jorge Fernando Negrete, requiere de una amplia discusión.
El director general de MediaTelecom Policy and Law refiere que este debate o debe estar ceñido al ámbito legislativo, y mucho menos a espaldas de quienes realizarán las inversiones y sus beneficiarios.
Negrete cuestiona si ante un escenario económico difícil a nivel mundial y nacional, el Congreso se enfrascará en una regulación “restrictiva” que delimite aún más el ritmo de crecimiento y de inversiones en el sector.
No se puede limitar a las empresas en un momento de estancamiento del mercado y de la industria de las telecomunicaciones y las Tecnologías de la Información y la Iomunicación (TIC), advierte .
Tampoco, agrega, se deben elaborar leyes en beneficio de intereses particulares, porque la industria está conformada por muchos participantes.
“Inclinar la balanza legislativa y regulatoria hacia un conjunto de jugadores implica afectar toda la cadena de valor que implica la amplia industria de las telecomunicaciones en México”, refiere Negrete.
Si las autoridades no diseñan una política pública visionaria y eficaz que detone las inversiones en el sector y garantice las economías de escala necesarias para su subsistencia, advierte Negrete, México corre el riesgo de quedar rezagado.
Recomienda por ello a los senadores iniciar la discusión y aprobación den las leyes secundarias.
Diseñar la Agenda Digital y una Comisión Nacional de Banda Ancha que permita alcanzar los objetivos de política de inclusión digital y los mecanismos del Sistema Nacional de Planeación Democrática.
“Calendarizar compromisos y supervisar obligaciones es vital para que el Ifetel garantice el uso y explotación efectivo y con fines sociales del espectro”, agrega.
Para que México alcance una penetración de 130 dispositivos móviles por cada 100 habitantes como ocurre en Brasil, se requiere agregar al parque tecnológico entre 40 y 45 millones de nuevos teléfonos celulares hacia 2018, expone.
Solo así, el país podrá igualarse a las naciones de América Latina con una penetración media de tecnologías inalámbricas.
Negrete aconseja también trasformar y conectar a quienes todavía viven en pobreza digital ya que la oportunidad de negocio estará en esos futuros consumidores.
La oportunidad de negocio para los próximos años está en los consumidores que no tienen cobertura y acceso a la banda ancha y la conectividad.
Pero también, aclara, es importante regular a operadores preponderantes en telecomunicación y radiodifusión, por mercado y servicio.
No existe un único mercado nacional de telecomunicaciones, sino mercados locales y en distintos mercados.
De ahí que el reto del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) se concretará en saber qué regular en qué mercados, en qué territorios y con cuáles servicios.
La desagregación de la infraestructura esencial, menciona el director de Mediatelecom, no debe amenazar el despliegue de nueva tecnología pero sí proteger a los operadores que arriesgan sus inversiones en tecnologías como fibra óptica.
Sobre todo cuando los servicios tradicionales de voz están cayendo y los usuarios migran cada vez más a servicios de datos proveídos a través de fibra óptica o servicios móviles.
En su opinión, la ampliación de la red dorsal de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el despliegue de la red mayorista inalámbrica en la banda de 700 MHz deben focalizarse en las zonas rurales donde no existe competencia.
Licitaciones en puerta
Jorge Fernando Negrete, director general de MediaTelecom Policy and Law aconseja a los senadores licitar los 30 MHz que quedaron desiertos en la Licitación 21 en la banda AWS.
También los 130 MHz en la banda de 2.5 GHz que voluntariamente devolvieron al Estado los concesionarios.
Incluso, agrega Negrete, puede analizarse la opción de asignar espectro en la banda de 700 MHz como parte del mercado secundario, es decir, subarrendar o vender el espectro que no utilice la red inalámbrica compartida en la banda de 700 MHz.
Pero la asignación de espectro “no debe perseguir fines recaudatorios” sino asignarse con claras obligaciones de inversión, despliegue y cobertura, para cumplir con la política de inclusión digital universal del gobierno.