El ‘Cuau’: Jugada fallida
El experimento de convertir en alcalde de Cuernavaca a la estrella del fútbol mexicano, Cuauhtémoc Blanco, ha terminado en un fracaso rotundo tras un año de polémicas y pifias cometidas por el exfutbolista.
Hoy, el mandato de Blanco pen de de un hilo, solo lo mantiene en la Alcaldía de Cuernavaca un amparo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tras haber sido destituido por el Congreso local.
El aún edil de Cuernavaca enfrentará un juicio político en donde tendrá que dar cuen ta por presuntamente habe violado diversas disposiciones legales.
Carlos SalazarEl experimento de convertir en alcalde de Cuernavaca a la estrella del fútbol mexicano, Cuauhtémoc Blanco, ha terminado en un fracaso rotundo tras un año de polémicas y pifias cometidas por el exfutbolista.
Hoy, el mandato de Blanco pen de de un hilo, solo lo mantiene en la Alcaldía de Cuernavaca un amparo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tras haber sido destituido por el Congreso local.
El aún edil de Cuernavaca enfrentará un juicio político en donde tendrá que dar cuen ta por presuntamente habe violado diversas disposiciones legales.
Se le acusa de haber acreditado de manera ilegal su resi dencia en Cuernavaca para así contender para la presidencia municipal, así como de haber recibido donaciones para obra pública, violando la Ley Orgánica Municipal y la Ley de Obra Pública.
Denuncias, rompimientos, declaraciones desafortunadas, bravuconerías, polémica, ese ha sido el sello distintivo de la administración de Cuauhtémoc Blanco, que apenas un año después de llegar al Ayuntamiento podría quedar “fuera de la jugada”.
Lo que mal empieza…
Cuauhtémoc Blanco Bravo llegó a la alcaldía del municipio de Cuernavaca tras haber ganado las elecciones del 7 de junio de 2015, a las que fue postulado por el Partido Social demócrata (PSD) de Morelos.
Desde que se conoció su postulación, comenzaron los cuestionamientos, sobre todo hacia el PSD por haber postulado a una figura pública sin ninguna experiencia en administración pública, y eso fue precisamente la bandera que tomó Blanco en su campaña.
“Yo no soy político. Yo no te voy a robar. Yo vengo desde abajo como ustedes. Me he roto la madre trabajando 22 años para mantener a mi familia”, eran algunas de las expresiones que Blanco usaba en sus discursos de campaña.
Sin embargo, uno de los momentos más recordados y que se volvió viral, fue cuando en un evento de campaña hizo un llamado para votar por el PRD, su contrincante en las elecciones.
A pesar de todo, el exfutbolista originario del barrio de Tepito en la Ciudad de México, se impuso a los otros candidatos, y dejó para la posteridad la frase: “Ahora sí ya me los chingué”.
Blanco abandonó al barrio, pero al parecer, el barrio no lo ha abandonado.
Durante su carrera como futbolista profesional Cuauhtémoc Blanco siempre estuvo en medio de la polémica, y esa personalidad emergió desde el primer día que asumió la alcaldía en el mes de enero, pues se enfrascó en un enfrentamiento abierto con el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, por el tema del mando único policial.
El mandatario estatal llegó incluso a acusar que Cuauhtémoc estaba respaldado por personas ligadas al narcotráfico, y el edil de Cuernavaca responsabilizó al gobernador por cualquier cosa que pudiera pasarle.
Punto de quiebre
Apesar de los turbulentos primeros meses de su mandato, los problemas de verdad para Cuauhtémoc Blanco comenzaron el pasado mes de julio cuando rompió definitivamente con el partido que lo había llevado al poder, el PSD.
El 11 de julio, “El Cuau” separó de su cargo como secretario del Ayuntamiento a Roberto Yáñez, hermano de Julio Yáñez, dirigente del PSD. Ambos fueron los artífices de la candidatura de Blanco.
El argumento del rompimiento fue que los Yáñez estaban intentando desestabilizar su gobierno.
La ofensiva del exfutbolista arreció a inicios de agosto, cuando denunció a los hermanos Yañez por presunta malversación de recursos en agravio del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado.
Los hermanos Yáñez respondieron dando a conocer que Blanco habría firmado un contrato con el PSD donde aceptaba ser el candidato de dicho partido a cambio de 7 millones de pesos.
El futbolista se defendió argumentando que el documento era falso, y denunció penalmente a Julio y Roberto Yáñez por falsificación de su firma y por utilizar el supuesto contrato falso para extorsionarlo.
A principios de octubre, la Fiscalía General del Estado determinó en un primer dictamen pericial que la firma de Blanco era auténtica, aunque unos días más tarde concluyó que era falsificada.
A partir del rompimiento y enfrentamiento con los Yáñez, las cosas se le empezaron a complicar al edil de Cuernavaca, pues a principios de noviembre, diputados locales lo denunciaron por presunto uso de recursos públicos.
El 20 del mismo mes, el Instituto Nacional Electoral anunció la apertura de una investigación contra Blanco para determinar si utilizó o no documentos falsos para tramitar una credencial de elector.
Esto se sumó a la investigación de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales iniciada en marzo por los delitos de falsificación de documentos para postularse a la alcaldía.
A finales de noviembre, los líderes parlamentarios del Congreso Estatal aprobaron admitir una solicitud de juicio político en contra del alcalde de Cuernavaca, mismo que ya está en proceso y que de comprobarse su culpabilidad podría llevarlo a ser separado del cargo.
Blanco Bravo ha denunciado una campaña en su contra, orquestada por el gobernador Graco Ramírez para desprestigiarlo rumbo a la elección de la gubernatura en 2018, y no ha dudado en descalificar el proceso de su destitución diciendo que “son chingaderas”. “A mí me gustan los trancazos. Vamos a ver quién puede más”, sentenció recientemente.