Cuidados negligentes

La falta de recursos en Puerto Vallarta afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad. 

Porque el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en  Puerto Vallarta trata de forma negligente a los ancianos que acuden al asilo que administra, y proporciona alimentos caducos a niños en los CADI’s (Centros Asistenciales de Protección Infantil). 

Ángel Plascencia Ángel Plascencia Publicado el
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Son 28 los que conviven en la palapa o solar, que es el asilo. Rigoberto Puentes relata que varios de ellos padecen de sus facultades mentales
"Corremos mucho riesgo, sí. Inclusive ahí han llevado a mujeres maltratadas por los maridos, ahí no hay lugar más que para ancianos, y sin embargo las llevan con todo y niños, ahí las tienen durante semanas”
Rigoberto PuentesResidente del Asilo de Puerto Vallarta
"En agosto pedí yo la salida para irme, me salen con que tengo que pagar mensualidad de mil pesos cada mes”
Teodisio ContrerasResidente del Asilo de Puerto Vallarta
https://www.youtube.com/watch?v=xnnnIh7VdtI

La falta de recursos en Puerto Vallarta afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad. 

Porque el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en  Puerto Vallarta trata de forma negligente a los ancianos que acuden al asilo que administra, y proporciona alimentos caducos a niños en los CADI’s (Centros Asistenciales de Protección Infantil). 

Es una situación que ha causado la indignación entre regidores que visitaron las instalaciones del Asilo de Ancianos de Puerto Vallarta (o Asilo de Ancianos Unidos) y personal que labora en el sitio, que han observado la forma en que se trata a las personas de la tercera edad. 

En el caso de los CADI’s, hace apenas un par de semanas, padres de familia denunciaron que sus hijos recibían una alimentación insuficiente y con ingredientes caducos, y les daban a beber agua de la llave.

Lo anterior fue documentado por medios locales de Puerto Vallarta. La presidenta del Sistema DIF municipal, Magaly Fregoso, señaló en una reunión con los padres de familia que el problema se subsanó y solo duró una semana, pues un proveedor envió los alimentos caducos. 

“Nos hemos mantenido al margen de que este tema se mezcle con otros de índole laboral, efectivamente en el mes de noviembre se presentó una situación de desabasto por parte de algunos proveedores  durante una semana, lo cual se subsanó de manera inmediata.

“Lo más importante para la dependencia es el bienestar de los más de 80 niños que tenemos bajo nuestro cargo tan solo en el CADI Centro y somos muy conscientes de ello”, señaló el 3 de marzo la presidenta del DIF municipal. 

Pero las deficiencias en materia de cuidado también han sido reportadas desde finales del año pasado en el asilo. 

En entrevista telefónica con Reporte Indigo, desde el Hospital Regional de Puerto Vallarta, Rigoberto Puentes habla de las condiciones en las que vive en el asilo, situaciones que a su decir lo llevaron al hospital. 

“No hay medicamento, en realidad carecemos de medicamento, el trato que nos dan es muy deficiente porque yo por ejemplo esta lesión que me van a intervenir hoy (5 de marzo), aquí en el regional, tienen ocho meses tratándome, limpiándolo superficialmente y no fueron para investigar si quiera qué era lo que tenía yo debajo de mi pie, hasta que llegó una enfermera muy capacitada, empezó a indagar, vio, me abrió y se dio cuenta que estaba muy avanzado mi problema ahí y es el motivo por el que hoy en la tarde me van hacer un aseo quirúrgico”, dijo Rigoberto, diabético, igual que otros residentes del asilo. 

Y es que varios ancianos se quejan de las condiciones y el trato que les dan algunos empleados, sobre todo la directora, Silvia Rodríguez, de quien han pedido su destitución.

Son 28 los que conviven en la palapa o solar, que es el asilo. Rigoberto Puentes relata que varios de ellos padecen de sus facultades mentales, por lo que el resto de los ancianos corren riesgo de ser agredidos.

“Ahí tenemos varias personas que definitivamente no tiene porque estar ahí. Por ejemplo, una loca, ya medio loca, Maricruz es el nombre de ella,  que ahí ella se exhibe públicamente, da exhibiciones, se desnuda para que le regalen dinero para comprar galletas y es mucho muy agresiva (sic). 

“Corremos mucho riesgo, sí. Inclusive ahí han llevado a mujeres maltratadas por los maridos, ahí no hay lugar más que para ancianos, y sin embargo las llevan con todo y niños, ahí las tienen durante semanas”, señaló Rigoberto. 

Palapa, asilo y albergue 

Cuando llueve, el agua se mete a la palapa. En el caso de Teodisio Contreras, de 87 años, señaló que por tratarse de una instalación tipo palapa, el agua entra tras las lluvias y se moja toda su cama, por lo que decidió dejar el lugar, pero al querer hacerlo le dijeron que tenía un adeudo. 

“En agosto pedí yo la salida para irme, me salen con que tengo que pagar mensualidad de mil pesos cada mes”, indicó. 

Debido a las lluvias el agua se encharca, por lo que el riesgo de picadura de zancudos e infección del dengue en los ancianos es muy alto, “estamos en un solar (…) estamos en peligro del dengue y los zancudos”, relató Rigoberto Puentes. 

Puentes, diabético como varios de los que viven en el asilo, no cuenta con atención médica necesaria, por lo cual cree que su problema del pie se complicó y ahora está internado en el hospital.

Además se quejan del trato “déspota” de la directora Silvia Rodríguez, quienes los “ ignora totalmente”, y no tiene sensibilidad ante sus peticiones, según refiere Rigoberto en entrevista. 

“Esta señora directora (Silvia Rodríguez), a ley de ella, suspendió el ingreso de las visitas, que durante años nunca se habían suspendido el ingreso de las personas a visitar durante todo el día, todos los días del año. 

“A mí me ha maltratado físicamente. En una ocasión que me atreví a hablarle a un reportero de La Patrona (la difusora) y yo agarrado -sentado en mi silla de ruedas- de la malla, ahí me jaloneó, me trató de zafar”, indicó Rigoberto. 

Varios de los residentes del asilo piden la salida de la directora. 

Alimentos caducos

El caso reportado de los CADI’s sobre alimentos caducados, que la propia presidenta del DIF confirmó que sucedió, aunque según su versión solo por el periodo de una semana, fue reportado en el asilo también a cargo del DIF. 

Aunque varios de los ancianos del Asilo de Puerto Vallarta se encuentran en condiciones físicas que les impiden ingerir alimentos pesados, la dieta no suele ser muy diversa. 

Principalmente basada en frijol y huevo, es deficiente para varios de los enfermos que requieren de una dieta más balanceada, con frutas, verduras y caldos. 

“El trato que dan es muy deficiente, no hay lo necesario para uno. Con decirle que no hay ni alimento suficiente: en la mañana nos dan frijolitos y en la noche nos dan frijolitos”, señaló Rigoberto Puentes. 

Tras una visita que realizaron los regidores Susana Carreño y Humberto Muñoz, el director del Sistema DIF Vallarta, Adolfo López Solorio, señaló que las quejas de los mismos sobre las condiciones del lugar eran exageraciones, pues se trataba de problemas heredados de la administración pasada. 

Lo cierto es que las imágenes del lugar hablan por sí solas: en un solar con el aspecto de un lugar acondicionado para reuniones, se apilan los colchones y las camas donde descansan las personas de la tercera edad. 

Son carencias que en el caso de personas diabéticas, como Rigoberto Puentes, pueden costar la vida si no se les da atención médica y un seguimiento adecuado. 

Las serias deficiencias de instalaciones, como los separos y el asilo de Vallarta, reflejan que dichos problemas se han desatendido desde administraciones pasadas, que en términos similares, la actual ha gastado más en otras cosas, y proyectando a Vallarta como uno de los principales destinos turísticos del país. 

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