Cientos, tal vez miles sean los oaxaqueños que se han quedado sin casa. A ellos los dejó en la calle el sismo de la media noche del pasado jueves. Hoy no tienen en donde dormir. Por eso duermen a la intemperie, a la espera de que alguna instancia de cualquiera de los tres órganos de gobierno voltee a verlos.
María Morales, una mujer de 96 años de edad que lleva dos noches durmiendo en la banqueta de su casa, balbucea. Casi reclama, la intervención del gobierno estatal: “Soy priista de hueso colorado. Siempre le he arrimado gente al PRI: No es justo que me abandonen a mi suerte en esta situación”, dice mientras los ojos se le inundan de llanto.
María Morales enarbola el sentimiento de cientos de juchitecos que se quedaron sin vivienda después del sismo. A todos les invade un sentimiento de abandono por parte de la administración local. Todos buscan un ápice de ayuda que al menos les garantice la esperanza de que no van a pasar los próximos días en la calle, luego de que sus viviendas se colapsaron.
En el último corte del comité estatal de Protección Civil de Oaxaca, el número de viviendas colapsadas pasó de 170 en ruinas a 873 totalmente destruidas y de 230 que podrían ser demolidas a mil 211 que tendrán que ser construidas desde cero, lo que incrementa a más de 5 mil 700 personas las damnificadas por falta de espacios para vivir.
Muchos de esos habitantes consideran que se han quedado solos. Sienten que las instancias de los tres órganos de gobierno no les están atendiendo en la forma debida. Teresa Jiménez dice que está decepcionado de la administración estatal. Se lamenta haber reclutado a más de 300 familias de Juchitán para que votaran por el gobernador Murat Hinojosa.
“Nos abandonaron. Nos dejaron solos en esta desgracia. Ojalá nunca nos vuelvan a pedir el voto, porque entonces les vamos a responder de la misma forma en que hoy lo están haciendo ante nuestra necesidad de vivienda. Nadie nos da una respuesta rápida”, dice mientras se reúne con varios vecinos de la colonia Sección Séptima de la zona Urbana de Juchitán, para denunciar el abandono ante la prensa que se ha hecho presente en esta entidad.
Sólo en la colonia Sección Séptima de esta localidad, se estiman que son más de 286 familias las que han perdido su vivienda. Ellas están tomando medidas para presionar a los tres órganos de gobierno a una respuesta rápida: por lo pronto se han negado a instalarse en los albergues temporales y han decidido vivir en la calle, “para ver si le da vergüenza al gobierno”.
Sobeida Santiago Sánchez ha decidido vivir a la sombra de un árbol de mango, en plena vía pública sobre la calle Insurgente, con la intención de demostrar al gobierno su protesta silenciosa, luego que ningún funcionario de cualquiera de los tres órdenes de gobierno se ha acercado a ella para ver cuáles son sus necesidades. “Nadie nos ha visitado”, dijo, “y por lo tanto no existimos para ellos, pero ojalá que la prensa nacional sí se fije en nosotros, para que le dé vergüenza al gobierno”.
Esa es la estrategia que están llevando a cabo cientos de damnificados, que ante la lenta respuesta de los órganos de gobierno que en Juchitán se han hecho presentes en esta localidad, han comenzado a ventilar sus condiciones ante los representantes de la prensa nacional, que han llegado en cientos a esta parte del estado de Oaxaca.
