Daños colaterales de una guerra comercial

La disputa comercial entre México y Estados Unidos ha llevado al peso a caer a su peor nivel en más de un año, situación que podría repercutir en la economía familiar de los mexicanos por un posible aumento en los precios de la canasta básica, de productos electrónicos y de servicios de streaming y televisión de paga
Nayeli Meza y Ángel Alcántara Nayeli Meza y Ángel Alcántara Publicado el
Comparte esta nota

[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”1_r8pgg17x” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /]

Sobre el peso se cierne una tormenta que puede afectar la estabilidad de los mexicanos. La combinación de tres factores están relacionados con la actual depreciación de la moneda: elecciones presidenciales, guerra comercial por imposición de aranceles y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En los últimos días, la divisa se ha deteriorado a su peor nivel desde inicios de febrero de 2017 al romper la barrera de los 20 pesos por dólar. Sin embargo, analistas cambiarios advierten que la afectación para la moneda mexicana puede ser peor, al estimar que en las próximas semanas el billete verde alcanzará los 22 pesos por unidad.

“Esta volatilidad no va a acabarse pronto, la moneda va a estar muy expuesta. Son momentos de incertidumbre y hay que vivirlos con cuidado para evitar una mayor afectación”, dice Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco.

Aunque estos factores de riesgo preocupaban al mercado desde inicios de año, especialistas mantenían la esperanza de que el cielo se despejara en el primer semestre de 2018, pero el escenario se ha cargado hacia el lado negativo.

Por principio, las tensiones entre México y Estados Unidos a causa de la imposición de aranceles de ambas partes ha presionado al peso mexicano.

La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acabó con la tregua que había pactado con sus socios comerciales al gravar con 25 y 10 por ciento el acero y aluminio importados.

En respuesta, el gobierno mexicano dijo que tomaría medidas equivalentes en diversos productos estadounidenses. Asimismo, la dependencia adelantó que esto estará vigente hasta que la administración federal considere que Estados Unidos ha dejado de aplicar las tasas arancelarias a los productos originarios de México.

Cabe mencionar que la dependencia a cargo de Ildefonso Guajardo también informó esta semana que inició un proceso de solución de controversias contra Washington ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), bajo la justificación de que las medidas estadounidenses violan el acuerdo de salvaguardas establecido por la misma Organización.

Banco Base explica en un análisis que la imposición de aranceles por parte de México a las importaciones de bienes provenientes de Estados Unidos también genera distorsiones sobre precios, por lo que se anticipan presiones inflacionarias adicionales a las que se podrían observar por la depreciación del peso frente al dólar.

Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, comparte que esto llevaría al Banco de México (Banxico) a elevar su tasa de referencia, aunque la medida signifique una mayor presión para los consumidores que tienen tarjetas, créditos hipotecarios y automotrices.

“Existe una fuerte probabilidad de que Banxico aumente sus tasas de interés en un intento por contener la inflación. Pero, de entre todos los problemas económicos, la inflación es el peor, entonces, el banco central debe luchar contra este problema”, precisa Siller.

Otro motivo de peso en esta volatilidad es el futuro del TLCAN. Esta semana, el senador republicano John Cornyn, confirmó que las conversaciones para modernizar el acuerdo se aplazarán hasta 2019 y mencionó que el periodo para que el Congreso actual pueda aprobar un nuevo TLCAN ya venció

Los comentarios de Cornyn dieron señales muy claras de que la incertidumbre continuará en el mediano plazo, ya que el presidente Donald Trump ha retomado su retórica proteccionista. Prueba de ello es que el mandatario ha dicho que preferiría negociar acuerdos bilaterales con sus socios, en lugar de seguir adelante con la renegociación del TLCAN.

Esto se suma a las amenazas de Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, quien declaró que Trump está considerando dividir las conversaciones para modernizar el tratado.

No obstante, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, rechazó el martes la propuesta de su socio comercial de sustituir el TLCAN por un acuerdo bilateral.

“La posición de Canadá es, y siempre ha sido, que el modelo trilateral que tenemos es realmente mejor para Canadá, México y Estados Unidos”, dijo Trudeau.

En sintonía, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, respaldó la postura del primer ministro canadiense, al justificar que la labor que se ha hecho durante 10 meses por parte de los equipos negociadores ha rendido frutos y adelantó que México ve 50 por ciento de probabilidades de que se logre un acuerdo en lo que resta de 2018, aun con las tensiones entre ambos socios comerciales.

De igual forma, el proceso electoral ha presionado al peso mexicano debido a que el candidato puntero en las encuestas no es el favorito en los mercados y la cúpula empresarial ha declarado que las propuestas del abanderado de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ no generan confianza y certidumbre jurídica.

El impacto en el bolsillo de los mexicanos

El encarecimiento del dólar frente al peso sí tiene una repercusión en la economía de las familias. En lo que va de esta semana, la moneda mexicana se ha depreciado 5 por ciento al pasar de una cotización de 19.42 a 20.31 pesos por billete verde, de acuerdo con cifras de Banxico.

Esto se refleja en productos de uso domésticos más caros como son los electrodomésticos, equipos electrónicos, telefonía celular, alimentos no producidos en territorio nacional, así como en servicios de streaming y de televisión de paga, coincidieron expertos en el tema.

La depreciación del peso frente al dólar afecta significativamente la economía de los mexicanos, especialmente si desean adquirir equipos electrónicos, alimentos no producidos en territorio nacional y servicios de streaming o de televisión de paga

De igual forma, Gabriela Siller, de Banco Base, agrega que los productos que también experimentarán un incremento serán los importados y los bienes de lujo.

“La volatilidad en el tipo de cambio no beneficia a nadie, sobre todo porque dificulta una buena planeación”.

Es importante destacar que el incremento en los precios será de forma paulatina, aunque los analistas no tienen una fecha en específico de cuándo comenzará esta alza

Mariana Ramírez, analista económica del Banco Ve por Más, explica que esto se debe a que muchas empresas no cuentan con inventarios o contratos para comprar los productos a un precio fijo, sin que éste sea regulado por el tipo de cambio.

“El efecto de estas medidas podría presentarse en diferentes periodos, dependiendo de la empresa, los contratos de éstas y el tipo de producto”, precisa Ramírez.

Esta semana, la Secretaría de Economía dio a conocer una lista con más de 200 productos de Estados Unidos a los que les impondrá impuestos a su importación.

Los alimentos que destacan en el listado son puerco, que tiene un impacto en el jamón, piernas y paletas cuyo aumento estaría fijado en un 20 por ciento para el bolsillo los mexicanos.

“Los productos que refuerzan su alza son aquellos a los que Mé- xico acaba de imponer mayores aranceles. Esto tendría un efecto multiplicador, ya que se le aplicaría un costo mayor por el tipo de cambio sumado al encarecimiento de la moneda estadounidense”, manifiesta Esteban Rojas, analista de mercados.

Otro producto afectado sería el queso de tipo Danbo, Fontal, Fontina y Gouda en presentaciones fresco, rallado y polvo con un alza del 20 al 25 por ciento.

La SE dio a conocer una lista con más de 200 productos de Estados Unidos a los que les impondrá impuestos a su importación

Ante la actual coyuntura, René Fonseca, director general de la Cámara Nacional de Industriales de Leche (Canilec), adelantó que estas medidas no tendrán un efecto negativo en el consumidor mexicano, ya que, según la Cámara, sólo se compra al país del norte el 18 por ciento del total de quesos.

En tanto que los arándanos, papas y manzanas sufrirán un impuesto del 20 por ciento.

Uno de los productos más afectados será el whiskey tipo Tennessee o Bourbon, ya que el incremento será del 25 por ciento.

“El competitivo panorama en el mundo desarrollado sigue siendo intenso, sin mencionar las preocupaciones por los posibles aranceles de represalia sobre los licores estadounidenses”, informó la firma con base en Louisville, Kentucky.

En el listado también se encuentran productos de hierro y acero que están gravados con el 5 al 25 por ciento para enrollados, laminados en caliente y en frío, con motivos en relieve, planos, aleaciones y sin alear, revestidos, laminados, varillas, tubos, chapas, galvanizados, alambrón, forjados, inoxidables y barras.

También el aluminio y los muebles de metal, ventiladores, motores para yates, embarcaciones de recreación o deporte, lámparas y alumbrado para colgar o fijar en el techo.

Esteban Rojas expone que los aparatos electrónicos o de comunicación también podrían aumentar sus costos al igual que las medicinas por el tipo de cambio.

“El hecho de tener un dólar alto encarece la importación en este tipo de productos. En tanto que el impacto de los servicios es más limitado porque son generados en el mercado interno, pero aquellos como los servicios de streaming o de televisión por cable podrían ser afectados ya que adquieren el contenido transmitido en dólares”, abona el economista.

Canasta básica, la más afectada

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) estima que el encarecimiento del dólar provocará que entre 15 y 20 productos de los 80 que forman parte de la canasta básica de los mexicanos y que tienen una mayor demanda entre los hogares sufrirán un aumento.

Sin embargo, la realidad es que esto no es algo nuevo. El nivel de inflación que se ha experimentado en la actual administración ha encarecido los productos, ocasionando una caída de 35.27 por ciento en el poder de compra de las familias mexicanas, revela la 8va Encuesta Nacional de ANPEC, ‘Por una agenda para la microeconomía mexicana’

Los productos que han registrado una mayor caída en sus ventas son alimento para mascotas, con 39.35 por ciento; confitería, dulces, chocolates y chicles con 35.94 por ciento y comida preparada y snacks con 35.19 por ciento.

Por el contrario, los que presentan un mayor alza son las bebidas azucaradas y refrescos con 50.57 por ciento, al igual que los lácteos con 45.84 por ciento; mientras que las frituras, panificados y cigarros se mantuvieron estables.

Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, explica que estos resultados reflejan que, a pesar de la pérdida en el poder de compra y los impuestos a las bebidas azucaradas, los mexicanos se resisten a dejar de consumir ciertos productos.

El presidente de la alianza comenta que los más dañados en su economía familiar con la volatilidad son las personas con menores ingresos, sin embargo, ellos han sabido adaptarse a la compleja situación, ya que esta población vive del consumo diario porque su ingreso no les permite pagar alimentos para una semana completa. Por lo tanto, los más afectados en este momento serían las personas de la clase media alta, que su volumen de compra es significativo.

De los 80 productos que forman parte de la canasta básica de los mexicanos, entre 15 y 20 de éstos sufrirán un aumento, lo que afecta principalmente a las personas con menos recursos y a la clase media

“Es un momento muy duro, este proteccionismo nos va a golpear a todos porque México no tiene una soberanía alimentaria ni mucho menos cuenta con un sistema de abasto nacional, por lo tanto, dependemos de las importaciones de Estados Unidos”.

¿Cómo sobrevivir a esta tormenta?

A pesar del inminente impacto para la economía familiar, principalmente para la clase media alta, ya que es más propensa a adquirir productos de origen importado, los consumidores aún pueden tomar una serie de medidas que les permitirán mitigar los efectos negativos de la depreciación del peso frente al dólar.

“Los mexicanos deben ser conscientes de que México atraviesa por una complicada situación. Esto los debe llevar a tener un comportamiento de consumo más sobrio y tener cuidado con el manejo financiero de sus deudas”, dice Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

Especialistas compartieron con Reporte Índigo una serie de medidas que los consumidores de a pie pueden considerar para hacer frente a esta tormenta que amenaza sus bolsillos.

  1. Evitar la compra de dólares en los meses subsecuentes, ya que su valor puede variar de forma importante.

“Para aquellas persona que están planeando un viaje a Estados Unidos les podría recomendar esperar a un mejor momento, cuando los mercados cambiarios se tranquilicen, pues de otra forma podrían estar haciendo un mayor gasto de el normal”, comenta Mariana Ramírez, analista económica del Banco Ve por Más.

  1. Prevé compras antes de que la imposición de aranceles y un dólar más caro hagan poco sostenibles los productos.

“Se podrían dar compras adelantadas sobre aquellas mercancías que de forma anticipada se tiene el conocimiento de que van a subir sus precios por esta guerra comercial”, dice el economista y analista de mercados Esteban Rojas.

  1. Mantén el nivel de tus deudas a un nivel bajo y no contraigas más. Este punto se refiere a bajar las deudas que se tengan con bancos y tarjetas de crédito, así como estar consciente de no realizar mayores gastos para conservar en un nivel saludable las finanzas familiares.
  2. Revisa otras alternativas. Si estás muy expuesto al tipo de cambio y sus constantes movimientos en el mercado, es necesario blindarse con instrumentos financieros, como TRAC o ETF.

“Si alguna persona tiene un negocio y se siente vulnerable frente a esta volatilidad, existen instrumentos en el mercado como los Títulos Referenciados a Acciones o los también conocidos como Exchange Traded Fund.

  1. Ocupa créditos a tasa fija. Esteban Rojas recomienda recurrir a créditos a tasa fija con la finalidad de cubrirse ante un riesgo cambiario como por el que atraviesa en la actualidad el peso.

“En caso que se necesite un crédito, se tiene que dar especial atención a que este sea a una tasa fija, no a una tasa variable”.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil