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El sistema económico no es igual para todos. Cada año un grupo conformado por la élite empresarial y política se reúne durante cuatro días en el pequeño pueblo suizo de Davos para participar en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) con la esperanza de alcanzar un entendimiento en temas globales que se encuentran estancados y debatir cómo construir una mejor forma de globalización.
A la par, las brechas y desigualdades económicas se hacen cada vez más evidentes en el resto del mundo a consecuencia del resultado de decisiones políticas tomadas por los gobiernos.
Por el contrario, el capital de 3 mil 800 millones de personas que representan a la población global menos favorecida, se redujo en un 11 por ciento, de acuerdo con un informe elaborado por la organización Oxfam.
En el caso de México, alrededor de 1.2 millones de personas amasan 40 de cada 100 pesos en el territorio nacional, mientras que 65 millones de mexicanos apenas pueden acceder a 3.5 pesos.
Diego Vázquez, gerente de investigación en Oxfam México, adjudica la concentración de riqueza en unos cuantos y el aumento en los niveles de pobreza a la falta de políticas que ayuden a que los mecanismos para recabar impuestos sean más equitativos.
Los países más pobres pierden alrededor de 170 mil millones de dólares anuales como resultado de la evasión de impuestos por parte de individuos y empresas acaudaladas.
El WEF nació en 1971 en Ginebra bajo el nombre de Simposio de Administración Europeo al que acudieron 444 ejecutivos de compañías del viejo continente.
La idea original de su fundador Klaus M. Schwab, un profesor de la Universidad de Ginebra, era insertar el método americano de gestionar una empresa en las firmas europeas. Sin embargo, el encuentro anual se ha convertido en un referente para el sector público y privado, el mundo académico y la sociedad civil.
Para algunos, la realización del WEF es una excelente oportunidad para establecer vínculos políticos y económicos, pero otros consideran que la reunión sólo contribuye a evidenciar las desigualdades que existen en la distribución de la riqueza a nivel mundial.
Lo cierto es que durante casi medio siglo se han dado cita figuras con conocimientos en diferentes disciplinas, quienes han debatido sobre la transformación de la economía global.
En este sentido, Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), muestra una visión más optimista sobre la evolución que ha experimentado la cumbre con el paso de los años.
“En su inicio era considerada como la reunión de los ricos, pero tuvo un cambio de ruta y ahora podemos ver que se tocan temas relacionados con las desigualdades. Se comete un error al pensar que todo lo que ocurre en el WEF no tiene repercusiones importantes”.
El fantasma que acecha este año
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que durante 2019 el crecimiento del Producto Interno Bruto a nivel mundial será de 3.5 por ciento y de 3.6 por ciento en 2020.
Sin embargo, los setenta jefes de Estado y de Gobierno y más de trescientos ministros de un centenar de países que se encuentran en Davos, deberán sumar esfuerzos para evitar golpes en las cifras de crecimiento económico.
Eduardo Sparrowe, director del área de Risk Consulting de la empresa de control de riesgos Marsh México, comparte que son las tensiones geopolíticas y geoeconómicas entre naciones las que mantienen encendidos los focos rojos.
El directivo de la compañía de control de riesgos comparte que esta situación incómoda en las relaciones internacionales dificulta el crecimiento para 2019, pues afecta la adopción de medidas para mitigar los riesgos a nivel mundial.
Por su parte, Norma Soto, especialista de la Universidad La Salle, comparte que el gran desacierto del Foro Económico Mundial que se realiza en la ciudad de Davos son los encuentros privados entre representantes de determinadas naciones y líderes empresariales.
La especialista opina que estas reuniones evidencian que las economías industrializadas son las que mantienen el control.
La doctora en relaciones internacionales comparte que en el futuro el foro deberá de mantener sus reuniones abiertas, con el fin de que todos los participantes acudan con una agenda propia en la que definan propuestas para elevar el crecimiento de sus países, pero también su aportación para abonar al dinamismo de la economía a nivel mundial.
“En este foro estamos viendo que la crisis es fuerte y que la globalización no ha funcionado como esperaban las grandes economías”.
Los temas cruciales
La cumbre de este año se centra alrededor de la temática ‘Globalización 4.0: Formando una arquitectura global en la era de la Cuarta Revolución Industrial’.
En las palabras del profesor Klaus Schwab la cuarta ola de globalización debe enfocarse en las personas, además de ser inclusiva y sostenible.
“Ingresamos en un período de profunda inestabilidad mundial suscitada por el quiebre tecnológico de la cuarta revolución industrial y el reordenamiento geoeconómico y geopolítico.
Necesitamos reunir a representantes de todos los grupos humanos en Davos para invocar la imaginación y el compromiso necesarios para abordar este desafío”, refirió el fundador y director ejecutivo del WEF.
Aunque la agenda gira alrededor de seis temas cruciales, como la geopolítica en un mundo multiconceptual, el futuro de la economía, y el capital humano y la sociedad, existen otros ejes que también se han mantenido al centro de la discusión de los líderes reunidos en la ciudad más elevada de los Alpes, entre los que están las amenazas cibernéticas y la tecnología.
Al respecto, Eduardo Sparrowe, director del área de Risk Consulting de la empresa de control de riesgos Marsh México, comparte que los peligros tecnológicos de rápida evolución son potenciales y representan puntos ciegos, ya que todavía no se aprecia plenamente la vulnerabilidad de las sociedades más conectadas.
“Los temas tecnológicos, como ciberataques masivos o robo de datos van aumentando año con año, las empresas y las personas se exponen cada vez más a la tecnología con las redes sociales y en los diferentes dispositivos; por lo que queremos instar a construir una cultura de riesgos para prevenir cualquier daño que genere pérdidas materiales e inmateriales”, dice Sparrowe.
Por otro lado, la degradación ambiental es el riesgo a largo plazo de mayor preocupación, considerando que cuatro de las cinco amenazas globales más importantes de 2019 se encuentran de nuevo en la categoría de alto impacto y alta probabilidad.
Diego Vázquez hace hincapié en la urgencia de atender los temas relacionados con la población femenina ya que son las más vulnerables.
Los líderes ausentes
Este 2019 en Davos se quedarán varios asientos vacíos.
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May y los presidentes Donald Trump, de Estados Unidos; Xi Jinping, de China; Emmanuel Macron, de Francia y Andrés Manuel López Obrador, de México, son los principales faltantes.
Cada uno de ellos justificó su ausencia argumentando que le debían dar prioridad a la atención de problemáticas locales, que en algunos casos podrían tener un efecto dominó sobre la economía mundial.
Norma Soto, especialista en negocios internacionales de la Universidad La Salle, opina que la falta de estos líderes en la cumbre da una señal de que las relaciones entre los países son complejas.
“La inasistencia demuestra que estamos en una profunda crisis geopolítica y económica en donde las tensiones comerciales han generado malas relaciones internacionales”, declara la maestra en relaciones internacionales.
Aunque cada caso es diferente, la especialista refiere que para las naciones es importante resolver la problemática interna con el fin de evitar que algunos acuerdos que se tomen durante los encuentros entre otros líderes en el foro tengan un impacto negativo en sus economías o viceversa.
La primera ministra de Reino Unido confirmó su ausencia después de que el Parlamento Británico rechazara el pacto para la salida del gobierno inglés de la Unión Europea, situación por la que deberá presentar una nueva propuesta para delinear su salida del bloque económico integrado por 28 países.
En el caso del presidente de Francia, desde hace más de dos meses su nación enfrenta una severa crisis ocasionada por las protestas del movimiento de los ‘chalecos amarillos’, que comenzó sus manifestaciones por un alza en el precio de la gasolina, pero ahora exigen la dimisión de Macron.
Xi Jinping fue el primer presidente de China en asistir a la cumbre en Suiza el año pasado; sin embargo, este enero sólo envió una delegación encabezada por el vicepresidente Wang Qisha, quien deberá hacer frente a la tensión que a nivel mundial a generado la guerra comercial que mantiene con Estados Unidos.
Al otro lado del océano, el jaloneo entre demócratas y el presidente Donald Trump por los recursos para la construcción del muro en la frontera con México, ocasionó el cierre parcial de gobierno más grande en la historia de Estados Unidos, situación que orilló al mandatario a declinar su participación en el Foro.
“Debido a la intransigencia de los demócratas en la seguridad fronteriza (…), estoy cancelando respetuosamente mi viaje a Davos, Suiza, para el foro económico mundial”, escribió el mandatario estadounidense en su cuenta personal de Twitter el pasado 10 de enero.
Esta hubiese sido la tercera participación del mandatario republicano en los Alpes suizos; la primera vez que se presentó fue en 2016 como presidente electo.
El inquilino de la Casa Blanca también canceló el viaje de la delegación de su país a la reunión, en señal de respeto para los ocho mil trabajadores que no reciben salario desde el 21 de diciembre.
La académica de La Salle expone que la ausencia del presidente Trump lo puede eximir de comprometerse a tomar acciones respecto a temas en los que ha manifestado su desacuerdo y sobre los que prefiere no debatir, como el cambio climático, que además forma parte de la agenda de los líderes reunidos en el país europeo.
México presente
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se quedó en el país para dar prioridad a la estrategia para mitigar el robo de combustible envió a una delegación, la segunda más grande después de Brasil, encabezada por la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora.
Los representantes del político tabasqueño fueron designados para asistir al evento por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Durante esta semana, la subsecretaria De la Mora ha sostenido encuentros con líderes de empresas como Google, Amazon, GoldCorp e Iberdrola.
A esa comitiva se suman quince empresarios entre los que destacan Eduardo Padilla Silva, presidente de Femsa; David Coppel, vicepresidente del Grupo Coppel y Daniel Martínez Valle, presidente de Mexichem.
Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), comparte que aun con la ausencia de los jefes de Estado, el trabajo de los representantes es el músculo para que los encuentros alcancen un entendimiento.
“No está mal que México haya enviado una delegación, pero hay eventos en los que el presidente tiene que tener presencia porque el país es un jugador importante dentro de la comunidad internacional”.