Los más de 8 mil 700 asesinatos que se han perpetrado en los primeros tres meses del 2019 se transformaron en la indignación de millones.
A lo largo de los últimos 12 años y de la mano de las dos administraciones pasadas, de manera muy marcada aumentó la inseguridad, el crimen y la violencia en todas sus expresiones, hasta el punto en que esta situación se normalizó y la ciudadanía se acostumbró a vivir así.
Sin embargo, la masacre del viernes pasado en Minatitlán, Veracruz, donde 13 personas, incluidas un menor de un año y medio de edad fueron asesinadas, despertó una vez más una exigencia que ninguno de los últimos tres presidentes en el poder ha podido cumplir: pacificar la nación del águila y la serpiente.
Enero, febrero y marzo de este año ya fueron catalogados como los más violentos desde que se tiene registro en México. Cifras que año tras año crecen y que parecen no tener límites, pues a cinco meses de haberse instaurado la nueva administración, aún no se ve ningún avance positivo en materia de seguridad.
Ante esta realidad, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que el problema de la inseguridad no se puede resolver de un día para otro y que el aumento en la cantidad de asesinatos en buena medida se debe al “cochinero” que dejaron los gobiernos pasados.
“Todo esto es fruto podrido, se heredó de la aplicación de una política económica antipopular y entreguista. Lo único que les importaba era saquear […] Todavía tenemos que enfrentar esa herencia, ese cochinero, pero vamos a limpiar el país. Va a haber justicia, me canso ganso”, dijo durante el discurso que dio en Veracruz para conmemorar el 105 Aniversario de la Defensa Patriótica del Puerto del estado sureño.
Esto ha levantado un debate entre quienes aseguran que los malos resultados de la administración del tabasqueño en materia de seguridad no se le pueden achacar a él porque aún son parte de la inercia de los malos gobiernos anteriores y quienes argumentan que desde el minuto uno en que tomó posesión del cargo, las víctimas de la inseguridad se volvieron su responsabilidad.
“Desde el día en que él toma protesta se convierte en el encargado de llevar las riendas de esta administración y del país.
“Lo que vive México en materia de inseguridad y violencia es muy grave y evidentemente es algo que no se puede solucionar en los primeros 100 días. Pero desafortunadamente él gano las elecciones y él se tiene que hacer responsable de algo que tiene que resolverse.
“Y aunque es un fenómeno que se desató en el sexenio de Felipe Calderón, López Obrador, más qué estar lanzando culpas hacia atrás, debería aprovechar esta oportunidad para resolver y darle una respuesta concreta y real a todos los electores que votaron por él.
La responsabilidad de los estados
La ineficacia en el combate a la violencia no es exclusiva del Gobierno federal en turno o de los pasados, pues muchos de los exgobernadores así como los que actualmente se encuentran en el cargo también han jugado un papel importante en el incremento de la violencia de sus respectivas entidades.
Uno de los ejemplos más claros es el caso de Guanajuato, un estado que ha sido gobernado durante décadas por el Partido Acción Nacional y que hoy atraviesa por una de las peores crisis de inseguridad de su historia.
Las cifras más recientes del SESNSP, revelan que durante marzo de 2019 hubo 6.5 por ciento más homicidios y 8.7 por ciento más homicidios y lesiones dolosas respectivamente al compararlo con el mismo periodo del año pasado.
Veracruz también atraviesa por una situación similar, pues después de haber sido gobernada exclusivamente por priistas durante más de 50 años, ni Miguel Ángel Yunes Linares, militante del blanquiazul y quien estuvo en el cargo tan solo por dos años, ni el actual gobernador, perteneciente a Morena, Cuitláhuac García, han logrado devolverle a la ciudadanía la tranquilidad que Duarte les robó.
A las malas administraciones también se suma la falta de estrategias y capacitación de las fuerzas de seguridad locales, es decir, policías estatales y municipales, los cuales desde el sexenio pasado, y no sólo en éstas entidades, han sido rebasadas por las acciones del crimen organizado.
Estrategia en duda
En su intento por cumplir con una de las exigencias más sentidas de la población hoy en día, la actual administración decidió, por órdenes del presidente, crear la Guardia Nacional, un nuevo tipo de cuerpo armado con el que aseguran lograrán disminuir la violencia en todo el país.
Otra de las apuestas para atender esta problemática por parte del primer mandatario está fundamentada en la entrega de apoyos sociales a las personas más vulnerables, pues de acuerdo con el tres veces candidato a la presidencia, con la ayuda se evita que se involucren con el crimen organizado.
Sin embargo, ambas estrategias han sido fuertemente criticadas por diversos colectivos y asociaciones de la sociedad.
Una de ellas es Semáforo Delictivo, la cual encabeza Santiago Roel, quien durante la conferencia “Presentación de Resultados al primer trimestre de 2019” que se llevó acabo el día de ayer, aseguró que ninguno de los dos planes traerá los beneficios que esta administración espera en materia de seguridad.
En relación a la entrega de apoyos sociales, explicó que no funcionarán para disminuir la grave problemática porque la pobreza y la violencia no están correlacionadas.
“La pobreza y la violencia no están directamente correlacionados, pues hay entidades pobres con niveles bajos de incidencia delictiva”.
Crece la indignación y la polarización
Con apenas cinco meses en el cargo político más importante de México, Andrés Manuel López Obrador ya comienza a enfrentarse al desencanto no sólo de la ciudadanía que no votó por él, también de algunos de sus seguidores.
Para Arturo Argente, especialista en temas de Seguridad y Gobierno, las redes en este momento son un termómetro que sirve para medir qué tan polarizada se encuentra la sociedad.
“En las redes sociales puedes darte cuenta de lo divididos que estamos como nación”, comenta y pone como ejemplo lo sucedido en Twitter después de que se dieran a conocer los hechos violentos donde 13 personas fueron asesinadas por un comando armado el viernes pasado.
En cuestión de minutos el hashtag #AmloRenuncia se volvió ‘trending topic’ y los enfrentamientos entre quienes defienden las decisiones y acciones de López Obrador y quienes lo critican comenzaron.
Sin embargo, para Argente, este tipo de debates, muchas veces promovidos por el propio presidente, lo único que provocan es la polarización de la sociedad. Además de considerar que su manejo de la situación tras la masacre dejó mucho que desear.
A la indignación por la falta de respuesta del Gobierno federal que se demostró en redes sociales después de la tragedia de Minatitlán, se suma una convocatoria que ya se encuentra circulando por las distintas plataformas digitales y la cual invita a todos los inconformes con la actual administración a realizar una #MarchaDelSilencio.
La cita es el sábado 5 de mayo a las 11 de la mañana en el Ángel de la Independencia. Y es un acto que se ha repetido de manera reiterada por parte de la ciudadanía durante los últimos tres sexenios sin importar el partido que estuviera en el poder.
“Por la defensa del progreso, la libertad, la legalidad y el Estado de Derecho: No al mal gobierno. ¿Eres víctima de la inseguridad, te quedaste sin empleo, sin medicinas, sin guarderías?”, se lee en la invitación.
“Lo único que se le está pidiendo es algo muy claro que se conoce como rendición de cuentas y se debe acostumbrar a eso: a rendirle cuentas al pueblo”, comenta Arturo Argenta en relación a la movilización.
Otro evento que atizó el fuego en redes sociales entre quienes apoyan al presidente y quienes lo critican fue el comentario que hizo ayer durante su conferencia mañanera, en donde dijo que la exigencia de paz en el país “básicamente” proviene de la clase conservadora.
“Básicamente, básicamente, sobre todo promovida, auspiciada; o sea, cosa de ver las columnas. Ustedes son expertos, son especialistas, vean, agarren los periódicos y hagan un análisis de contenido y se van a dar cuenta”.
Focos Rojos
El último análisis realizado por Semáforo Delictivo sobre las condiciones de inseguridad en las que se encuentra el país en general es poco alentador.
De acuerdo con el estudio, los estados que más incrementaron sus homicidios son: Nuevo León (104 por ciento) CDMX (48 por ciento), Tabasco (47 por ciento), Quintana Roo (46 por ciento) y Jalisco (38 por ciento).
Mientras que las entidades con las tasas más altas de homicidio en este periodo son: Colima, Baja California, Chihuahua, Guanajuato y Morelos.
En relación a estas cifras, Santiago Roel, quien encabeza la organización, comentó que los lugares que más le preocupan son los que aparecen con doble foco rojo.
“Nos preocupan en especial algunos estados que aparecen en doble rojo en el Semáforo de Alto Impacto o de crimen organizado, como Guanajuato o Quintana Roo; o estados que antes estaban en verde y ahora están en rojo como Querétaro, CDMX, Jalisco, Estado de México o Nuevo León”.
Otros delitos del crimen organizado que también subieron durante los primeros tres meses de este año en México son la extorsión (47 por ciento), el Secuestro (45 por ciento) y el Narcomenudeo (14 por ciento).
Como solución al problema, la salida más viable que Santiago Roel visualiza es la regulación del mercado de las drogas.
Por su parte, el especialista del Tecnológico de Monterrey campus Toluca, también señala la importancia de combatir la impunidad.
“Los altos niveles de impunidad que se han mantenido por muchas décadas en el país, van ligados directamente con el aumento de las masacres.
“La gente al ver que tenemos un sistema de justicia que no es eficiente y en el cual no se respetan las leyes provoca que violen las normas cada vez de manera más reiterada e, incluso, sangrienta, porque saben que en algún momento se va a cometer una violación al debido proceso por parte de las autoridades que les permitirá salir libres o que simplemente el caso nunca se va a investigar”.
Nada más durante la última semana, además del caso de Minatitlán, se han suscitado otros eventos por todo el país de igual manera muy sanguinarios y violentos.
El 21 de abril, en Tabasco, dos mujeres fueron baleadas y asesinadas mientras llevaban a dos menores en un auto con ellas, quienes se encuentran gravemente heridos.
Ese mismo día, durante las primeras horas de la mañana se descubrieron dos cuerpos de mujeres que fueron asesinadas en Ecatepec, Estado de México.
Un día después, en Tijuana, una familia completa fue atacada a balazos; ambos padres murieron y los agresores violaron y obligaron a la hija a llevarse los cadáveres manejando.