Débil ayuda para la mujer
El Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) carece de la infraestructura para realizar sus funciones, hecho que ha sido evidenciado en diagnósticos de problemáticas a dicha dependencia por parte del Gobierno estatal.
De acuerdo con el Plan Institucional de Desarrollo 2014-2018, en su estudio sobre el IJM, esta dependencia se encuentra rebasada en sus funciones, hecho grave en un contexto donde ésta, en coordinación con otras áreas, deben implementar las políticas establecidas en la Alerta de Violencia contra las Mujeres (AVCM).
Jonathan Ávila
El Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) carece de la infraestructura para realizar sus funciones, hecho que ha sido evidenciado en diagnósticos de problemáticas a dicha dependencia por parte del Gobierno estatal.
De acuerdo con el Plan Institucional de Desarrollo 2014-2018, en su estudio sobre el IJM, esta dependencia se encuentra rebasada en sus funciones, hecho grave en un contexto donde ésta, en coordinación con otras áreas, deben implementar las políticas establecidas en la Alerta de Violencia contra las Mujeres (AVCM).
En Jalisco el 51 por ciento de la población es del sexo femenino, que en el día a día es víctima de las distintas formas de violencia estructural que existen en la sociedad.
Por ejemplo, el Instituto Jalisciense de las Mujeres ha reportado que, según un diagnóstico sobre la violencia contra las mujeres en el transporte público, el 86 por ciento de las encuestadas manifestó haber sido víctimas de algún tipo de violencia en el transporte público.
Además de que listados de casos obtenidos por Reporte Indigo, vía transparencia, muestran que la Secretaría de Salud Jalisco registró más de mil 300 mujeres que fueron víctimas de violencia psicológica, física y/o sexual, tan sólo en 2015.
Incluso en el tercer informe de gobierno de Aristóteles Sandoval las cifras sobre violencia contra las mujeres se encuentran como no actualizadas o no evaluadas a pesar de contar con una meta.
En los rubros de violencia hacia las mujeres encajan quienes presentaron algún tipo de violencia comunitaria, mujeres que asisten o asistieron a la escuela y sufrieron algún tipo de incidente de violencia, casos en donde fueron víctimas por parte de su pareja en los últimos 12 meses, y las que fueron agredidas por familiares.
Todos estos datos debieron haber sido reportados por el IJM. Pero frente a este panorama ha sido poco eficaz en la atención y articulación de un buen sistema que atienda a las mujeres víctimas de la violencia.
Baja coordinación y difusión
En su diagnóstico de problemas en el IJM, el Plan Institucional señala tres problemas relevantes en dicha dependencia: bajo nivel de vinculación entre coordinaciones, insuficiente difusión hacia el exterior del quehacer sustantivo de la institución, e insuficiente operatividad sobre la prioridad sustantiva institucional.
Se destaca que, del bajo nivel de vinculación entre coordinadores, una primer causa es que en dicha dependencia están rebasados en las funciones.
Los deficientes procesos estructurales para la asignación de tareas y la deficiente comunicación en lo interno figuran como causas de este primer problema del IJM.
Mientras que en el problema sobre la insuficiente operatividad sobre la prioridad sustantiva institucional, el diagnóstico apunta que sus causas están en que el funcionamiento de la dependencia es inercial.
Así mismo faltan una planeación interna y atribuciones operativas, por lo que también se agregan a las causales del último punto problemático.
Uno de estos puntos, concerniente a la poca difusión hacia el exterior sobre lo que se hace en el IJM, fue puesto sobre la mesa de nuevo tras el informe del Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario que determinó la emisión de la AVCM.
En su punto sobre la “obligación de promover los derechos humanos de las mujeres” expusieron que entre 2013 y 2015 en Jalisco se realizaron campañas de prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, pero se detectaron algunas irregularidades en las mismas.
“Un muy corto plazo de campaña, que deriva muy probablemente del escaso recurso que se destina para ello. La falta de continuidad en las campañas y la diversidad de mensajes que no se asocian entre sí. La falta de interrelación entre autoridades (…) para que los recursos se adicionen y se logren campañas con mayor duración y despliegue técnico”, apunta el texto del GIM.
Extender la capacitación
La Comisión Legislativa de Equidad de Género apuntó que aunque hay un reconocimiento por la capacitación que se ha realizado para la concientización de los servidores públicos, no se ha completado una tarea suficiente en la atención del tema.
“Se considera que las acciones llevadas a cabo durante el año no estuvieron enfocadas a la ciudadanía en general, ya que estas se focalizaron a servidores públicos, así como a titulares municipales y de instituciones, y no se da cuenta de las acciones tomadas a partir de estos esfuerzos de capacitación”, expresan los diputados en las conclusiones sobre el tema.
Hecho que también se respalda en el informe del GIM, pues apunta que la capacitación sobre el tema de la violencia contra las mujeres y las órdenes de protección muestran que la primera no ha sido eficiente “para el cumplimiento de las obligaciones del Estado”.
Además, como lo señaló Reporte Indigo el pasado jueves 25 de febrero, en Jalisco existe una burocracia machista en la que poco se ven reflejados los esfuerzos por capacitarlos.
Ya que según lo publicado en el tercer informe del gobernador, en el último año se hizo una inversión en apoyo directo de 482 millones 830 mil 689 pesos, que beneficiaron a 240 mil 900 mujeres, con “estrategias integrales con servicios de atención especializada”.
Mientras que el IJM se enfoca en una capacitación que hasta la fecha no ha sido efectiva, en el informe de Gobierno son pocos los indicadores que muestran avances en el tema de la violencia contra la mujer.
Así que las jaliscienses deben apoyarse en un instituto insuficiente.