Dejad que las niñas hagan mi campaña

Aquí nada es espontáneo. Las palabras de estas niñas responden a un guión. Se trata de una calculada estrategia de comunicación emocional: Josefina Vázquez Mota apuesta a imprimirle altas dosis de emotividad a sus presentaciones masivas para ganarse la voluntad ciudadana.

Raúl Tortolero Raúl Tortolero Publicado el
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En al menos dos ocasiones recientes, el días 26 y 27 del abril, aparecieron en Cuernavaca y en Acapulco, presuntamente de forma “espontánea”, sendas niñas que hicieron porras o sentidas peticiones de fondo social a la candidata. Por cierto, niños varones no han pasado a escena hasta ahora

Aquí nada es espontáneo. Las palabras de estas niñas responden a un guión. Se trata de una calculada estrategia de comunicación emocional: Josefina Vázquez Mota apuesta a imprimirle altas dosis de emotividad a sus presentaciones masivas para ganarse la voluntad ciudadana.

El propósito: conmover al electorado permitiendo a niñas que supuestamente iban “pasando por ahí”, suban al escenario frente a miles de personas para escuchar sus necesidades -muy bien estructuradas, por cierto-, y para las cuales ya tiene soluciones en la punta de la lengua.

Es una obra de teatro a la que la gente responde positivamente, percibiendo gran apertura en la candidata que escucha “en vivo” las inquietudes de seres que nadie en su sano juicio puede rechazar, como son los niños. Y acto seguido responde planteando compromisos con ellos, que todos aplauden.

Al mismo tiempo, Josefina sube a pelear justo en la misma arena que Enrique Peña Nieto y la telenovela que éste protagoniza junto con la “Gaviota”. Sólo que Josefina echa mano de un montaje con humildes niñas de primaria para este objetivo, no de actrices profesionales, como lo es Angélica Rivera.

En al menos dos ocasiones recientes, registradas los días 26 y 27 del abril, aparecieron, en Cuernavaca y en Acapulco, presuntamente de forma “espontánea”, sendas niñas que hicieron porras o sentidas peticiones de fondo social a la candidata. Ella, maternal, las escuchó y prometió darle solución a sus inquietudes. Por cierto, niños varones no han pasado a escena hasta ahora…

“Josefina, los niños no votan, pero si te ganas su corazón, serás presidenta de México”: Chinchilla.

La primera aparición -la de Diana, una niña de unos 8 o 9 años, en Morelos- se presentó como algo no planeado.

-“A ver”… -decía Josefina mientras subía de entre las primeras filas una niña al escenario-, “aquí hay una amiga que no tienen idea todos los malabares que ha hecho para estar aquí…

“Volteé y la vi, brincando…Hicieron una porra… conste que no la conozco… así que esperemos que esté, como seguramente está, a todo dar…

“¿Qué dice la porra?” –pregunta Josefina y le pasa el micrófono a Diana, que la abraza afectuosamente, y quien lleva una playera de propaganda a favor de la candidata.

-“Ni el PRI ni el PRD… El PAN va a ganar…” -contesta la niña, forzando la memoria.

– “Gracias, Diana, por esta porra”… -sonríe Josefina-. “Las niñas y los niños están jugando un papel muy importante… ya me lo dijo la presidenta de Costa Rica: Josefina, los niños no votan, pero si te ganas su corazón, serás presidenta de México”.

Suben al escenario a otra niña más, de unos 4 años, mientras Josefina promete becas y seguridad para los niños en Cuernavaca, al tiempo que Diana abraza a la candidata.

Esta otra nena recibió el micrófono de manos de la misma Josefina y dijo: “Mi gallo es gallina, se llama Josefina”. El público siguió el juego y coreó la misma frase. Y luego se bajó, envuelta en aplausos de un público complaciente y sencillo.

Josefina aprovechó el entusiasmo de la escena para retomar el micrófono y decir: “Éste es el México que quiero, uno en donde los niños puedan regresar a los parques sin miedo”.

La idea de ganarse a la gente a través de los niños es en serio. Al día siguiente la escena se repitió con una segunda niña –Linda Stephanie Morán Meléndez- y entonces no hubo duda: es una estrategia para granjearse el afecto de la ciudadanía.

Las menores ‘espontáneas’ son sofisticadas

En el caso de Linda hay contradicciones: la niña reconoció que fue invitada a hablar al evento por la candidata panista a la alcaldía  de Acapulco, Digna Bertha Marroquín Cisneros.

La candidata presuntamente conoce a la mamá de Linda a través de gente de su campaña, que también -como la joven oradora- vive en la colonia Zapata, una de las más pobres y peligrosas del puerto. Pero la madre de Linda, Ana María Meléndez Chabela, jura que a su hija no la invitó nadie y que sólo bastó con pedírselo a Josefina minutos antes del evento, para que dejaran hablar a Linda… 

Linda es hija de Ana María Meléndez Chabela  y de Hermelindo Morán Santiago, quien dice trabajar en la Secretaría de Finanzas estatal. Pero el 9 de enero pasado montó un plantón indefinido afuera de la Casa Guerrero, en Chilpancingo, residencia oficial del gobernador Ángel Aguirre.

Él cuenta que, con unos 80 trabajadores de la Promotora y Administradora de Playas, desde junio de 2011, no habían cobrado un salario de unos 4 mil 600 pesos mensuales.

Así, el papá de la pequeña oradora principal después de Josefina en el evento masivo en Acapulco estaba desesperado y en pie de lucha. Su esposa, madre de Linda, lo acompañó en ese plantón.

Lo siguiente que se sabe de esta familia es que Linda aparece “espontánea”, declamando como poema, un largo discurso, “a nombre de los niños de Guerrero”, plagado de expresiones poco comunes para los niños de su edad. Un botón de muestra.

– “Para mí es un honor hablarle de los problemas de los que adolece hoy Acapulco y toda la República mexicana… crímenes, extorsiones, amenazas, secuestros, y la psicosis que producen en las familias que forman nuestra sociedad…”

Linda se vale de frases hechas como: “Autoridades rebasadas”. “No queda más que el toque de queda”. “Con mucho sacrificio lo han obtenido”. “Más programas sociales que beneficien a toda la población”. “Que se den desayunos para que los alumnos mejoren su desempeño”.

Josefina agradece las palabras de Linda, y por supuesto, aprovecha el momento, para decir que quiere ser presidenta justamente para resolver todos los problemas que enunció la niña “espontánea” que se seca las lágrimas.

“Quiero ser presidenta de México porque como dices, Linda, solamente enseñando la honestidad, la verdad, el amor a México, tendremos un México mejor. Vengo a construir con ustedes ese México diferente, ese México donde nuestros niños puedan volver a salir a los parques son miedo, ese México donde los jóvenes sean dueños de la noche y no tengan miedo de ir en la carretera…”.

En su discurso, Linda, de supuestas excelentes notas escolares, no tuvo una sola palabra que no haya sido memorizada de antemano.

De acuerdo a la acompañante que la abrazaba, Digna Bertha Marroquín Cisneros, candidata del PAN a la alcaldía de Acapulco, quien invitó –o contrató- a Linda para el evento, fue la niña quien escribió sola lo que dijo ante Josefina.

-¿Cómo conoce a la niña? –le pregunté a Digna.

-“Por un grupo de amigas que nos invitaron, que nos van a apoyar para más adelantito… Cuando ya se den los tiempos para iniciar la campaña. Ella (Linda) es hija de una amiga que vive en la (colonia) Zapata”, respondió.

La entonación que usa Linda revela que memorizó –y muy bien- su discurso. Revela que lo fraseó, ante unas dos mil personas en el Zócalo de Acapulco, de forma automática. No reflexionaba lo que decía. Ya lo sabía.

Sin embargo, la presión a la que fue sometida esta niña de quinto de primaria fue demasiado para ella. No sonreía mientras trataba de sonar sincera, de recordar todo lo que había estudiado con antelación. Estaba tensa. Fue por eso que al terminar de hablar, no pudo evitar sentir el alivio de haber cumplido su compromiso y lloró.

Si bien sin duda es una niña brillante, orgullo de Acapulco, de la candidata a Acapulco que la protege, de Josefina, y de sus padres, no se le notaba libre. Fue obligada a declamar su largo poema social, por así llamarlo, de varias cuartillas.

La pregunta es si sus padres recibieron algo a cambio de prestar a su hija para estos efectos de propaganda. Ellos lo niegan. Su madre dice no trabajar y tener una hermana enferma de cáncer.

Sin embargo, cualquiera que haya seguido las giras de Josefina sabe que es casi imposible acercarse a la candidata y aún más lo es subir a decir lo que a uno se le ocurra. 

¿Qué hubiera pasado si la niña fuera fan de Peña Nieto o de López Obrador, o si le hubiera reclamado aspectos de su paso por la Sedesol o la SEP, o por la Cámara de diputados?

Es simplemente inimaginable que la seguridad pudiera dejar pasar algo no planeado, sobre todo luego de tantas pifias y errores previos, supuestamente hechos a un lado luego del “golpe de timón” del 9 de abril. Como el de la visita al puesto de quesadillas en La Marquesa.

Josefina cerró el evento de Acapulco de la mano de una niña más, a quien llamó Rosita, “mi ahijada acapulqueña”.

Y de nuevo, siguiendo con su estrategia de conquistar votos a través de ganarse a los niños, la candidata no dejó de preparar algo especial para el lunes 30 de abril, Día del Niño.

Invitada por el Voluntariado –que es civil-, acudió al Hospital General de la Ciudad de México, al área de Pediatría, y regaló juguetes a menores de edad.

Pero, una vez más, las cosas no salieron como esperaba: un padre de familia que dijo pertenecer al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), dijo a la prensa sentirse manipulado, ya que no le habían avisado que la celebración a los niños tendría carácter propagandístico a favor del PAN y de Josefina.

La aspirante a la Presidencia de México, quien ha escrito libros de motivación para mujeres, como el best-seller “Dios mío, házme viuda por favor”, también es autora de un libro de relatos infantiles.

El libro lleva por título “La mariposa blanca y el pato Tulio”, editorial Alfaguara, con un tiraje de 10 mil ejemplares, que obsequió.

Josefina dijo que donará las ganancias para beneficio de los niños, a través del Voluntariado de ese nosocomio.

Un reportero le pidió que mencionara otros personajes de sus cuentos, pero Josefina sólo nombró a los dos que dan nombre al libro. No recordó otros.

“Me invitó la candidata a Alcalde”

En sus palabras, la niña y su familia contestan:

Linda Stephanie Morán:

-Te aprendiste tu discurso de memoria…

-Sí.

-¿Tú misma lo escribiste?

-Sí.

-¿Y en quién te inspiraste?

-Pues en Acapulco, en cómo está en estos tiempos.

-¿En qué escuela vas?

-En la Lázaro Cárdenas del Río.

-Qué más te gustaría decirles a los niños de Acapulco y de México.

-Que lucharan para ser alguien en la vida.

-Oye, y quién te trajo al evento, cómo entraste, quién te invitó.

-La señora Digna Marroquín…

-Le pregunté a Digna Bertha Marroquín Cisneros, candidata del PAN a la alcaldía de Acapulco cómo conoce a Linda.

-Por un grupo de amigas que nos invitaron, que nos van a apoyar para más adelantito…Cuando ya se den los tiempos para iniciar la campaña. Ella (Linda) es hija de una amiga que vive en la (colonia) Zapata.

Ana María Meléndez Chabela, la mamá de Linda:

-A ella desde muy chiquita le gustaban los libros. Yo estudiaba enfermería y la dejaba muy encargada con Sarita, una vecinita de la colonia. Le fue inculcando los libros. Como ella es Testigo de Jehová. Ella hace muchos poemas. De hecho lo que Linda dijo lo sacó de Sarita. Tiene 17 años. Y entonces cuando yo estudiaba, me echaba la mano. Entonces fue así que le fue inculcando. Y hoy en día es mi recompensa. Y viene de una familia pobre. Tiene muchos valores, le ha inculcado lo que es el respeto, la honestidad, más que nada muchos valores.

-¿Y de dónde conoce a la candidata a la alcaldía de Acapulco?

-El domingo (22 de abril) me invitaron a un compromiso con ella, y dije, bueno, vamos, pero como tengo a mi hermana que tiene cáncer, pues le dije a Linda, échate un discurso de los que tú sabes…

-Ya ha hecho otros discursos…

-Sí, pero son muy fuertes… así que… este…

-¿Y dónde los ha pronunciado?

-No, nomás ella los saca de los libros… (Eso dice, ante la mirada atónita e incrédula de la propia niña Linda).

-Ella no, no… Nomás ella los saca de los libros, y de ahí se va basando… Pero tiene unos muy fuertes que esos no los debe de decir, porque les está tirando muy feo a los políticos…Pero sí le gusta mucho, y todo lo que ella ha sacado es de ella…

-¿Qué promedio lleva Linda?

-Lleva puro 10. Y su maestra Socorro Lara Guillén, es su motivo, porque le ha ayudado mucho en tener mucha confianza en ella misma y que hable en público.

-Pero ¿ya ha hablado antes a un público así?

Contesta el padre de Linda:

-Ahorita es cuando se ha presentado ante más gente… Bueno, aquí les puede explicar ella… A ella desde chica siempre le ha dado por escribir cartas a mí o a su mamá, cartas de amor, y de cómo nos quiere y todo eso… y le da por leer muchos libros…

-Usted a qué se dedica…

-Yo trabajo aquí en Finanzas… del Estado.

-¿Reciben una remuneración por asistir al evento, o algo por el discurso?

-No, nada.

-¿O algún incentivo?

-No, nada. De ella (Linda) salió el ir.

-¿Cómo le hizo para que su hija fuera el plato principal del evento?

Contesta la mamá:

-Iba pasando la candidata, entonces nosotros estamos hasta adelante, y ella (Linda) le dijo que quería decir unas cosas …

-¿O sea, fue espontáneo?

-Fue espontáneo. La candidata la subió arriba (sic), pero no recibimos nada. La abordó (Linda a Josefina) ahorita que iba pasando. Le dijo: “sabe qué, quiero decir unas palabras”, y la señora (Josefina) aceptó.

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