Del Valle y Narvarte penden de un hilo
Algunos edificios que sólo presentan grietas en su estructura podrían colapsar en cualquier momento, lo que provoca angustia entre sus habitantes
Rubén Zermeño[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_uvq6e9jy” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] La Colonia Narvarte y la Del Valle son una bomba de tiempo, personal de Protección Civil informó a los habitantes de varios edificios que hasta el ruido de un avión podría ocasionar que colapsen, en otros severamente dañados ni siquiera han hecho acto de presencia.
Para las 20 familias habitantes de Gabriel Mancera número 33 el terror del sismo terminó, pero la pesadilla de no saber cuándo caerá su edificio continúa.
“Nos dijeron que el edificio ya es inhabitable, no pasa de 72 horas para que se caiga, nos dijeron que si llueve, pasa un helicóptero o un camión pesado podría colapsar”, comentó Antonio Peláez, uno de los dueños y habitantes de edificio de 10 pisos.
Según personal de Protección Civil, el edificio podría caer en cualquier momento, por lo que ya desalojaron al menos a ocho domicilios a su alrededor. La ayuda y los voluntarios igual fueron retirados del lugar, el riesgo es inminente y si no se previene podría ocasionar muchas pérdidas humanas.
“Se puede caer hacia la derecha o se puede partir parte hacia la derecha y parte hacia acá (izquierda), ya están vencidos lo que son los soportes y las columnas. Además, no solo cae el edificio, salen escombros disparados a gran velocidad, los tanques estacionarios tienen gas y con una caída de este tamaño van a explotar”, advirtió un elemento de Protección Civil de la Ciudad de México.
Gabriel Mancera entre La Obrera y la Calzada Obrero Mundial luce desolada, el silencio y la expectativa del derrumbe imperan en la zona.
El liderazgo de la evacuación lo tomó un hombre de mediana edad, quien sin presentarse previamente ni mostrar sus credenciales comenzó a dictar órdenes sobre los habitantes del edificio.
Tuvo que llegar un elemento de la Policía Federal para calmar los ánimos y permitir a un habitante por departamento sacar papeles importantes.
Al salir, los residentes negaron que el daño fuera tan grande como para dejar atrás una vida y miles de esfuerzos que les costó adquirir su departamento.
En la Colonia vecina, en la Narvarte, en el número 830 de la Calle Pedro Romero de Terreros, además de las grietas y afectaciones por el sismo, un letrero pegado en el portón de la cochera del edificio llamaba la atención.
“A Protección Civil, por favor llamar al…” decía la leyenda de la cartulina seguida por tres número telefónicos.
El edificio de departamentos fue olvidado por Protección Civil de la Ciudad de México y parece estar cerca de colapsar.
“Queremos un diagnóstico previo en donde se nos diga que esto de plano no tiene remedio (…) nadie se va a arriesgar a regresar a un edificio que con otro temblor se nos caiga”, dijo Ana Tierrín, propietaria de uno de los departamentos.
Al edificio no han llegado autoridades del gobierno local, pero sí arquitectos e ingenieros quienes señalan que el edificio presenta un gran riesgo y que no hay otra opción más que la demolición.
“Sabemos que hay muchos edificios derrumbados, pero los señores de Protección Civil no tienen nada que hacer en los edificios derrumbados, entonces si pueden venir a los edificios dañados antes de que suceda otra cosa, porque no sabemos si en cualquier otro momento vuelva a temblar” exigió la inquilina, Estrella Ruiz.
El conjunto de departamentos preocupa también a sus vecinos, que además de las grietas ven la estructura ladeada y temen que pueda caer sobre su propiedad.
Sobre la Avenida La Morena, se encuentra un sobreviviente del terremoto del 85, quien no le hizo a su estructura ni cosquillas en forma de grieta, el sismo del martes pasado podría terminar con su vida, el edificio también está a punto de colapsar y llevarse consigo a dos de sus jóvenes vecinos.
El sismo además tumbó las escaleras y una de las bardas exteriores, dejando a la intemperie, closets, habitaciones y baños. Afuera se van turnando los habitantes para cuidar sus bienes.