En medio de la crisis sanitaria por la que atraviesa México derivada del Covid-19, las expectativas sobre la inseguridad y la violencia en el país son negativas hacia el futuro.
Millones de ciudadanos aseguran que la situación no mejorará en los próximos meses, aun cuando un gran porcentaje de la población permanece en sus hogares por las recomendaciones de la Secretaría de Salud federal.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU) durante el primer trimestre del 2020 el 66.5 por ciento de la población entrevistada dijo que en materia de inseguridad el panorama empeorará o seguirá igual de mal.
Este porcentaje de desánimo ciudadano se elevó de manera considerable al compararla con el mismo periodo del año pasado, ya que en marzo de 2019 era el 55 por ciento de la población que opinaba de la misma forma.
La ciudad en la que sus residentes mostraron una mayor expectativa negativa sobre la delincuencia es Ecatepec (Estado de México) donde el 86.3 por ciento aseguró que la situación no va a cambiar o que en el futuro recrudecerá.
Le siguen Ciudad Juárez (Chihuahua) con 82.3 por ciento, San Luis Potosí (San Luis Potosí) con 82.2 por ciento, Toluca (Estado de México) con 82.1 por ciento, Fresnillo (Zacatecas) con 81.8 por ciento y Tijuana (Baja California) con 80.4 por ciento.
La ENSU es un estudio que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de manera trimestral en 86 ciudades del país y aplica cuestionarios a la población de 18 y más años.
La opinión poco esperanzadora de los residentes de zonas urbanas coincide con el trimestre más violento del que se tenga registro. Enero-marzo de 2020 fue el periodo con más asesinatos desde que la autoridad presenta los informes de los delitos cometidos en todo el territorio.
Gobiernos reprobados por inseguridad
La ENSU también contempla la realización de preguntas enfocadas a que la población evalúe el desempeño de los gobiernos locales en materia de seguridad pública y otras problemáticas cotidianas.
El estudio muestra que el 72.5 por ciento de las personas encuestadas expresaron que el gobierno fue poco o nada efectivo para resolver los problemas de su ciudad.
Baches en las calles, delincuencia (robos, extorsiones, secuestros, fraudes, entre otros delitos), alumbrado público insuficiente, fallas y fugas de agua potable, coladeras tapadas por acumulación de desechos, transporte público deficiente y parques descuidados, son algunos de los inconvenientes más importantes que observa la ciudadanía en sus urbes.
Con respecto a la percepción de inseguridad, el 80.8 por ciento de los encuestados dijo que los cajeros automáticos son los sitios donde se sienten menos seguros.
Le siguen el transporte público con 73.5 por ciento, los bancos con 67.4 por ciento, calles que habitualmente usan con 64.7 por ciento, los mercados con un 57.5 por ciento y las carreteras con un 56.9 por ciento.
En contraste, la casa, la escuela, el trabajo y el automóvil fueron los lugares en los que la población consideró que se siente más segura.
Aunque a nivel nacional las cifras de robo a casa habitación, de vehículo, a transeúnte, a transporte público o a negocio disminuyeron entre un 8 y 37 por ciento, los ciudadanos afirmaron seguirse sintiendo inseguros y modificaron sus rutinas para no ser blanco de la delincuencia.
El 64.8 por ciento de los participantes de la ENSU aseguraron que dejaron de llevar cosas de valor para no ser víctimas de robo, el 54.9 por ciento prohibió la salida de su vivienda a los menores de edad, el 54 por ciento evita caminar de noche en los alrededores de su hogar y el 36.3 por ciento se abstuvo de visitar parientes o amigos.
Especialistas en materia de seguridad afirman que la baja en robo común se debe a que gran parte de los mexicanos se encuentran en casa para evitar la propagación del Covid-19 y es por ello que la reducción en la movilidad ciudadana disminuyó la incidencia.
Sin embargo, advierten que en los meses que se restablezca la actividad productiva en el país los robos se incrementarán.
Desconfianza en autoridades locales
El estudio elaborado por el Inegi en zonas urbanas deja al descubierto que las policías locales son las que generan una mayor desconfianza. Mientras que las autoridades federales son evaluadas de manera positiva.
Según la ENSU, el 46 por ciento de la población encuestada tiene mucha o algo de confianza a las policías preventivas municipales. Para las estatales el porcentaje es de 53.
En el caso de los elementos de la Policía Federal, tienen un nivel de confianza de 65 por ciento, los de la Guardia Nacional de 76 por ciento. En los integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confía el 86 por ciento y de la Secretaría de Marina el 88 por ciento.