Descanso eterno en ruinas
Capitalinos que visiten a sus seres queridos fallecidos este 1 y 2 de noviembre encontrarán recintos de “descanso eterno” en condiciones de descuido y abandono, incluso con jaurías de perros y cajas semienterradas
Erick MirandaLos cementerios de la Ciudad de México no honran a sus moradores ni siquiera en la tradicional conmemoración del Día de Muertos.
La capital del país tiene 117 panteones de los cuales 5 son civiles, 14 civiles delegacionales, 83 vecinales o comunitarios, 14 concesionados y 1 histórico. Sin embargo, muchos de estos recintos de “descanso eterno” operan en condiciones de descuido y abandono.
Aunque desde el pasado 29 de octubre diversas cuadrillas de limpieza comenzaron a remozar los accesos principales y las inmediaciones de algunos de éstos, basta con adentrarse en sus corredores secundarios para encontrase con el estado real de estos lugares.
Durante un recorrido por algunos camposantos de la CDMX, como el Civil General de Dolores y el Panteón Jardín, así como los Delegacional de Xochimilco y San Lorenzo Tezonco, entre otros, Reporte Índigo constató que están deteriorados y operan bajo condiciones insalubres y riesgosas.
En Tezonco, los usuarios a bordo de sus vehículos pasan por calles ruinosas y con escasos letreros; mientras que a pie, los laberínticos andadores suelen conducir a lápidas estropeadas que se pierden entre pastizales crecidos.
En las zonas más alejadas de los circuitos de vigilancia se pueden observar sepulcros abiertos y ataúdes casi desenterrados, ya sea por el paso de los años o también por personas que se dedican a “saquear tumbas”, relatan sepultureros del sitio, aún y cuando el delito de “profanación” es sancionado con penas de entre 4 y 8 años de prisión, de acuerdo con el artículo 281 del Código Penal Federal.
“Se han llegado a dar algunos casos donde las han llegado a abrir para ver si hay algo de valor o para hacer cosas de brujería”, comentó un trabajador del lugar.
El Panteón Civil de Dolores tiene cisternas deterioradas con agua turbia que huele mal e incluso llaves de paso canceladas y a medio arrancar, los cuales son algunos de los problemas con los que visitantes tendrán que lidiar durante los festejos del próximo 1 y 2 de noviembre, fechas para conmemorar el Día de Muertos y el Día de Todos los Santos.
Sobre los montículos de hojarasca y flores secas que se forman en algunas de las zonas del panteón delegacional de Xochimilco destacan envases y latas de bebidas embriagantes y solventes, además de restos de floreros y figurillas de ornato que en algún momento yacieron sobre algún sepulcro. En estos espacios también hay jaurías de perros y apostados en los accesos es común hallar vendedores ambulantes.
En las partes más viejas del Panteón Jardín, así como en el resto de camposantos, yacen tumbas de piedra que datan de principios del siglo pasado o incluso de fechas anteriores, donde el abandono resulta mayor por la falta de mantenimiento que en teoría debería correr a cargo de los familiares de las personas sepultadas o por el personal contratado.
De acuerdo con trabajadores de los distintos camposantos, las condiciones de estos sitios permanecen en ‘estado de abandono’ debido al bajo presupuesto asignado en las partidas de recursos públicos que se administran a nivel alcaldía.
¿Panteones sin agua?
Desde hace 8 años, Antonio Zárate trabaja como vigilante del Panteón Jardín, ubicado en la alcaldía de Álvaro Obregón.
Ante el actual corte de agua por el que atraviesa la capital, derivado por obras de mantenimiento en el Sistema Cutzamala, el trabajador comenta que aunque el sitio tiene un sistema de cisternas provisionales, no logrará dar abastado durante los días festivos por la cantidad de personas que van.
“Si no hay presión de agua en la colonia, no creo que el panteón esté al 100 por ciento… pero quizá con un 20 o 30 por ciento llegaremos a operar y pues ahora sí que hasta dónde alcance”, dijo.
Alfonso Ortiz, personal de mantenimiento del mismo panteón, señaló que aunque la administración no se pronunció respecto al tema del agua, él está en espera de “acatar indicaciones”.
“La realidad es que las personas que vienen ya casi no lavan las tumbas de sus muertitos, sino que ahora sólo las barren. Sin embargo, ojalá que este año sí vengan muchas gentes y den buenas propinas, ya que de ahí vivimos”, señaló.
En el Panteón Civil de Dolores, situado en de Miguel Hidalgo, las cisternas de los pasillos centrales fueron abastecidas a tope, aunque las periféricas sólo fueron surtidas a menos de la mitad de su capacidad.
Un intendente del lugar señaló que aunque la gerencia no dio aviso ante la contingencia, se optó por el llenado de piletas.
“Nuestra chamba es tener el panteón en las mejores condiciones posibles, para que la gente pase un rato con sus seres queridos que ya se les adelantaron” dijo.
Al oriente de la capital, en el Panteón de San Lorenzo Tezonco, ubicado en Iztapalapa, la mayoría de maleza fue retirada de sus paseos centrales, no obstante, cientos de tumbas descansan bajo un espesa capa de pasto y matas de ortiga. Sus cisternas, al igual a las del resto de panteones, lucen podridas. Ahí el personal confía en que lleguen pipas para reabastecer de agua las cisternas.
En el panteón de Xilotepec, en Xochimilco, María Luisa trabaja desde hace 13 años acarreando agua para el lavado de tumbas y espera que no la corten, pues esa alcaldía supuestamente no iba a tener problemas.
Camposantos en la capital
117 panteones hay en total
5 son civiles
14 delegacionales
83 vecinales o comunitarios
14 concesionados