Descolorida sanción
Un millón 200 mil pesos.
Esa es la multa impuesta por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a Grupo México por el derrame de 40 mil litros cúbicos de aguas residuales con ácido sulfúrico al río Sonora.
César Lagarda Lagarda, director general del Organismo de Cuenca Noroeste de la Conagua aclaró que las sanciones se imponen automáticamente en función a la ley vigente.
Carolina HernándezUn millón 200 mil pesos.
Esa es la multa impuesta por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a Grupo México por el derrame de 40 mil litros cúbicos de aguas residuales con ácido sulfúrico al río Sonora.
César Lagarda Lagarda, director general del Organismo de Cuenca Noroeste de la Conagua aclaró que las sanciones se imponen automáticamente en función a la ley vigente.
Pero agregó que Grupo México deberá proceder a la cancelación del origen de esta falla, además serán sometidos a una nueva revisión para conocer la condición de las instalaciones y deberán pagar todos los daños relacionados con este incidente.
La empresa es propiedad de Germán Larrea, el tercer hombre más rico de México de acuerdo a la revista Forbes, según el ranking 2013. En la lista de millonarios de Bloomberg, Larrea aparece en el número 117, con 9.9 mil millones de dólares en su cuenta.
Su compañía asumió la responsabilidad por los daños ambientales que causó el derrame de los químicos al río y se comprometió a atender el problema.
Sin embargo, Jaime Varela Salazar, profesor emérito de la Universidad de Sonora aseguró que no existe forma de reparar el daño, pues es muy difícil eliminar los metales que contaminaron el agua.
“El tratamiento que se pudiera hacer (para recuperarlos) es demasiado costoso”, aseguró en entrevista para La Razón.
El académico señaló que este es el peor desastre ecológico en la historia del estado.
“Hasta donde yo tengo memoria, este ha sido el problema ecológico más grave que ha ocurrido en Sonora. No recuerdo de otro problema ambiental tan grave”, afirmó.
El 7 de agosto, un defecto en los estanques de contención de la mina Buena Vista del Cobre, en Cananea, provocó el derrame de 40 mil metros cúbicos de aguas residuales con ácido sulfúrico, el cual es usado para extraer el metal de las rocas molidas.
Esto contaminó del agua de dos ríos –que se tiñeron de naranja- y causó problemas de abastecimiento en, al menos, siete municipios cercanos a la zona.
Mientras, alrededor de 21 mil residentes de comunidades aledañas cumplieron ayer cinco días sin agua potable.
Ante esta contingencia, el gobernador del Estado, Guillermo Padrés, señaló que garantizaría el suministro del vital líquido durante el tiempo que dure la emergencia.
“Sin crear una alarma, sí hay una preocupación y hay que tener cuidado, esperamos información adicional en las próximas horas por parte de las autoridades federales”, dijo el gobernador.
En contraste, Juan Rebolledo, vicepresidente de Relaciones Internacionales de la empresa Grupo México, aseguró que los químicos derramados no representan un problema grave, pues el contenido de estos ácidos no es tóxico en sí mismo.
“No hay problema de que pueda haber una grave afectación a las comunidades siempre y cuando se tengan las precauciones adecuadas”, declaró entrevista para Radio Fórmula.
Grupo México levanta la mano para Ronda Uno
La Profepa suspendió temporalmente las actividades en la mina Buenavista de Cobre, propiedad de Grupo México, hasta que se lleve a cabo una investigación independiente.
Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que la compañía levante la mano para participar en la Ronda Uno de licitaciones de la reforma energética.
Esta ronda es para otorgar los nuevos contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos.
Ayer, la Secretaría de Energía dio a conocer las áreas que se incluirán en esa licitación con lo que los inversionistas nacionales y extranjeros ya pueden empezar a prepararse para participar en dicho proceso de licitación y quedarse con una zona.
Ricardo Arce, director general de Compañía Perforadora México, subsidiaria de infraestructura de Grupo México, aseguró a El Financiero que buscarán participar en “campos maduros”, donde el capital de riesgo es menor en comparación a los grandes campos.
El directivo puntualizó que se enfocarán a la integración de sus servicios de perforación, por ejemplo, en la parte de fracking y en barcos remolcadores.
“Nos interesan solo aquellos (socios) en los que Grupo México pueda tener un papel preponderante, al menos de 50 por ciento, nos vemos, al menos, del mismo tamaño que el socio operador”, indicó.