Las autoridades federales se precipitaron y anunciaron la captura del hijo del Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en Guadalajara, cuando se trataba de Félix Beltrán León, un miembro del Cártel de Sinaloa.
Juan Alfredo Guzmán Salazar se encuentra prófugo pero en la mira de la autoridad, especialmente de la Marina.
Porque luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) reconociera el error de la Secretaría de la Marina (Semar), lamovilización de marinos no ha cesado en Guadalajara.
Se han cateado varias casas luego de los interrogatorios al detenido.
Y es que la buena reputación con la que cuenta la Semar en México se puso en duda luego de que anunciaran información falsa.
Fuentes extraoficiales de la DEA fueron los primeros en desmentir que se tratara del hijo del caposinaloense.
Aún así lo vivido la mañana del viernes 22 de junio es digno de ser contado: un montaje que da lugar a cuestionar si no fue una estrategia para desviar la atención de una verdadera investigación del hijo del capo.
Por otro lado, tanto la madre como los abogados de Beltrán León que dieron la rueda de prensa la mañana del viernes, sabían que era una situación intrincada pues el inculpado sí forma parte del grupo criminal.
Captura de Félix León ¿montaje de quién?
La presencia de la Semar y las inconsistencias en las declaraciones, hacen creer que la rueda de prensa pudo haber sido un montaje.
La versión de la madre omite muchos detalles, quizá con la finalidad de encubrir al hijo.
Desde la desaparición del padre biológico desde hace 20 años, hasta el número de años que lleva viviendo su hijo en Guadalajara.
Y es que la madre del detenido desconoce desde el domicilio de su hijo, hasta el nombre completo de su consuegra.
También la abogada Verónica Guerrero tuvo sus propios tropiezos.
Primero al señalar que Kevin Daniel Beltrán Ríos es sobrino de Elodia León para que esta última dijera que los detenidos son medios hermanos.
También al principio mencionó que la defensa legal era para los dos detenidos y luego aclaró que solo se defendía a Beltrán León.
Además en el café Samborns la cuenta de los reporteros –de alrededor de 11 mil pesos- fue pagada por los abogados, cuando frente a las cámaras la representante legalaseguró que la reunión con la prensa no estaba contemplada.
Antes bien se trataba de una reunión particular concertada a las 2:30 de la tarde con su clienta.
Tanto la madre como la abogada aseguraron que la presencia de los medios de comunicación era una sorpresa, aunque se realizó una convocatoria a través de un correo a todos los medios locales.
Una base de datos que solo podría tener una oficina de prensa de alguna dependencia o algún organismo no gubernamental.
La cita a las 11 de la mañana provenía de un supuesto despacho de “abogados penalistas de Jalisco” en el que aseguraban que la familia “Guzmán Salazar” aclararía la situación del detenido.
“Nosotros les demostraremos lo contrario. Abogados y miembros de la familia Guzmán Salazar”, decía textualmente la invitación electrónica sobre la falsa identidad del presunto hijo del capo sinaloense.
En el restaurante se percibía un ambiente tenso, 5 patrullas de La Marina custodiaban los alrededores de Plaza Pabellón en Zapopan, Jalisco.
La espera fue larga: más de 2 horas; a fin de mitigar la desesperación de la prensa, la asistente de la abogada de nombre Elizabeth Cuellar solicitó paciencia y pidió a los meseros que atendieran a los reporteros.
Pero al saber la finalidad de la rueda de prensa el personal del propio restaurante empezó a retirar cualquier insignia de la marca “Samborns” para que no se registrara en video.
La versión de la madre
Elodia León la madre de Félix Beltrán León es una mujer de apariencia humilde que se dijo originaria del Aguaje de Tamazula, Durango.
Poco sabía la madre de la vida de su hijo en Guadalajara, de hecho, primero dijo que llegó a la ciudad a estudiar la secundaria.
Después mencionó que su hijo tenía 2 años y medio radicando en Jalisco a raíz de sumatrimonio con Karla Giovanni Pacheco.
Pero no sabía el domicilio de su hijo, solo refirió que trabajaba con la suegra Paty, con la que vendía carros usados.
La madre insistió en que había sido una confusión, qué su hijo era su hijo “y no del Chapo”, sin embargo no se explicó como procederían legalmente, solo informaron que presentarían un amparo.
Nunca se habló de alguna denuncia por abuso de autoridad, daño moral o de cualquier otro tipo de proceso legal contra la autoridad.
Incluso la madre desconocía el nombre del abogado de su hijo en la Ciudad de México.
