Durante la conferencia de prensa matutina, el procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, informó que detectaron un software Rastrillo que permitía a una gasolinera de Champotón, Campeche, alterar la venta del combustible.
El funcionario detalló que el Rastrillo se trata de una alteración al software de las máquinas despachadoras de gasolina que permite controlar a distancia la cantidad de litros que se despachan. “Nos han estado engañando a los mexicanos, un 8% de las gasolineras lo han hecho”, detalló.
Cuando las autoridades de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) abrieron una bomba, ubicada en la carretera a Ciudad del Carmen, detectaron el mecanismo, el cual estaba oculto en una caja que contiene una tarjeta mediante la cual fue detectable la venta de menos litros de gasolina que los que se reportaban.
“La tarjeta no es pirata, pero se está vendiendo por debajo del agua, por lo que la Fiscalía General tendrá que averiguar quién es el responsable, pues es un delito”, afirmó Sheffield Padilla, quien abundó que es posible que dicho software sea vendido por los propios fabricantes de las bombas.
Sobre este tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que se actuará pues es un delito y si se encuentran “artefactos raros, se tiene que proceder”.
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