México, una pesadilla para las mujeres migrantes

Ser mujer en México es más un reto que un privilegio, especialmente cuando son migrantes y, más aún, si deben enfrentar la justicia y lidiar con las autoridades locales.

De acuerdo con el más reciente estudio sobre la criminalización de las mujeres migrantes en México realizado por el Centro de Derechos Humanos Agustín Miguel Pro Juárez, las formas de violencia son muy diversas y se dan tanto a la hora de enfrentar un proceso legal como desde la sociedad.

Entre los fáctores a destacar se encuentran las políticas migratorias que maneja el país desde un punto de vista de la seguridad nacional y las constantes violaciones a los derechos humanos, sobre todo cuando las autoridades llevan a cabo una detención.

Algunos de los problemas más graves que lastiman y violan la integridad de las mujeres migrantes son:

Detenciónes sin informarles los motivos de las mismas, momento en el cual también es común que sufran tortura sexual y psicológica.

Ser exhibidas en medios de comunicación antes de ser juzgadas. Además de que muchas veces son engañadas para firmar declaraciones inculpatorias.

La falta de asistencia legal y consular por parte de sus países para poder tener una defensa adecuada.

Y, una de las más crueles y que es extremadamente común, es que suelen ser separadas de sus hijos y familiares.

A esta serie de problemas también se deben añadir la falta de transparencia a la hora en que son sometidas a un juicio así como la falta de apego a las reformas penales en materia de derechos humanos en el país.

Desde hace dos años la detención de mujeres y su ingreso a prisiones ha aumentado significativamente. Especialmente a nivel estatal, pues ante la guerra que actualmente se libra contra el narcotráfico en el país, miles de mujeres ahora son utilizadas por el crimen organizado para transportar drogas.

De acuerdo con una solicitud de información emitida a la Comisión Nacional de Seguridad en México el número de mujeres extranjeras que hasta septiembre del año pasado se encontraban encarceladas en el pais por delitos contra la salud eran apenas 28, de las cuales 12 eran son colombianas, 1 guatemalteca, 4 salvadoreñas, 6 norteamericanas, 1
Senegalesa, 1 nicaragüense y 1 venezolana.

Sin embargo, existen varias más que se encuentran detenidas pero a quienes no se les ha emitido una sentencia.