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El Programa de Conservación y Manejo del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, sepultado por las autoridades, planteaba la necesidad de limitar la actividad ecoturística que ahora pretende detonar el proyecto Cañones de la Sierra Madre.
El proyecto de Plan de Manejo de esta Área Natural Protegida contemplaba la elaboración de un Programa Rector de Ecoturismo, con la intención de definir lineamientos para que el turismo de naturaleza no provocara más impactos negativos en la reserva federal.
El plan de reglamento consideraba el turismo en la zona como la principal oportunidad que tienen la administración del Parque Nacional Cumbres de Monterrey y los pobladores de la región para obtener ingresos, con la prestación de servicios turísticos para los visitantes, pero con bajo impacto en la zona protegida.
La propuesta de instrumento legal establecía restricciones para este tipo de turismo, para evitar cualquier afectación en el ecosistema y en la vida de los pobladores.
“El turismo ofrece un elevado potencial para la generación de ingresos, tanto para la administración del Parque, como para sus pobladores.
“Por lo que se deberán definir y aplicar lineamientos de uso y fomentar esquemas organizativos que permitan el desarrollo de las actividades de uso público o turístico sin deterioro del entorno, ni afectación de la forma de vida de los pobladores originales”, establecía el documento elaborado por la Semarnat.
Pero el proyecto de turismo Cañones de la Sierra Madre lo único que plantea, es construcción de infraestructura.
Reporte Indigo publicó ayer que el proyecto Cañones de la Sierra Madre, que impulsa Turismo de Nuevo León, es la nueva amenaza que enfrenta hoy el área natural protegida Parque Nacional Cumbres.
El plan estatal pretende con este proyecto detonar la Sierra Madre como un destino para el turismo de aventura y actividades extremas, pero sin ningún tipo de regulación y programa de manejo, como lo exige el decreto federal que declara esta zona de Nuevo León como área natural protegida.
Ambientalistas como Ernesto Enkerlin, exdirector de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, condicionan la factibilidad de proyectos, como Cañones de la Sierra, a que la Semarnat libere los permisos ambientales.
Precisamente el proyecto de Plan de Manejo del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, proponía determinar la capacidad de carga de cada circuito turístico para regular las actividades que podrían desarrollar en esas zonas.
El reglamento además consideraba necesario elaborar un programa de evaluación de sitios y necesidades de infraestructura para el uso turístico en el área natural protegida.
El decreto de delimitación del Parque Nacional Cumbres de Monterrey se publicó en el año 2000, y a través de él se declaró zona sujeta a conservación a 177 mil hectáreas de la Sierra Madre.
El área natural protegida abarca los municipios de Allende, García, Montemorelos, Monterrey, Rayones, Santa Catarina, Santiago y San Pedro Garza García, y es considerada la segunda mayor concentración de pinos y encinos del país.
Es también esta área natural la principal fuente de abastecimiento de agua de la zona metropolitana de Monterrey.
Se buscaba que el Programa de Conservación y Manejo fuera el instrumento rector de planificación para conservar, proteger y recuperar los ecosistemas que hay en este parque nacional.
El programa debería de incluir un diagnóstico que identificara las amenazas a los ecosistemas, así como el desarrollo de estrategias para enfrentarlas, además de establecer programas de protección de sitios con alto valor biológico.
En los 14 años que tiene el decreto nunca se elaboró un Plan de Manejo que regulara las actividades que se desarrollan en la zona protegida.
En noviembre del 2007 –en el séptimo aniversario del Parque- estuvo a punto de publicarse el Plan de Manejo y de que con ello entrara en vigor.
El proyecto de Programa de Conservación y Manejo del Parque Nacional Cumbres se presentó en marzo del 2007 en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, para cumplir el requisito antes de publicarse en el Diario Oficial de la Federación.
Sin embargo, el entonces gobernador Natividad González Parás vetó la publicación, alegando que el Gobierno del Estado no había sido consultado por la Semarnat, ni la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
El Estado y la Federación comenzaron entonces negociaciones entre el 2008 y 2009, trabajos que terminaron por bloquear la publicación de este reglamento en el Diario Oficial de la Federación durante el sexenio pasado.
El Plan propuesto prohibía la construcción de infraestructura en la zona de La Huasteca, lo que afectaba al desarrollo inmobiliario Valle de Reyes, impulsado por la Constructora Marfil y por la empresa Metrofinanciera, en ambas es socio Ramiro Guzmán Barbosa.
Los responsables de este documento se enfrentaron a la encrucijada legal de incluir como parte del Parque Nacional la zona del Cañón de Ballesteros, donde estaba planeado un desarrollo inmobiliario.
El responsable oficial del documento era Sandra Denisse Herrera Flores, quien se desempeñaba como Subsecretaria de Fomento y Normatividad Ambiental de la Semarnat y presidenta del Comité Consultivo Nacional de Normalización de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Hoy, el Parque Nacional Cumbres de Monterrey, sin Plan de Manejo que lo regule, enfrenta la amenaza: proyecto Cañones de la Sierra Madre.