Deuda pública: botín político y electoral
La deuda pública que mantiene a Guadalajara como uno de los municipios más endeudados del país ha pisado la arena electoral.
En el marco de los comicios intermedios de 2015, se ha abierto un tema que ha marcado a la actual administración del alcalde priista Ramiro Hernández, que tiene sus raíces en la gestión de su antecesor, el hoy gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz.
Jonathan Ávila
La deuda pública que mantiene a Guadalajara como uno de los municipios más endeudados del país ha pisado la arena electoral.
En el marco de los comicios intermedios de 2015, se ha abierto un tema que ha marcado a la actual administración del alcalde priista Ramiro Hernández, que tiene sus raíces en la gestión de su antecesor, el hoy gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz.
“Desde aquí les digo que si regresara a este lugar, volvería a tomar esa decisión (de endeudar al municipio) en beneficio de los tapatíos”, expresó en septiembre de 2013 el mandatario estatal, durante una breve participación en el primer informe de actividades de Ramiro Hernández.
Tema clave para el municipio, ha sido aprovechado tanto por la propia administración priista como por la oposición con fines de golpeteo político y de denostación mutua.
Desde el 3 de marzo pasado, Movimiento Ciudadano ha emprendido una nueva estrategia de difusión hacia la población, sobre el estado de la deuda pública de Guadalajara. Según el partido naranja, el endeudamiento municipal asciende a 5 mil millones de pesos.
“La ciudad está en una situación crítica, pero los gobernantes no lo han reconocido. La realidad es que la actual administración ha sido opaca, no ha informado a los ciudadanos sobre el monto real de la deuda y ha sido irresponsable”, declaró Marco Valerio Pérez Gollaz, coordinador de los regidores de MC en el Ayuntamiento.
Salvador Caro Cabrera, hoy regidor con licencia de MC, señaló el 27 de febrero pasado que el Municipio mantiene además un adeudo millonario con el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal).
Según los cálculos de la oposición, al Ipejal se le deben más de 300 millones de pesos. Sin embargo, Felipe de Jesús Hernández Espinosa, director de Egresos y Control Presupuestal del Municipio, negó los señalamientos de MC.
Hasta hace 10 o 15 años los Municipios no tenían autorización para endeudarse. Dicha facultad apenas les fue concedida en 2005, de acuerdo con el doctor Antonio Ruiz Porras, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Con esta nueva facultad los Municipios han optado por adquirir deudas que varían según su situación; algunos como Guadalajara decidieron endeudarse “mucho”, dice el académico.
Tal ha sido el problema de los Municipios con su deuda pública que la reciente Reforma Fiscal, aprobada en octubre del 2013 por el Senado de la República, determina ya algunos límites para la adquisición de nuevos créditos.
“En la reforma fiscal, propuesta el año pasado por Enrique Peña Nieto, ya se les da algunos límites (a los Municipios) hacia lo que es el endeudamiento. Porque se considera que en algunos casos ya puede ser un problema financiero bastante serio para las finanzas públicas”, explicó Ruiz Porras.
Los pasivos tapatíos
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la deuda pública de los Municipios ha crecido en un 89 por ciento en los últimos siete años.
Así, 20 de los 875 Municipios en los que se distribuye la deuda concentran el 46 por ciento de la deuda total.
Guadalajara se encuentra hoy en el segundo lugar, de acuerdo con la SHCP, por debajo de Tijuana, con un monto de alrededor de 2 mil 482 millones de pesos, que refieren los adeudos con la banca privada.
En los últimos diez años la deuda del municipio ha ascendido alrededor de mil 400 millones de pesos, con base en los datos de la SHCP.
Con estos montos el partido naranja señala que Guadalajara también guarda un monto de poco más de mil 300 millones que adeuda con proveedores y alrededor de mil 500 millones de pesos en rubros como sueldos caídos, demandas, juicios pendientes y gastos que no se registran en la contabilidad.
“Son gastos presentes que se tienen que pagar en algún momento. Eso significa que si tenemos una deuda pública hoy es porque eventualmente la tendremos que pagar en el futuro ¿y cómo se puede pagar?
“Ya sea a través de incremento de los impuestos locales o, en un momento dado, se tendrá que pagar a través de la no disposición de servicios públicos. Esas son nuestras dos alternativas en la práctica”, advierte Antonio Ruiz, en caso de que el Municipio sea incapaz de saldar su deuda.
Sin embargo el académico señala que el nivel de endeudamiento no es tan grave como se maneja ya que, tomando como base la población de otros Municipios más pequeños, en Guadalajara existe una deuda de mil 500 pesos por cada habitante.
Deudas buenas y malas
Ante los señalamientos de la oposición, César Ruvalcaba, regidor priista en Guadalajara, ha defendido a la actual administración y ha calificado el asunto como mero “golpeteo político”.
Al mismo tiempo ha señalado que existen “deudas buenas y malas” que se categorizan según el nivel de transparencia que éstas tienen.
Con ello ha tratado de enfocar hacia otro lado la crítica: hacia el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, bastión de MC.
Sin embargo la transparencia presupuestal no favorece a la capital tapatía, ya que de acuerdo con el Índice de Información Municipal Presupuestal publicado a finales de 2014, Guadalajara se encuentra en el último lugar de los primeros cinco municipios que conforman la Zona Metropolitana.
Mientras Tlajomulco está en el tercer lugar estatal, la capital tapatía está en el quinto, con una calificación de 39 por ciento de transparencia presupuestal, según el Índice elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, lo cual contrasta con lo mencionado por Ruvalcaba.
Estrategia contra personajes
Tal como lo ha expresado el PRI en Guadalajara, para el investigador de la UdeG el tema tiene bastantes tintes políticos, pues enmarca figuras clave que hoy son postuladas a la alcaldía tapatía.
“Si lo pensamos justamente el que está de candidato del PRI, en este momento, debe ser el primer enterado de esto, porque fue su secretario de Finanzas (de Aristóteles Sandoval en Guadalajara). Yo entiendo que se maneje políticamente porque esto era justamente el campo de especialidad del ahora candidato (Ricardo) Villanueva”, detalla el académico.
En ese mismo escenario aparece el panista Alfonso Petersen, quien fue presidente municipal de Guadalajara entre 2006 y 2009, y hoy regresa como candidato del PAN por la misma alcaldía
“En ese contexto la situación de Guadalajara es particular porque, efectivamente, uno de los candidatos fue alcalde, otro fue secretario de Finanzas, en realidad tanto las administraciones panistas como las priistas contribuyeron a que se incrementara la deuda”, detalla el universitario.
Dentro de la polémica, el investigador dice ser escéptico de las cifras que da MC, ya que no existe una cifra oficial sobre el estado de las deudas de los municipios, lo que genera especulación a partir de cualquier dato.
“Una combinación de escasa información, especulaciones, que Villanueva haya sido secretario de Finanzas, lo que nos habla es que, efectivamente, es más un asunto político que un asunto realmente financiero”, expone Antonio Ruiz.
Ring electoral
La deuda de Guadalajara ha subido al escenario político y electoral del 2015. Gobierno y oposición pelean por cifras:
> 5,000
millones de pesos dice Movimiento Ciudadano que es el total de la deuda de la capital de Jalisco
> 3,625
millones de pesos dice el PRI que es la deuda total del municipio por dos créditos bancarios y pasivo circulante
> 2,482
millones de pesos es la deuda del municipio, según la SHCP
> 1, 550
pesos debe pagar cada habitante de Guadalajara por concepto de deuda pública
> 2,234
pesos debe pagar cada habitante de Tlajomulco (bastión de MC) por la deuda del municipio