Con el fin de combatir la obesidad infantil, legisladoras del PRD y del Partido del Trabajo presentaron, por separado, iniciativas a través de las cuales se busca prohibir la venta de alimentos “chatarra” y de alto contenido calórico a menores de edad.
La propuesta de la coordinadora del grupo parlamentario del sol azteca, Verónica Juárez Piña, plantea prohibir la venta de este tipo de productos en centros educativos de nivel básico y medio superior, ya que estos productos pueden provocar problemas de salud como diabetes, obesidad, sobrepeso, hipertensión arterial y otras enfermedades.
Manifestó que el consumo de estos productos impacta la calidad de vida de las personas, deteriorándolas paulatinamente, por lo que propuso reformar la fracción VIII del artículo 50 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Juárez Piña dijo que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016, en nuestro país tres de cada 10 niños viven con exceso de peso.
“El ambiente obesogénico los pone en riesgo de padecer hipertensión, ser resistentes a la insulina y desarrollar diabetes tipo dos”, explicó.
La propuesta de la perredista propone que en dicha ley quede establecida la prohibición de la venta, regalo y suministro a menores de edad de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico en las instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior, así como la venta a través de máquinas expendedoras en la vía pública, las instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior y/o establecimientos comerciales.
Por su parte, la diputada del Partido del Trabajo, Claudia Domínguez Vázquez, dijo que es lamentable que nuestro país ocupe los primeros lugares en el mundo con altos índices por este padecimiento.
Ante este grave problema, propuso reformar la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para prohibir la venta de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico a menores de edad.
Mediante esta reforma, agregó, se busca lograr un sano desarrollo y estado de salud y reducir las posibilidades de contraer algún tipo de trastorno alimenticio.
La legisladora petista resaltó el peligro que representan estos artículos, dada la poca presencia de nutrimentos sanos, así como las altas cantidades de azúcar, que pueden derivar en enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, que reduce el tiempo de vida de quienes la padecen y que se ha hecho presente de manera más frecuente en la población menor de edad.