Diputados aprueban informe sin escuchar a Ebrard
En medio de gritos, empujones y reclamos, la Comisión Especial de la Línea 12 de la Cámara de Diputados aprobó el informe en el que se señala que Marcelo Ebrard es culpable de la falla en la Línea 12 del metro.
La aprobación se dio sin haberle dado derecho de audiencia al exjefe de Gobierno del Distrito Federal en todo el proceso y tampoco este domingo, cuando se presentó de forma sorpresiva a la sesión donde la Comisión aprobaría el informe.
Imelda GarcíaEn medio de gritos, empujones y reclamos, la Comisión Especial de la Línea 12 de la Cámara de Diputados aprobó el informe en el que se señala que Marcelo Ebrard es culpable de la falla en la Línea 12 del metro.
La aprobación se dio sin haberle dado derecho de audiencia al exjefe de Gobierno del Distrito Federal en todo el proceso y tampoco este domingo, cuando se presentó de forma sorpresiva a la sesión donde la Comisión aprobaría el informe.
Ebrard arribó al salón de la Cámara de Diputados a la hora en que se encontraba citada la sesión. Acompañado por Ricardo Mejía Berdeja, vicecoordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano, llegó hasta las puertas del edificio G, donde se encontraban varios guardias custodiando la entrada.
El exjefe de Gobierno tomó un lugar en el salón y esperó.
Ante la insistencia de reporteros por que diera una entrevista, Ebrard Casaubón lamentó que se le acuse en el informe sin haberle dado audiencia ni una sola vez, y acusó de que el informe tiene un trasfondo político para evitar que busque una diputación federal.
“Esta es la Línea 13, que va de Los Pinos a Bucareli, de Bucareli se va al Ayuntamiento de la Ciudad de México y de ahí llega a San Lázaro”, expresó.
Ebrard afirmó que el ataque está orquestado por el Gobierno federal porque, se afirma, fue él quien filtró la información sobre la casa de Angélica Rivera en las Lomas de Chapultepec –la llamada “casa blanca”-, hecho que él negó.
No descartó que el informe que lo acusa haya sido elaborado en el PRI, con intervención de la Secretaría de Gobernación y hasta del Gobierno del Distrito Federal, donde gobierna el perredista Miguel Ángel Mancera.
El político perredista comentó que al país le urge una verdadera oposición al Gobierno federal y por eso consideraría ser diputado en el Congreso de la Unión.
A Ebrard se unió más tarde el senador Mario Delgado, quien también ha sido acusado de haber tenido responsabilidad en los hechos que llevaron al cierre de la Línea 12.
Oposición del PRI y el PAN
Conforme fueron llegando los diputados, se armaron las estrategias de cada bando. Por un lado, los diputados de izquierda cobijaron a Ebrard, mientras que los priistas discutían cómo evitar darle la palabra al exjefe de Gobierno.
“Traigan rápido la Ley Orgánica y el reglamento”, pedían los asesores de los tricolores para preparar la argumentación legal contra la presencia ahí de Ebrard.
La sesión de la Comisión comenzó con más de 40 minutos de retraso, una vez que Marco Antonio Calzada, su presidente, llegó al salón.
De inmediato, Calzada intentó someter a votación el orden del día, en el que no se contemplaba la intervención de ninguna persona externa a la Comisión.
En su cometido fue auxiliado por el panista Jorge Sotomayor, uno de los mayores críticos de Ebrard y Delgado y quien ha participado activamente en la elaboración del informe que los inculpa.
Los diputados de izquierda intervinieron para pedir que se permitiera a Marcelo Ebrard exponer sus argumentos.
Ante la negativa, Ebrard escribió en una hoja “Derecho de audiencia” y la mostró, de pie, a la Comisión.
Sin embargo, en medio de alegatos, Calzada y Sotomayor impulsaron la votación de la orden del día, aprobada por el PRI, el PVEM y algunos diputados del PAN.
“Eres un cobarde”, le reclamó Mario Delgado a Jorge Sotomayor, debido a que siempre había lanzado retos para que Delgado compareciera y ahora se negaba a darle la palabra.
Comenzó entonces la descalificación del informe por parte de los diputados de izquierda, quienes acusaron a Calzada de querer manejar la sesión de la Comisión como si fuera el cabildo del municipio de Tultitlán, de donde fue alcalde.
La sesión transcurrió entre dimes y diretes. Fue cuando Mejía Berdeja se encontraba en el uso de la palabra cuando anunció que le daría unos momentos de su tiempo a Ebrard para que hablara en la sesión.
El personal de la Cámara de Diputados cortó el sonido al micrófono que tenía en su mano Marcelo Ebrard, por lo que nadie pudo escuchar lo que decía.
Diputados del PRI, como Fernando de las Fuentes, Isidro Moreno y Leopoldo Sánchez comenzaron a gritar que se trataba de una ilegalidad y fueron a intentar arrebatarle el micrófono a Ebrard, lo que impidieron otros diputados de izquierda.
De inmediato, Calzada y Sotomayor sometieron a votación el informe, aprobado por diputados del PRI, el PVEM y Sotomayor, del PAN.
Alguien le hizo llegar a Ebrard un megáfono en el que empezó a hablar. Los ánimos se caldearon entre los asesores de ambos bandos e, incluso, un asesor del PRI empujó al diputado perredista Carlos Pérez Gámiz.
Una vez que fue votado el informe, Calzada dio por terminada la sesión y salió del salón. Más tarde, en conferencia, afirmó que el intento de Ebrard de hablar en el salón fue “un acto porril” con tintes electorales.
Jorge Sotomayor y Mario Delgado se encontraron nuevamente afuera del salón. Nuevamente, Delgado acusó de cobarde a Sotomayor por no permitirle exponer sus argumentos contra las acusaciones.
El informe aprobado por la mayoría de los diputados de la Comisión fue enviado a la Mesa Directiva de la Cámara baja para que sea sometido a su votación en el pleno, lo que podría ocurrir este martes, primera sesión del último periodo de esta Legislatura.