Disimula el PRD pasado de Amalia
A la diputada Amalia García Medina se le ve hoy abrazando a mujeres humildes de Tacubaya.
La perredista busca colarse a la lista final de candidatos del PRD que aspiran a una diputación local, pese al escándalo de corrupción que la rodeó en su natal estado, Zacatecas.
Aún pesan sobre Amalia los titulares de los medios locales de haber dejado un desastre en Zacatecas cuando fue gobernadora de la entidad, pero ahora que la perredista quiere ser diputada local, el PRD parece haber dejado atrás su historia.
Icela Lagunas
A la diputada Amalia García Medina se le ve hoy abrazando a mujeres humildes de Tacubaya.
La perredista busca colarse a la lista final de candidatos del PRD que aspiran a una diputación local, pese al escándalo de corrupción que la rodeó en su natal estado, Zacatecas.
Aún pesan sobre Amalia los titulares de los medios locales de haber dejado un desastre en Zacatecas cuando fue gobernadora de la entidad, pero ahora que la perredista quiere ser diputada local, el PRD parece haber dejado atrás su historia.
Hace poco más de cuatro años, el gobernador priista Miguel Alonso Reyes destapó la cloaca de las irregularidades detectadas en la administración de García Medina en Zacatecas.
“Es el más escandaloso caso de corrupción política y gubernamental en el estado”, declaró al respecto Guillermo Huizar Carranza, quien se desempeñó como secretario de Finanzas durante el gobierno de Ricardo Monreal en el periodo 1998-2004.
La zacatecana quedó atrapada en un periodo de gobierno (2004-2010) en el que su antecesor, Ricardo Monreal Ávila (hoy precandidato de Morena para jefe delegacional en Cuauhtémoc) y su sucesor, Miguel Alonso Reyes, coincidían en señalar.
Las auditorías detectaron por esos años irregularidades de miles de millones de pesos.
La compra de 3 mil 448 botellas de mezcal “Don Antonio Aguilar” por parte del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF); la percepción exorbitante de su secretario de Finanzas, Jorge Miranda Castro por casi 250 mil pesos mensuales, por encima incluso del entonces presidente de la República, Felipe Calderón. Y más…
‘De infundios y linchamiento’
Guillermo Huizar Carranza, hoy secretario de la Función Pública del estado de Zacatecas y entonces contralor de aquella entidad, fue quien notificó a la exgobernadora los tres casos por presunto daño al erario público de los cuales se le responsabilizó directamente.
El primero tenía que ver con el manejo irregular de un préstamo por 300 millones de pesos, contratado por Banamex.
“Fue la propia Amalia García, acompañada por Javier Calzada Vázquez, entonces secretario de Finanzas, quien gestionó dicho préstamo con Banamex sin autorización de la Legislatura, acusó por aquellos años el contralor.
Tras aquellas acusaciones por corrupción contra su persona, Amalia García las desestimó.
Infundios, linchamiento político, manipulación tendenciosa, ofensiva, sin sustento y mala, fueron algunos de los calificativos que empleó en la carta que leyó en conferencia de prensa acompañada de Carlos Navarrete, hoy presidente nacional del PRD.
Señalamientos de la Auditoría
El informe especial sobre Zacatecas de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) dice: El principal concepto observado que se vincula con recuperaciones determinadas fue el de obras y acciones que no beneficiaron a la población en rezago social y pobreza extrema o no eran de alcance regional o intermunicipal, que alcanzó el 89.5 por ciento del total de recursos observados.
En el periodo 2000-2010 se asignaron al estado de Zacatecas 5 mil 228.5 millones de pesos en los ejercicios 2002, 2004-2005 y 2007-2010, cuyas cuentas públicas fueron fiscalizadas.
Se transfirieron a los municipios del estado de Zacatecas mediante el FISM, 3 mil 770.2 millones de pesos.
En las auditorías practicadas el universo seleccionado fue de 652.5 millones de pesos y se auditó una muestra de 487.2 millones de pesos, lo que significó el 74.7 por ciento del universo y el 12.9 por ciento del importe asignado, dice el documento.
En las 15 revisiones realizadas por la ASF se promovieron 305 acciones, lo cual corresponde a un promedio de 20 por auditoría; 92 fueron pliegos de observaciones, se promovieron principalmente por obras y acciones que no benefician a la población en rezago social y pobreza extrema, pagos improcedentes o en exceso, conceptos de mala calidad y obra pagada no ejecutada, entre otros.
También ameritó 148 recomendaciones que se promovieron en casos como deficiencias en el control interno, en los registros contables, en el incumplimiento de metas y objetivos del fondo, falta de evaluaciones, entre otros; 56 promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria, detalla la Auditoría Superior de la Federación.
Pero después de aquel escándalo de la zacatecana. Nada pasó. Hoy, apostándole al olvido de los electores quiere ser diputada local del PRD en el Distrito Federal.
Sin descartar que, ante la exigencia de la cuota de género a todos los partidos, logre colarse hasta la candidatura a jefa delegacional en la Miguel Hidalgo.