Los facilitadores y tutores que trabajan para el programa Prepa en Línea-SEP no han recibido un solo peso de su salario desde que comenzó el 2019.
Y a cinco meses de espera, tampoco han obtenido una respuesta clara por parte de las autoridades de cuándo recibirán el dinero que se les debe por la prestación de sus servicios
Actualmente se calcula que el número de afectados es de entre 800 y mil empleados en activo, sin embargo se debe también tomar en cuenta a los maestros que laboraron en meses pasados pero que no obtuvieron una plaza.
“Desde el mes de enero no hemos recibido ni un peso de nuestro salario. Yo llevo trabajando aquí dos años y siempre hemos sabido que los primeros meses tarda en caer el dinero. Pero nunca habían pasado más de tres meses. Ya llevamos cinco y lo peor de todo es que las autoridades ni siquiera nos dan una respuesta, lo único que nos piden es comprensión y paciencia”, cuenta José, uno de los tutores agraviados
Además, tanto los facilitadores como los tutores entrevistados, han señalado que existe un miedo muy marcado a denunciar ante las autoridades, pues aseguran que eso podría llevarlos a perder su trabajo, por lo que solicitaron mantener sus nombres en el anonimato.
“Hay mucho miedo de parte de nosotros a denunciar porque sería muy fácil para las autoridades simplemente con un clic desaparecernos del programa y no hay nada que podamos hacer para evitarlo”, relata José.
Sin certeza laboral
Gabriel, uno de las facilitadores que ha trabajado en el programa Prepa en Línea-SEP desde el 2016, explica que el miedo al despido no es infundado, pues ellos están contratados por el régimen de “prestación de servicios profesionales por honorarios y asimilados”, lo que significa que pueden prescindir de ellos en cualquier momento.
A los profesores de Prepa en Línea-SEP se les mantiene bajo un esquema de outsourcing firmando contratos que vencen cada mes, por lo que pueden ser despedidos sin liquidación en cualquier momento
“Cuando entré a trabajar en el 2016 nos prometieron que si durábamos en el programa seis meses obteniendo buenos resultados en nuestras evaluaciones y con los alumnos nos extenderían los contratos y eventualmente nos darían uno por tiempo indefinido.
“Sin embargo, en el 2017 la SEP dejó de expedir contratos y decidió emplearnos por outsourcing a través de la empresa Lore Soluciones Integrales Empresariales de Sinaloa, la cual es ahora la responsable de hacernos llegar nuestros pagos, e incumpliendo con su promesa”, explica el docente.
Ante esta realidad los tutores y facilitadores acusan que desde que están empleados bajo este régimen la única manera de obtener un contrato es siendo asignados a un módulo, el cual dura un mes, lo mismo que el contrato que se les da; para obtenerlo deben presentar una evaluación, acertar por lo menos el 80 por ciento de los reactivos y una buena calificación en la plataforma también por parte de los alumnos, de lo contrario la SEP prescinde de sus servicios sin darles una liquidación, lo que genera mucha incertidumbre laboral.
“Son muy exigentes con nosotros, nos evalúan constantemente y tenemos que cumplir con muchos requisitos, sin embargo, a la hora de pagarnos o para atendernos y darnos una respuesta por los retrasos ni sus luces.
“Además trabajar por honorarios es un problema, pues no tenemos ninguna prestación ni podemos generar antigüedad para eventualmente poder acceder a un crédito Infonavit”, acusa José.
En la página oficial de la Secretaría de Educación Pública explican que el programa Prepa en Línea-SEP está conformado por 23 módulos, cada uno con una duración de cuatro semanas.
Esto implica una carga de trabajo muy pesada tanto para los facilitadores como para los tutores, las dos principales figuras que acompañan a los alumnos durante su proceso educativo.
El tutor es quien da seguimiento a cada estudiante durante todo el bachillerato, apoyándolo en los ámbitos psicopedagógico, socioemocional, académico, administrativo y de orientación educativa, entre otros.
Mientras que el facilitador es el especialista en áreas específicas, el maestro es quien se enfoca en el conocimiento del alumnado
En entrevista, Lucía, una de las facilitadoras afectadas, explicó que en promedio cada uno de ellos atienden por módulo a cerca de 280 estudiantes, a quienes debe apoyar en cualquier momento y a cualquier hora del día
“En teoría nosotros tenemos que estar conectados a la plataforma cuatro horas diarias, sin embargo el tiempo que laboramos siempre es de por lo menos seis horas y a veces hasta más”, comenta.
Bolsillos vacíos
Tanto los facilitadores como tutores reciben un salario mensual de aproximadamente 13 mil pesos mensuales, cantidad que a su consideración no les permite ahorrar los suficiente para sobrevivir 5 meses sin recibir un sueldo.
“Nosotros siempre hemos sido comprensivos con la SEP en relación a la tardanza de los pagos salariales en los primeros meses de cada año. Por eso se me hace una descortesía que ahora que han pasado cinco meses sin pagarnos no nos puedan ni dar la cara.
Además cómo es posible que a nosotros que sí estamos comprometidos con la educación de los alumnos, que constantemente nos estamos preparando y nos están evaluando estemos olvidados. Mientras que a los maestros de la CNTE, que se la pasan dejando a los niños sin clases, que amenazan al gobierno, y no ofrecen buenos resultados a nivel educativo, hasta el presidente los reciba para atender sus demandas”, expone Lucía.
Para pagar los sueldos de todos los tutores y facilitadores a los que se les adeuda desde hace cinco meses se requiere de 13 millones de pesos aproximadamente
Al revisar los correos que tanto tutores como facilitadores han enviado al coordinador del programa del Servicio Nacional de Bachillerato en Línea “Prepa en Línea-SEP”, Jesús Eduardo Pérez Buendía, se puede constatar que a pesar de las exigencias las autoridades aún no tienen una fecha tentativa de cuándo les pagarán el sueldo a sus trabajadores. Sin embargo, el coordinador, continúa pidiendo “comprensión y paciencia”.
Ante la ausencia de sus salarios los problemas que los educadores han tenido que enfrentar son tan complicados como diversos.
Lucía cuanta que a estas altura ya tuvo que empeñar su anillo de bodas y pedir dinero prestado tanto a su hermana como a algunos amigos para poder cumplir sus necesidades básicas
Para Gabriel las cosas tampoco han sido sencillas, al grado que ha tenido dificultades incluso para pagar el internet, sin el cual no podría seguir laborando; y de ausentarse a sus clases, perdería el único trabajo que tiene.
En entrevista, el abogado Arturo Arredondo Bravo, especialista en materia administrativa, fiscal y laboral burocrático, comenta que este tipo de contratos por outsourcing son utilizados por el gobierno para simular una relación civil cuando en realidad se trata de una laboral para de esta manera deslindarse de las responsabilidades que tiene como patrón.