Trump: go home
Después de golpear al país con sus discursos de odio, ayer Donald Trump pisó tierra mexicana.
La imagen parecía sacada del programa estadounidense Saturday Night Live: Donald Trump, donde el candidato republicano se encontraba con el presidente Enrique Peña Nieto, quien le daba un cheque como un adelanto para la construcción del muro fronterizo.
Imelda García
Después de golpear al país con sus discursos de odio, ayer Donald Trump pisó tierra mexicana.
La imagen parecía sacada del programa estadounidense Saturday Night Live: Donald Trump, donde el candidato republicano se encontraba con el presidente Enrique Peña Nieto, quien le daba un cheque como un adelanto para la construcción del muro fronterizo.
Al igual que en esa imagen, ayer el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos y el primer mandatario mexicano, estrecharon las manos.
Esto sucedió a 10 semanas de las elecciones en Estados Unidos, y a unas horas de que Donald Trump diera a conocer su plan migratorio, en Arizona.
Trump vino al país a reiterar que, de llegar a la presidencia de ese país, construirá un muro en la frontera con México.
Sin una disculpa pública por los continuos ataques lanzados contra México y los mexicanos, Trump insistió en que se debe frenar la migración ilegal hacia el norte y revisar el Tratado de Libre Comercio.
La disculpa tampoco fue exigida por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien se limitó a decir que es respetuoso del proceso electoral que se vive en Estados Unidos.
Mientras eso ocurría en la Residencia Oficial de Los Pinos, las redes se veían inundadas de protestas contra la visita del candidato republicano.
El rechazo fue generalizado en todos los sectores desde que, por una filtración del diario Washington Post, el martes por la noche se conoció que Trump estaría en México ayer miércoles.
Protestas, pronunciamientos, exigencias y críticas –a nivel nacional como internacional- fueron el común denominador en redes y espacios informativos.
La clase política mexicana se unió al repudio. Los partidos de oposición aprovecharon para cuestionar nuevamente al primer mandatario y para mandar un mensaje claro a Trump: no es bienvenido.
Pide respetar a México
El presidente Enrique Peña Nieto.
El mandatario dejó claro que es su responsabilidad velar por los mexicanos dondequiera que estén y, sobre todo, por la comunidad de connacionales en Estados Unidos que han contribuido a la economía y la vida de ese país.
“Los mexicanos en Estados Unidos son gente honesta y trabajadora; son personas de bien que respetan a la familia, que respetan la vida en comunidad y que respetan la ley. Como tal, los mexicanos merecen el respeto de todos”, dijo el mandatario.
La única referencia que Peña Nieto hizo a los dichos de campaña de Trump fue al final, cuando a pregunta de un periodista estadounidense respondió que sí habló con el candidato sobre las ofensas a los mexicanos.
“(Hablamos) de que había habido malinterpretaciones o afirmaciones que lamentablemente habían lastimado y afectado a los mexicanos en la percepción que él viene haciendo de su candidatura y de la cual soy absolutamente respetuoso; que el pueblo de México se había sentido agraviado por comentarios que se habían formulado”, asentó el presidente.
El muro va
Trump no se disculpó, pero sí suavizó su discurso y refrendó su interés por garantizar las mejores condiciones para los norteamericanos
Contrario a lo dicho en Twitter por el presidente de México, Trump dijo que el tema de quién pagará por el muro no se trató en la reunión.
Todos esperaban una disculpa pública de Donald Trump por los múltiples ataques que ha lanzado contra México y los mexicanos.
Aunque suavizó su discurso y reconoció que conoce y emplea a mexicoamericanos en sus empresas, y que incluso tiene amigos mexicanos, la disculpa por las ofensas proferidas en el pasado no llegó.
Contrario a ello, refrendó el interés que tiene por garantizar las mejores condiciones para los norteamericanos y eso pasa por sellar con un muro la frontera entre México y Estados Unidos, detener la migración ilegal y revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Es necesario poner un muro para poner un alto a la inmigración ilegal y al flujo de armas y de efectivo.
“Este tiene que ser un objetivo compartido; estamos pensando en la seguridad tanto de Estados Unidos como de México”, declaró Trump.
Cuestionado sobre si ya dejó claro que México será quien pague por el muro, Trump dijo que ese tema no se trató en la reunión.
El candidato republicano usa continuamente el tema de que México debe pagar la construcción del muro en sus actos de campaña, lo que le provoca aplausos y porras entre sus seguidores.
“Por lo mismo, tiene que revisarse en bien de los trabajadores y en beneficio de ambas naciones para que sea un comercio recíproco. Le dije (al presidente Peña Nieto) que en Estados Unidos tenemos que actuar para impedir la salida de empleo de nuestro territorio, algo que pasa todo los días y empeora y empeora y empeora. Es algo a lo que tenemos que ponerle un alto”, sentenció Trump.
El republicano sostuvo que tanto México como EU deben controlar la migración ilegal de centroamericanos para evitar que se siga viviendo una crisis humanitaria como la que padecen quienes hacen grandes travesías para llegar al país, y mejorar la seguridad de ambas naciones.
Peña Nieto incluso refirió que los migrantes que van hacia Estados Unidos crean crisis humanitarias.
“Sabemos que sigue habiendo un reto compartido, incluyendo el creciente número de no mexicanos que cruzan por nuestro país para llegar a Estados Unidos, creando incluso graves crisis humanitarias”, asentó el mandatario.
Para Trump, los otros ejes de la relación entre ambos países deben ser el desmantelamiento de los cárteles de la droga; y mantener en el hemisferio la industria manufacturera.
El presidente Peña dijo al candidato republicano que será respetuoso del proceso electoral en Estados Unidos y que, de resultar ganador de la contienda, tendrá en su Gobierno un aliado para trabajar por la región.
Pidió, sin embargo, que se ponga un alto al tráfico de armas hacia México e hizo votos porque, aunque Estados Unidos tiene derecho a proteger su frontera, dijo, se privilegie una relación de vecinos y socios.
Encuentro para la historia
El escándalo comenzó la noche del martes, cuando a través de su cuenta de Twitter, el diario The Washington Post reveló que Donald Trump estaría considerando visitar México.
En un primer momento, la Presidencia de México negó el hecho; sin embargo, más tarde reconoció que la reunión se llevaría a cabo.
La oficina del Ejecutivo dijo que apenas el viernes pasado había enviado una carta tanto a Hillary Clinton como a Donald Trump para invitarlos a dialogar con el presidente Peña Nieto.
La invitación fue aceptada casi de inmediato por el republicano.
De inmediato, las redes sociales se llenaron de mensajes contra la invitación y contra la visita del candidato.
Llegó también a Los Pinos la canciller, Claudia Ruiz Massieu, quien se encontraba en una gira de trabajo en Atlanta, Georgia.
De acuerdo con versiones cercanas a la casa presidencial, el encuentro fue tenso; sin embargo, el Gobierno mexicano decidió hacer un pronunciamiento moderado sobre la política de Trump.
El desdén hacia el republicano fue evidente en pequeños detalles: no fue colocada la bandera de Estados Unidos en el escenario donde ambos darían un mensaje conjunto y no le fue ofrecida ninguna comida formal al candidato.
Ya en el mensaje de ambos, Trump escuchaba hablar a Peña Nieto con las manos cruzadas, arqueando las cejas de vez en vez; cuando fue el turno del candidato de hablar, un presidente tomado del atril lo escuchaba, en momentos con los ojos vidriosos.
Aunque se había dicho que luego del mensaje conjunto no se permitirían preguntas de los medios de comunicación, algunos reporteros estadounidenses lanzaron algunos cuestionamientos; Donald Trump regresó al atril a responderlos, sin respetar el protocolo acordado.
Al finalizar el mensaje, ambos se dieron la mano, cerrando así el encuentro para la historia.
“Señor presidente quiero agradecerle esta invitación, me honra. Le llamo mi amigo”, soltó Trump.
Lo que decía Trump
“Ellos envían gente que tiene muchos problemas y ellos traen esos problemas consigo. Están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son violadores. Y algunos, asumo, son gente decente”
“Construiré un gran muro en nuestra frontera sur y haré que México pague por él”
“México no es nuestro amigo”
“El TLCAN lo renegociaremos, bien lo romperemos porque, sabe, todos los acuerdos tienen un final”
Lo que dijo ayer
“El afecto entre ambos países es fuerte y sincero”
“Hablamos del muro, pero no hablamos de cómo se va a pagar, es un tema que no tocamos”
“Yo siento un gran respeto por los México-estadounidenses. Yo le doy empleo a muchos. Sé que son un pueblo extraordinario. Muchos amigos vienen de México y me enorgullece hablar de la gente a la que le doy empleo”
“El TLCAN debe ser mejorado para que trabajadores en ambos países se beneficien de un intercambio igualitario y justo”
Lluvia de críticas
Las críticas por la visita de Donald Trump a México no vinieron solamente del país, sino también de Estados Unidos.
Medios internacionales cuestionaron la invitación que el presidente mexicano realizara al candidato republicano, después de las ofensas que éste ha proferido a los mexicanos.
“La pregunta que muchos tienen para el presidente de México, Enrique Peña Nieto, luchando a través de la segunda mitad de su difícil mandato de seis años, es: ¿por qué?”, publicó The Washington Post.
El asunto fue criticado también desde la campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton, quien afirmó que con esa visita al país, Trump no deshace todo el daño que ha hecho a los mexicanos.
“Es más que tratar de maquillar un año de insultos y de insinuaciones con una visita a nuestros vecinos de pocas horas y luego volar a casa de nuevo; no es así como funciona”, dijo Clinton en un discurso ayer miércoles.
En México, el sentimiento generalizado es que el presidente Peña Nieto cometió un error al invitar a Trump a México.
La clase política e intelectual del país volcó sus opiniones contra la visita del candidato.
Los expresidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón reprobaron la invitación a que Trump visitara México.
“Creo que fue innecesario e inconveniente para el país, dadas las expresiones, los insultos que Trump ha dicho sobre México a lo largo de un año”, afirmó Calderón en entrevista con CNN.
Los aspirantes presidenciales no se quedaron atrás y también reprobaron el hecho.
La panista Margarita Zavala repudió la presencia del republicano en el país.
“No queremos que ellos mañana se involucren en un proceso electoral que sólo va a corresponder a los mexicanos; es mejor actuar de manera precavida”, soltó Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena.
Los políticos de los partidos de oposición también emitieron fuertes cuestionamientos.
En el Senado, el coordinador de los senadores perredistas, Miguel Barbosa, dijo que impulsará una propuesta para que Trump sea considerado “persona non grata”.
Ante las críticas, el presidente Enrique Peña Nieto salió en defensa propia en Twitter.
De entre todos los mensajes escritos en redes destacaron los escritos por el Museo de Memoria y Tolerancia, que aprovechó para promoverse en redes con frases dirigidas a Trump: “Sr. Trump: venga a aprender que el odio no es camino”.
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