El complejo Vía Norte es una auténtica caja de pandora.
La construcción del polémico desarrollo ha estado marcado por las irregularidades.
Flora Barragán de Garza, antigua dueña del predio, fue obligada por el Municipio de San Nicolás a ceder el terreno donde se construye el conjunto habitacional, actualmente suspendido, lo anterior para obtener el permiso del Ayuntamiento para fraccionar en la colonia Rincón de Anáhuac.
Por años, el municipio de San Nicolás utilizó ese predio como espacio público recreativo para los vecinos del sector, pues instaló juegos infantiles, incluso, le daba mantenimiento al área verde.
Pero la administración municipal, encabezada por el actual candidato panista al Senado, Víctor Fuentes, autorizó los permisos de uso de suelo para que una empresa desarrollara el proyecto.
Un documento fechado el 5 de octubre de 1984 en poder de Reporte Índigo revela que Barragán de Garza fue condicionada a fraccionar la colonia Rincón de Anáhuac, a cambio de ceder 41 metros para el proyecto vial anillo periférico, motivó por el cual la entonces propietaria entregó parte del predio.
“En virtud de que el terreno se encuentra cruzado por el proyecto vial anillo periférico en uno de los terrenos del camino a General Escobedo y toda vez que dicho anillo periférico, es para una obra metropolitana que va por la parte sur de la vía. Se deberá respetar el lineamiento vial de 41 metros del eje de la vía hacia el sur, previendo dos arroyos de circulación rápida de 10 metros cada uno con un separador de 2 metros, una calle lateral de 8 metros con separador de 2 metros”, se informa.
Claudia Edith Jamesson, de la Asociación Civil Polígono Barragán Poniente, aseguró que el Municipio de San Nicolás otorgó el permiso de construcción para el conjunto habitacional a un privado, cuando anteriormente se le había negado esa acción a Flora Barragán.
“Para que a ella le dieran permiso para fraccionar toda la colonia, le dijeron está bien, nada más que tu vas a donar ese terreno, porque Vía Norte ese terreno era de ella, excepto los metros que están contemplados para la avenida”, explicó la integrante del grupo de vecinos.
Y agregó: “pero la otra franja que quedó era de ella, porque le dijeron tú no puedes construir las casas, pero llegan estos (el Municipio) y el reglamento lo pisan y dejan que construyan”.
Este medio informó que el complejo habitacional fue cobijado por las administraciones de Zeferino Salgado, Víctor Fuentes y Carlos de la Fuente, integrantes del Grupo San Nicolás, todos ellos hoy candidatos del PAN a distintos cargos, y los permisos fueron entregados al empresario Federico “Pico” Zambrano, por medio de la Inmobiliaria ZDEC S.A. de C.V.
Fue en la presente administración municipal que se otorgaron las licencias de construcción, a pesar de no contar con el aval del gobierno estatal ni cumplir con los criterios de desarrollo urbano y respeto a la vialidad.
Posteriormente se dio marcha atrás en su aprobación y comenzó un proceso legal para revocar los permisos que había otorgado y se entró en un pleito legal con la inmobiliaria.
Pese a que el lunes pasado, un juez federal clausuró temporalmente la obra, el municipio rechazó cancelar los permisos de uso de suelo otorgados para la obra.
Incluso, ante el procedimiento de revocación de los mismos presentado por un particular la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, a cargo de Rubén López Lara, respondió que esa instancia no los había otorgado y se señaló a la Dirección de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, aunque dicha área depende de la misma secretaría según el reglamento orgánico del municipio.
Los vecinos sospechan que ese terreno donado por Flora Barragán de Garza, fue vendido a un particular para la construcción del conjunto habitacional.
Piden demoler por riesgo
Vecinos de la colonia Rincón de Anáhuac exigieron al municipio de San Nicolás demoler lo que se lleva hasta el momento de la construcción del conjunto habitacional Vía Norte, al asegurar que podría convertirse en un nido de delincuentes o incluso un refugio para los migrantes que transitan en la zona.
En la construcción se aprecia en desarrollo unos 50 departamentos en obra gris, y sin una vigilancia que evite la llegada o estancia de personas ajenas al predio.
Claudia Edith Jamesson, de la Asociación Civil Polígono Barragán Poniente, aseguró que va aumentar la inseguridad si no se demuele la construcción.
“Lo que tememos, es que podría venir gente que no es del sector a meterse a los departamentos, y nosotros podemos estar en un constante peligro, también podrían llegar indocumentados que rondan por las vías del tren”, advirtió.
“Queremos rapidez de las autoridades para que nos apoyen en esto, porque para nosotros sería una zona de alto riesgo para los vecinos. Va aumentar la inseguridad, es una colonia que se ha vuelto muy insegura”, dijo Jamesson.
Agregó que están esperando las indicaciones de un despacho de abogados que los está defendiendo y esperando la resolución a favor. “Y al darse la resolución que se haga de inmediato la demolición, independientemente de las leyes, que yo sé bien que son de tiempos, esto tiene que ser primordial”, explicó.
Fue en febrero de 2017 cuando el Ayuntamiento de San Nicolás autorizó la construcción del complejo Vía Norte, una decisión que desde el primer momento generó una gran inconformidad entre los vecinos y un enfrentamiento del municipio con el gobierno estatal.
La razón en contra de la obra ha sido principalmente por el predio en donde se proyectó el complejo: el Fraccionamiento Barragán Rieles, a un costado del trazo para la continuación del Anillo Vial Metropolitano que conectará a San Nicolás con la zona poniente de Monterrey, que además ha sido identificada como de riesgo hidrológico alto.
El desarrollo Vía Norte contempla un proyecto para construir un complejo de 264 departamentos y locales comerciales.
Residentes cercanos al lugar advirtieron que la obra, actualmente suspendida, se puede convertir en un refugio de delincuentes o de migrantes
A pesar de que desde hace casi 7 meses, el propio Tribunal había concedido una suspensión provisional para que se frenaran los trabajos, el ayuntamiento de San Nicolás no había procedido a clausurar la obra ante el descontento de los vecinos afectados.
