La historia del derrumbe de dos edificios contiguos del Colegio Enrique Rébsamen, en Coapa, se convirtió en uno de los lugares emblemáticos del sismo del 19-S, luego de que en el lugar murieran 19 niños y 7 adultos entre los escombros.
Después de la tragedia que envolvió a esta escuela luego del temblor, el periódico La Razón hizo públicas imágenes en las que se observa a Mónica García Villegas, directora y dueña del colegio, presuntamente estar sacando sus pertenencias del inmueble en escombros, entre las que se encontraría un automóvil Mercedes Benz con un valor que superaría los 700 mil pesos.
La dueña del Rébsamen exige recuperar su Mercedes Benz; quedó cerca de donde murieron 19 niños / https://t.co/jUzEGWBSks pic.twitter.com/KE9ZhwBswo
— Carlos Jiménez (@c4jimenez) 28 de septiembre de 2017
En dichas fotografías, la directora estaría dando órdenes para que personas con casco reunieran lo que encontraran de valor, en carros de supermercado para transportarlos.
De acuerdo con información del diario Reforma, la hija de la dueña, también llamada Mónica, aportó su ayuda a los topos, explicándoles lo que había en los edificios derribados para que fuese más sencillo hallar personas con vida entre los escombros.
No obstante, se dice que la hija de la directora también aprovechó esa ayuda a los cuerpos de rescate para extraer, entre el concreto y la varilla, bolsas, zapatos y vestidos en fundas de distintas marcas.
En los edificios que se derrumbaron debido al sismo de 7.1 grados ocurrido el pasado 19 de septiembre, el personal que trabajaba en el lugar sacó de entre los escombros una tina de mármol, la cual fue colocada en un lugar lejos de los escombros para continuar con las labores de rescate.
? Retiran tina de baño entre escombros del colegio #Rébsamen /Vía @imegarcia – https://t.co/Fd6E0et2F8 pic.twitter.com/hAo81QJGQZ
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) 28 de septiembre de 2017
Los dos edificios que colapsaron, estaban juntos y, por la fachada frontal parecían uno mismo. Sin embargo, uno de ellos fungía como edificio administrativo y también contenía dos departamentos que pertenecían, uno a la dueña del plantel, y otro a su hermano.
El edificio que contenía ambos departamentos, fue el que colapsó y se fue encima del otro edificio, que pertenecía a los salones de la secundaria. Entre los escombros, las lajas de mármol de los baños y cocinas, dificultaron la recuperación tanto de personas vivas como de cuerpos.
Autoridades se acusan entre ellas; ninguna se hace responsable
Luego de que salieran a la luz las irregularidades en la construcción del colegio, como la violación del uso de suelo y la utilización de documentación falsa para la ampliación del inmueble, situación por la cual la Procuraduría capitalina ya inició una investigación, las autoridades como la delegación Tlalpan, el gobierno de la Ciudad de México y la Secretaría de Educación Pública (SEP) se han señalado mutuamente para evadir responsabilidades.
Claudia Sheinbaum, jefa delegacional de Tlalpan, y aspirante a la gubernatura de la Ciudad de México, informó en conferencia de prensa que el colegio Enrique Rébsamen estaba “bien construido y que la atribución del uso de suelo le corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) del gobierno capitalino”.
La delegada también señaló que cuando la escuela solicito el uso de suelo desde los 80, el estatus era uso de suelo mixto, por lo que podía haber una escuela y una casa habitacional, misma normatividad que ya no está vigente.
El titular de la SEP, Aurelio Nuño, quien estuvo presente en la remoción de escombros y rescate, dijo que la dependencia que dirige no tiene la facultad ni la capacidad de hacer peritajes estructurales de las escuelas.
El Instituto de Verificación Administrativa (Invea) multó a los duerños de la escuela con 107 mil pesos por no contar con licencia de uso de suelo para escuela, sino habitacional.
En cuanto a su facultad para clausurar el colegio, incluso con una investigación que ya estaba en curso por el uso de documentos falsos por parte de la Procuraduría local, señaló Meyer Klip, titular del Invea que no se cerró el plantel ni se suspendió “porque al ser un establecimiento de bajo impacto, de acuerdo con el artículo 35 de la Ley del Distrito Federal, a los establecimiento de alto impacto se les puede conminar a que regularicen la situación”.