La respuesta a la postura de López Obrador por parte del partido más antiguo de México y cuyo candidato, Enrique Peña Nieto, es el virtual ganador de la elección del pasado primero de julio, no corresponde a su tradición.
El viernes, en un evento organizado por la Confederación Nacional Campesina (CNC), el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell aseguró que el tabasqueño sufre de delirios.
“Es la misma repetición del mismo delirio de hace seis años de Andrés Manuel, que planteó lo mismo”, afirmó en referencia a la postura de que la elección fue robada y que se requiere de un presidente interino.
El senador fue más allá y adelantó que López Obrador repetirá esta estrategia.
“Vayámonos preparando, porque cuando pierda la elección del 2018, nuevamenta va a pedir una presidencia interina”, dijo.
Criticó que el ex candidato prefiera litigar en los medios de comunicación en lugar de recurrir a las instancias electorales que existen para ello.
Estaba en casa. En las instalaciones de la CNC se encontraban el líder Gerardo Sánchez y el diputado Cruz López Aguilar, quien estuviera el frente de esta central hace apenas unos años.
“Lo que no obtuvieron en las urnas quieren arrebatarlo con las marchas en las calles. Ninguna democracia funciona con esos desplantes”, advirtió.
Lo que pide López Obrador y sus denuncias, agregó, están totalmente fuera de lugar, pues la elección se vigiló por miles de ciudadanos a los que no se les puede subestimar.
El tricolor ha centrado sus embates en la imagen de López Obrador. Dirige las críticas solo al tabasqueño, evitando mencionar a los partidos que lo postularon.
Tiene como objetivo principal minar los discursos del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, pero no profundiza en los otros personajes políticos que lo han acompañado cuando hace sus denuncias de fraude electoral o de la necesidad de que se nombre un presidente interino para evitar que se le tome protesta a Enrique Peña Nieto.
Apenas el jueves, el candidato de los partidos de izquierda propuso una presidencia in-terina porque no acepta el triunfo del PRI.
De inmediato, y a través de un comunicado, el Partido Revolucionario Institucional demostró que tiene la espada desenvainada.
“Esta conducta evidencia su reiterada intención de sembrar la polarización política que conduzca a la zozobra social, circunstancias donde sólo el y nadie más que él se beneficia.
“Su desesperada estrategia de descalificación de las autoridades e instituciones, antes de que concluyan los procedimientos legales, nuevamente nos muestra sus delirios mesiánicos”, lanzó el PRI en el comunicado nocturno.
