El e-comerce aún no es el rey
La desconfianza al realizar compras en línea y la falta de medidas para garantizar la seguridad de los clientes han provocado que en México la gente prefiera adquirir productos en tiendas físicas, sin embargo, la industria tradicional ha tenido que adaptarse e innovar para evitar ser rebasada en el largo plazo
Nayeli Meza Orozco[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_9hjkctfx” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Este año el comercio en línea representará casi una quinta parte del valor de las ventas de las tiendas físicas. Sin embargo, la poca penetración de tarjetas de crédito entre los mexicanos y el valor que brinda la experiencia de compra son algunas de las razones que impedirán que el e-commerce le quite la corona al “retail” en un periodo de al menos 10 años.
En la actualidad 71.3 millones de mexicanos tienen acceso a internet, esto representa el 63.9 por ciento de la población, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2017 elaborada de manera conjunta por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en colaboración con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
El grupo de población con mayor proporción de usuarios de internet es el de los hombres de 18 a 34 años de edad, casi el 85 por ciento de la población de este grupo usa este servicio, mientras que el grupo de edad con menor uso son las mujeres de 55 años y más.
Aunque la penetración del internet en México ha ido en aumento en los últimos años, la realidad es que el comercio en línea avanza a paso lento. La principal actividad para el 96.9 por ciento de los usuarios de internet es la obtención de información, le sigue la búsqueda de contenidos de entretenimiento en la red con 91.4 por ciento y el uso de las redes sociales con 76.6 por ciento.
La compra de productos en línea tuvo un ligero crecimiento en 2017 en contraste con 2016, este segmento avanzó a 16.6 por ciento del 15.9 por ciento registrado un año antes.
Si bien el comercio electr00F3nico juega cada vez más un papel más predominante en la economía del país, también presenta retos y oportunidades a nivel industria en materia de bancarización, restricciones tecnológicas, políticas comerciales de las empresas, carencia de recursos humanos especializados e incentivos fiscales, entre otros.
La Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) destaca en un estudio que el principal reto está en que el acceso a pagos electrónicos registra una baja penetración en el país debido a que la mayoría de los mexicanos no cuentan con una tarjeta de débito o crédito.
Cifras del Banco Mundial refieren que en México menos del 18 por ciento de la población posee un plástico, cifra que nos ubica por debajo de Brasil, que alcanza un 32 por ciento.
La plataforma de servicios de pagos por internet Openpay explica que entre las razones por las que no adquieren esta clase de productos es porque la mayoría no está de acuerdo con pagar las tarifas que los bancos cobran como comisión por sus servicios. De igual forma se evita que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) cargue impuestos adicionales sobre los ingresos.
Hasta 2016, más de 30 millones de personas continuaban guardando su dinero en casa, según el Inegi, mientras que un 92 por ciento de la población adulta prefería pagar en efectivo.
El estudio ‘Brújula digital 2017’ de Citibanamex revela que sólo 49 por ciento de los mexicanos mayores a 15 años tiene una cuenta bancaria.
Desconfianza e inseguridad
Roberto Palacios, socio de la firma de consultoría Sintec en la oficina de Monterrey, asegura que los mexicanos no compran en línea debido a que persiste desconfianza en cuanto a los tiempos de entrega y la calidad de los productos.
La cultura de entrega es otro factor que influye en la decisión de compra de los consumidores mexicanos. Un 12 por ciento de los mexicanos asegura no estar satisfecho con esta dinámica de consumo debido a que han tenido una mala experiencia, revelan datos de la AMVO.
El tema de la inseguridad es el otro gran obstáculo del ecommerce en México. El área de seguridad de PSafe, compañía de desarrollo de aplicaciones para Android, registró en noviembre de 2016 (última cifra disponible) que más de 1.5 millones de usuarios fueron víctimas de ataques al momento de querer realizar alguna compra por internet.
Al cierre de ese mismo año se detectaron más de 24 millones de ciberatques en todo el mundo.
Un gran aliado en el desarrollo e impulso del comercio electrónico en México han sido las campañas de ventas online como Hot Sale o iniciativas como el Buen Fin. Sin embargo, durante esas fechas los ataques aumentan, debido a que los consumidores aprovechan para realizar un mayor número de transacciones.
PSafe explica que la amenaza se presenta cuando el usuario accede a la página infectada y comienza una descarga automática de un archivo .zip, donde se aloja el virus. Al abrir y ejecutar el fichero se activa el virus en el dispositivo poniendo en riesgo los datos bancarios y personales del consumidor.
La falta de credibilidad
Los mexicanos son cada día más digitales y el smartphone se ha convertido en la puerta de acceso a internet para muchos usuarios. Pero en comparación con el resto de América Latina, México aún tiene mucho que avanzar.
El estudio ‘Retos del ecommerce México 2017’ elaborado por la escuela de negocios digitales ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet) y The Cocktail revela que nuestro país se ubica por debajo de la media del resto de la región en cuanto a penetración de las ventas del ecommerce, pues el retail aún se mantiene a la cabeza en preferencia de ventas.
En 2016 el comercio online representó el 1.6 por ciento de las compras totales en México, mientras que en 2017 avanzó a 2 por ciento. Para 2019 se prevé que toque un máximo de 2.6 por ciento. Brasil, por su parte, ocupa la primera posición en Latinoamérica con 4 por ciento, de acuerdo con la cifra registrada al cierre del año pasado en el reporte del ISDI y The Cocktail.
En proporción del Producto Interno Bruto (PIB) el e-commerce en México significó 0.5 por ciento y la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) espera que para 2019 alcance un 2 por ciento.
“Sin duda, México debe seguir generando iniciativas en materia de comercio electrónico que fomenten la economía digital para continuar trabajando de manera conjunta con los actores clave: usuarios de Internet, empresas, gobierno e instituciones financieras para fortalecer y desarrollar todo el ecosistema”, detalla la Asociación en una publicación.
Se esperaba que con la llegada de grandes jugadores como Amazon, Mercado Libre, Linio, los consumidores mexicanos se sintieran más atraídos por este segmento, pero al menos por ahora, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) asegura que sólo 7 por ciento de los mexicanos realiza compras por internet.La segunda mayor economía de América Latina ocupa el sitio 38 de 39 países de la Organización en un listado de las naciones que más consumen productos y servicios en internet.
En Estados Unidos, el 55 por ciento de los usuarios de internet ha hecho una compra en línea, en Canadá, 50 por ciento; en Chile, 27 por ciento, mientras que en Brasil, 25 por ciento.
Los motivos que frenan la compra en línea se relacionan con un aspecto cultural. En promedio, un 54 por ciento de los mexicanos prefiere ver los productos antes de comprar, a un 40 por ciento no le da confianza pagar por internet y un 25 por ciento no se fía de que le vaya a llegar su paquete
“La compra online puede ser percibida como una caja negra donde el control del usuario dentro del proceso es limitada”, argumentan ISDI y The Cocktail.
La transformación del sector
Aunque por ahora el apocalipsis de las tiendas físicas no está cerca de ocurrir, el avance del ecommerce obliga a la industria tradicional a renovarse con la finalidad de no perder el interés de los consumidores.
“Los centros comerciales nunca van a dejar de existir, pero deben empezar a considerar otras estrategias”, reconoce Roberto Palacio.
En los últimos cinco años, México ha experimentado el mayor crecimiento del sector retail en su historia al consagrarse como el país líder en América Latina en cuanto al número de centros comerciales, con más metros cuadrados rentables y montos de inversión.
A la fecha, en México se contabilizan 738 centros comerciales cuya extensión promedio es de 28 mil metros cuadrados cada uno. La International Council of Shopping Centers (ICSC) estima que durante 2018 se construirán 29 proyectos más en el país.
Frente a la competencia del comercio en línea, la ICSC sugiere que los nuevos desarrollos deben apostar por áreas con zonas verdes, una mejor oferta de restaurantes, así como de entretenimiento.
Los millennials han sido pieza clave para que el e-commerce en México tome fuerza. En promedio, los jóvenes de esta generación pasan siete horas al día conectados a internet, tiempo que destinan para navegar en redes sociales, pero también para realizar compras.
La población de entre 18 y 34 años realiza el 51 por ciento de las compras totales en línea, asegura la Asociación de Internet en el ‘Estudio de Comercio Electrónico en México 2017’.
Las ventas del e-commerce en 2015 fueron de 257 mil millones de pesos, cifra que aumentó 28.3 por ciento en 2016 a 257 mil millones de pesos.
A pesar de las muchas dificultades, principalmente asociadas a la falta de confianza en la utilización de los datos personales a la hora realizar compras por internet, el comercio electrónico ha crecido de manera continua.
Carlos Ponce, director general adjunto Grupo Financiero Ve por Más, coincide en que el comercio tradicional no desaparecerá debido a que es un negocio muy rentable para las desarrolladoras de centros comerciales, pero advierte que debe adaptarse y hacer frente a la innovación porque “hay cosas que no se pueden detener y una de ellas es la tecnología”.